COMENTARIO DE UNA OBRA ESCULTÓRICA

¿EL ARTE OLVIDADO?

No ha sido la escultura, tradicionalmente, la más conocida ni la más valorada de las artes plásticas. En parte debido a su larga vinculación histórica al elemento arquitectónico, que ha privado de autonomía a la escultura durante siglos, y en parte porque su valoración principal se apoya en sus elementos táctiles, normalmente poco desarrollados y además difíciles de educar.

La escultura ha estado presente prácticamente a lo largo de toda la Historia del Arte, desde los orígenes paleolíticos. Ha habido, sin embargo, como se verá en los temas sucesivos, algunas sociedades o algunas épocas que le han otorgado especial relevancia (el caso más claro es el arte griego), mientras que en otros momentos su papel es casi inexistente (por ejemplo, el arte europeo desde el Impresionismo a las vanguardias históricas se centra sobre todo en la pintura y asigna a la pintura, con la excepción de Rodin, un carácter prácticamente residual).

A la hora de comentar una escultura, seguiremos el siguiente esquema:

1 INTRODUCCIÓN

  • Autor, nombre de la obra, fecha, el lugar en el que se encuentra en la actualidad y el estilo.
  • Exenta o relieve
  • Forma: parte del cuerpo, posición, tamaño, escultura individual o grupo
  • Fidelidad a la realidad: abstracta o figurativa

2 CONTEXTO

  • Contexto histórico
  • Contexto artístico

3 ANÁLISIS

  • Contenido
  • Materiales y técnicas
  • Volumen
  • Movimiento
  • Composición
  • Proporcionalidad
  • Masa
  • Luz
  • Color

4 CONCLUSIÓN

  • Síntesis de la obra
  • Antecedentes
  • Influencia posterior

¿Qué es lo que deberíamos comentar en cada apartado y subapartado? Veámoslo:

1 INTRODUCCIÓN

En la primera parte de nuestro análisis nos centraremos en describir el exterior de la obra y lo que la rodea, deberemos identificar la obra diciendo quien es el autor, el nombre de la obra y la fecha en que se realizó, así como el lugar en el que se encuentra en la actualidad y el estilo o etapa a la que pertenece.

A continuación deberíamos intentar decir si estamos ante una escultura extenta o de bulto redondo o ante un relieve.

ESCULTURA EXENTA. LAOCCONTE Y SUS HIJOS. AGESANDRO, POLIDORO Y ATENODORO DE RODAS. Museos Vaticanos. Roma (50 d.C.)

RELIEVE. DINTEL 15 DE YAXCHILAN. DESCONOCIDO. British Museum. Londres (s.VIII d.C.)

Después tendremos que clasificar la obra que estamos analizando y para eso mencionaremos su forma:

  • En función de la parte del cuerpo representada, la escultura de bulto redondo se clasifica en:
    • Busto: si representa la cabeza y la parte superior del tórax.
    • Mediocuerpo, de trescuartos, de cuerpo entero; torso, si falta la cabeza, piernas y brazos.
  • En función de su posición la escultura se clasifica en:
    • Sedente: sentada.
    • Yacente: tumbada.
    • Orante: de rodillas.
    • Oferente: ofreciendo presentes.
    • Ecuestre: a caballo.
  • También puede denominarse:
    • Coloso, si es de grandes dimensiones.
    • Grupo, o conjunto escultórico.

Si el análisis a realizar es sobre un relieve podemos decir, atendiendo a su profundidad, si es un bajorrelieve, un medio relieve, un alto relieve o hueco relieve (rehundido).

Por último, sería óptimo comentar brevemente si la obra es fiel al objeto representado, aquí podremos decir si el artista ha realizado una obra:

  • Abstracta cuando no representa formas reconocibles.
  • Figurativa cuando representa formas más reconocibles, reflejando el objeto representado de una forma más o menos natural:
    • Cuando la escultura tiene formas simplificadas o rasgos esquemáticos, podemos decir que es poco naturalista.
    • Cuando se acerca la objeto o persona representado, pero busca simbolizar algún rasgo concreto o ensalzar su figura podemos observar esculturas:
      • Hieráticas en las que se busca la solemnidad y en la que aparecen rasgos rígidos.
      • Estilizadas, en este caso estaríamos ante esculturas en las que se alargan las figuras o se busca la delicadeza.
      • Idealistas, esculturas en las que se busca la perfección reflejando un ideal, puede seguirse un canon como la proporción de la figura humana con respecto a su cabeza. Por ejemplo para Policleto un cuerpo perfecto debería medir lo mismo que el tamaño de su cabeza multiplicado por 7, Praxíteles, por su parte, pensaba que debía multiplicarse el tamaño de la cabeza por 8. Otro canon seguido durante mucho tiempo es la Sección áurea. Sacada a partir de una fórmula matemática y considerada la ideal para establecer diferentes tamaños.
      • Simbólicas, estas esculturas representan ideas o valores a través de remarcar ciertos aspectos que el personaje real podía no no podía tener. Por ejemplo, las esculturas de Augusto, el primer emperador romano intentaban simbolizar su poder y fuerza y aunque tuviera más de 60 años seguían representándole como un joven vigoroso.
    • Finalmente, cuando el autor respeta las características del original incluido los defectos, estaríamos ante esculturas realistas

2 CONTEXTO

a. CONTEXTO HISTÓRICO

En esta sección debemos hacer una mención breve a los acontecimientos históricos en torno los que se creó la obra, no es necesario extenderse mucho, pero es importante que queden claras las circunstancias políticas, sociales e históricas que pudieron influenciar al autor en la realización de la obra, ya fuera manera directa o indirecta.

b. CONTEXTO ARTÍSTICO

Tras hacer un repaso breve al contexto histórico, debemos centrarnos en el contexto artístico, que en principio suele ser siempre más importante que el histórico.

Tenemos que describir los elementos que explican la concepción artística de la obra, ¿por qué la obra presenta los caracteres que tiene?, esto es: tenemos que hablar de la corriente artística en la que se enmarca la obra: las vanguardias, el romanticismo, el barroco…

3 ANÁLISIS

Esta es la parte más importante del comentario, vamos a describir el contenido de la obra y analizaremos lo que el artista quiere transmitirnos con las formas, colores, la composición… que usó para realizar la escultura, la imagen o el relieve. Tendremos en cuenta:

a. CONTENIDO

Debemos describir la escena que muestra la escultura o el relieve, un acontecimiento histórico, mitológico… Tampoco es necesario entrar en detalles, pero si al menos decir quienes son los personajes, qué están haciendo, que les motiva… Incluso se podría decir que relación hay entre el contexto histórico y artístico con el contenido del cuadro, en caso de que haya alguna conexión.

b. MATERIALES Y TÉCNICAS

La utilización de distintos materiales para la realización de una obra escultórica resulta determinante, ya que cada uno proporciona una calidad táctil diferente, transmitiendo de esa manera sensaciones completamente distintas en cada caso, que son las que en última instancia traducen un determinado lenguaje artístico en el ámbito de la escultura.

Estas calidades táctiles dependerán por tanto del material propiamente dicho en que se ha trabajado la obra y también del tratamiento dado a las superficies externas de ese material.

Los materiales habitualmente empleados son: madera, bronce, mármol, piedra, hierro, terracota, caliza, etc.

La utilización de los distintos materiales mencionados y su tratamiento posterior condicionan la expresión estética de la obra, ya que cada uno ofrece distintas calidades de dureza, compacidad, frialdad, impenetrabilidad, suavidad, etc. y sus contrarios, sensaciones todas ellas transmitidas al espectador a través del tacto, sentido este primordial para un correcto análisis de la obra escultórica, aunque desgraciadamente lo normal es que no se permita tocar las esculturas.

Por otra parte, si el tacto es el cauce natural de la lectura estética de la escultura, el tratamiento que haya hecho el escultor de las superficies externas será también fundamental. De esta manera podremos diferenciar superficies, finas y pulidas, aristadas, rugosas, etc.

Debido a las características físicas de cada material el artista deberá emplear una técnica diferente, no es lo mismo hacer una escultura con mármol que con terrracota (arcilla), por lo tanto, podemos encontrarnos con:

  • Extracción: Primero desbastando partes gruesas y luego esculpiendo o cincelado sobre piedra (granito, mármol, alabastro). Finalmente puliendo al frotar con una herramienta abrasiva.
  • Tallado: sobre madera, como los retablos o las obras de imaginería, también se talla el marfil.
  • Trepanación: es una técnica que consiste en agujerear y/o extraer con buriles, taladros u otras herramientas diferentes superficies para crear vacíos o huecos. Fue muy común en decoraciones mudéjares o andalusíes; los materiales en los que es más común realizar esta técnica son:
    • El yeso
    • El estuco, que es yeso o cal triturados y mezclados con agua de cola
    • La cal que es roca caliza cocida y mezclada con agua
    • La escayola, que es un tipo de yeso más fino y moldeable
    • El alabastro, que es un tipo de yeso traslúcido que se usa para hacer vasijas o pequeñas figuras.
  • Adicción: Que no es otra cosa que añadir materiales, en el caso del barro moldeando arcilla, terracota (arcilla calentada) o estuco. Para el metal soldando piezas pequeñas. Encolando (pegado) madera u ojos de pasta vítrea…
  • Vaciado: A la cera perdida con bronce.

¿CÓMO SE HACE UN RELIEVE?

¿CÓMO SE HACE UNA ESCULTURA EXENTA?

¿CÓMO SE HACE UNA TALLA EN MADERA?

c. VOLUMEN

La escultura es tridimensional y por ello comporta un volumen. No obstante, su estrecha vinculación a la arquitectura durante muchos siglos, le privó en gran medida de esta capacidad de manifestar su plena volumetría, y con ello de desarrollar en plenitud su propia esencia. En cualquier caso, la escultura exenta debe ser vista desde sus múltiples puntos de vista y debe ser capaz de crear espacio a su alrededor.

Mientras estuvo ligada a la arquitectura como un simple ornamento, hablamos de una cierta limitación volumétrica, puesto que la obra apenas sobresale del muro y de esa manera no crea espacio alrededor, con lo que no dispone más que de un solo punto de vista hacia el espectador (frontalidad). Ocurre así con la escultura monumental egipcia, o con la escultura románica. Por el contrario, la escultura clásica, la escultura moderna o la escultura gótica desarrollan su volumetría. En este sen­tido es significativo el proceso que se desarrolla precisamente en esta última, que rompe con la tradición romá­nica y permite «liberar» a la escultura de la arquitectu­ra, gracias precisamente a su tratamiento volumétrico: las figuras se adelantan del plano de muro, se interrelacionan creando espacio alrededor, aumentan con ello el número de puntos de vista e introducen un cierto movi­miento que potencia la volumetría.

d. MOVIMIENTO

Puesto que la escultura exenta es tridimensional y comporta un volumen, es lógico que se tenga en conside­ración como uno de sus elementos característicos, la dis­posición de sus figuras, es decir, la sensación de movi­miento o de reposo que es capaz de transmitir al espec­tador. Esta particular configuración de una escultura exenta o bien de todo un grupo escultórico determina asi­mismo la composición de la obra.

Hay así esculturas carentes de movimiento, que buscan de esa manera una actitud contemplativa por parte del espectador. Se trata de figuras rígidas, estáti­cas, de una marcada frontalidad, que suelen vincularse a representaciones de la divinidad, ya que esta misma rigidez comporta una sensación distante, imperturbable, hierática, que sobrecoge al espectador.

Por el contrario, cuando se quiere transmitir una sen­sación de movimiento a la escultura se suelen utilizar múltiples recursos: multiplicando las líneas de fuga, jugando con el vuelo de los paños o del cabello o utilizan­do el contraposto (alternancia simétrica de partes del cuerpo en movimiento y partes en reposo), etc.

e. COMPOSICIÓN

En ambos casos (bien cuando hay movimiento o cuando no lo hay) estamos considerando su composición. Esta podrá adoptar múltiples soluciones, aunque siempre primando dos tendencias más comunes: las composiciones cerradas, cuando la escultura se recoge sobre sí misma limitando su capacidad de movimiento, o abiertas, justo al revés, cuando la escultura se abre hacia el exterior, bien por medio de sus propias formas, de su organización del movimiento, de su expresividad, etc., potenciando de esta forma su movimiento.

f. PROPORCIONALIDAD

Lo mismo que se vio en el apartado referido a la arquitectura, la escultura también puede basar sus ideales de belleza en criterios de proporcionalidad. De hecho, y tal y como hemos mencionado en la introducción a la hora de hablar de la fidelidad a la realidad, a lo largo de la historia se han desarrollado investigaciones sobre diferentes módulos de proporcionlaidad, como los de Policleto, Práxiteles, el número áureo…

No obstante, también en este caso ha habido movimientos y estilos que han pretendido justamente lo contrario, estableciendo a su vez módulos de desproporción.

Como ocurría en la arquitectura, cada una de estas propuestas coincide con tendencias clásicas o anti-clásicas respectivamente.

g. MASA

El concepto de masa se refiere a la distinta sensación de peso que provoca una obra escultórica. Se trata lógi­camente de una apreciación intelectual, ya que nadie pesa físicamente las esculturas. Pero es innegable que hay obras que podemos considerarlas de mucha masa, de gran pesadez, rotundas, compactas, mientras otras son, por el contrario, livianas o ingrávidas, de poca masa.

En cualquier caso, depende de una distinta manipulación de la materia escultórica. Un caso extre­mo y de una indudable genialidad plástica sería el tra­tamiento particular de la masa que alterna la materia y la no-materia escultórica, el vacío. Es lo que hace en sus obras el escultor Pablo Gargallo, capaz de completar la volumetría de una imagen combinando el hueco y la materia, lo esculpido y lo no esculpido, la masa y la no masa.

h. LUZ

El escultor siempre ha de tener en cuenta la luz que va a recibir la escultura, para convertirla en un elemento más de su expresión plástica.

En primer lugar debe contar con que cada material empleado responde de forma distinta a la irrupción de la luz. No es entonces la misma la calidad táctil que adquie­re una escultura. El bronce, por ejemplo, permite por su naturaleza que la luz resbale sobre la pieza, lo que se aprovecha para transmitir sensaciones de mayor sensua­lidad o dinamismo. Sobre el mármol la luz contribuye a recalcar su blancura acentuando su propia luminosidad.

Por otra parte, el escultor «maneja» la luz en su pro­vecho al materializar su obra. En tal sentido orienta pla­nos y superficies, dispone concavidades y convexidades, pule o no la pieza, etc.

La utilización de la luz se convierte así en un ele­mento consustancial a la escultura, ya que de hecho sirve para modelar, para crear volumen y también movi­miento, y es por tanto un factor compositivo más.

i. COLOR

A su vez, muchas esculturas utilizan tam­bién el color como otro elemento expresivo. Justamente las esculturas clásicas estaban coloreadas con una inten­cionalidad de mayor realismo, y asimismo las esculturas románicas lo estaban igualmente, aunque en este caso con una intencionalidad expresiva. El error de las etapas posteriores fue creer que aquellas esculturas eran origi­nariamente como se encontraron, es decir, carentes de policromía, aunque era así porque la habían perdido. Por ello también, a partir de esas etapas (Renacimiento y Neo­clasicismo principalmente) se inicia un período acromáti­co en la escultura que prácticamente llega hasta la época contemporánea; excepción hecha de la imaginería barroca española que precisamente por culpa de esa moda impues­ta fue menospreciada en los siglos posteriores.

En cualquier caso, el color en la escultura ha sido a lo largo de los siglos, fundamental. Contribuye a subrayar en ocasiones su realismo; en otras ocasiones potencia su expresividad; otras, adquiere valores simbólicos, y por último es también por sí mismo un valor estético, independiente y por tanto complementario de los que son implícitos a la escultura.

4 CONCLUSIÓN

a. SÍNTESIS DE LA OBRA

Iniciaremos esta cuarta fase resumiendo en unas pocas líneas los puntos principales del comentario y análisis realizados sobre la escultura o el relieve, fijándonos en las ideas básicas y en las características más definitorias y sobresalientes de la obra.

b. ANTECEDENTES

En esta sección comentaremos qué obras anteriores han inspirado o ayudado en la realización de la obra que estamos analizando. ¿Es considerada una de las obras que inauguran una corriente artística? En ese caso, que influjos tiene de corrientes anteriores. ¿Es una obra que cierra una corriente artística o está a punto de hacerlo? En ese caso, que antecedentes ha tenido en cuenta el artista de esta u otras corrientes…

Es importante tener en cuenta que en muchas ocasiones no es la corriente artística inmediatamente anterior de la que bebe el artista para realizar su obra, si no que puede retrotraerse a siglos o incluso milenios anteriores.

c. INFLUENCIA POSTERIOR

¿Qué supuso esa obra para los artistas que crearon más tarde? ¿Cómo ha influido a otros artistas de esa misma corriente o a artistas muy posteriores? ¿Su técnica fue adoptada a partir de ese momento? Cualquier elemento puede ser objeto de influencia en obras posteriores y debemos comentarlo ya que es aquí donde podemos observar la importancia que la obra tuvo más allá de la época en la que fue creada o su éxito actual.

VENUS DE LESPUGUE (25.000 B.P.)

Autor desconocido

VENUS DE LESPUGUE. DESCONOCIDO. Museo del Hombre. París (25.000 B.P.)

1 INTRODUCCIÓN

Autor, nombre de la obra, fecha, el lugar en el que se encuentra en la actualidad y el estilo.
Exenta o relieve
Forma: parte del cuerpo, posición, tamaño, escultura individual o grupo
Fidelidad a la realidad: abstracta o figurativa

2 CONTEXTO

Contexto histórico

Contexto artístico

3 ANÁLISIS

Contenido

Materiales y técnicas

Volumen

Movimiento

Composición

Proporcionalidad

Masa

Luz

Color

4 CONCLUSIÓN

Síntesis de la obra

Antecedentes

Influencia posterior

DIADÚMENO (420 a.C.)

Policleto

DIADÚMENO. POLICLETO. Museo Arqueológico Nacional de Atenas (420 a.C)

1 INTRODUCCIÓN

Autor, nombre de la obra, fecha, el lugar en el que se encuentra en la actualidad y el estilo.
Exenta o relieve
Forma: parte del cuerpo, posición, tamaño, escultura individual o grupo
Fidelidad a la realidad: abstracta o figurativa

2 CONTEXTO

Contexto histórico

Contexto artístico

3 ANÁLISIS

Contenido

Materiales y técnicas

Volumen

Movimiento

Composición

Proporcionalidad

Masa

Luz

Color

4 CONCLUSIÓN

Síntesis de la obra

Antecedentes

Influencia posterior

RELIEVE DE EMAÚS (s. XI)

Desconocido

RELIEVE DE EMAÚS. DESCONOCIDO. Monasterio de Santo Domingo de Silos (s. XI)

1 INTRODUCCIÓN

Nos encontramos ante el medio relieve de Emaús o de los discípulos de Emaús. El autor nos es desconocido, aunque debió ser uno de los primeros maestros escultores que trabajó en en el Monasterio de Silos, lugar en el que se encuentra la obra, más concretamente en su claustro. Dadas las características de la escultura en las que incidiremos en el análisis, podemos de adelantar que estamos ante una escultura románica del siglo XI.

El medio relieve nos permite ver el cuerpo de tres figuras humanas superpuestas a un marco acabado en la parte superior con un arco de medio punto, los personajes representados son figurativos, se reconoce perfectamente la forma humana, pero no son naturalistas, si no simbólicas, el objetivo del artista es didáctico y por lo tanto no busca alcanzar la plasmación real de las facciones y medidas de los personajes, sino hacer llegar un mensaje concreto al espectador.

Estaríamos por lo tanto ante una compasión vertical que nos empuja a mirar hacia la derecha para después invitarnos a seguir la mirada del personaje principal hacia el centro de la escena.

2 CONTEXTO

Contexto histórico

Tal y como hemos mencionado en la introducción, nos encontramos ante un relieve fechable en el siglo XI y localizado en el Monasterio de Silos, por lo tanto estamos en un momento crucial de la historia de Castilla, es en la segunda mitad de este siglo cuando el condado se convierte en reino en 1065. Tras el reparto de Sancho III de Navarra y la muerte del rey leonés, el conde Castilla, Fernando, se convertirá en rey de León y a su muerte, en 1065, seguirá la tradición pamplonesa de repartir sus posesiones entre sus hijos, al primogénito, Sancho II, le legó Castilla elevando de forma oficial su condado hereditario a condición de reino. Su hermano se convirtió en Alfonso VI al heredar el reino de León y el resto de hermanos consiguieron el reino de Galicia y la ciudades de Toro y Zamora, ante la insatisfacción de los dos principales herederos: los reyes de Castilla y León se aliarán para acabar con el reino de Galicia. Aun con todo Sancho acabará atacando a su hermano Alfonso VI el rey de León con la ayuda de el Cid. Las tropas leonesas una vez derrotadas se refugiarán en Zamora, que será asediada y donde morirá el primer rey castellano Sancho II, esta muerte permitirá al derrotado Alfonso VI reunir toda la herencia de su padre en 1072.

En los años inmediatamente posteriores Castilla y León ampliarán sus territorios hacia el este a costa del reino de Navarra incorporando las actuales provincias de Vizcaya, Álava y La Rioja. Además, se producirá un acercamiento a Francia y cambios importantes en la liturgia. Tras la muerte de Alfonso VI a principios del siglo XII, será su hija Urraca la que herede el trono y abriendo un nuevo periodo de inestabilidad que acabará de nuevo con la división de Castilla y León en dos reinos hasta 1230.

Contexto artístico

Nos encontramos en pleno siglo XI, ajeno al devenir político de los reinos peninsulares el románico se expande rápidamente por todo el norte peninsular espoleado por el éxito del Camino de Santiago y la llegada de peregrinos que traen las influencias artísticas del norte de Italia y sureste de Francia y lo hará en un arco temporal que podemos localizar entre los siglo X y XIII en todo el occidente europeo.

La aceptación de las nuevas formas artísticas será inmediata y la proliferación de templos románicos será apabullante. Será en estos edificios en los que la escultura románica se abrirá camino, ya que está profundamente ligada a la arquitectura religiosa, de la que no se separará, vemos pues como la escultura tiene un papel meramente decorativo y didáctico en el arte románico y por su puesto intrínsecamente ligado a la temática religiosa.

La escultura románica, debido a su servidumbre a la arquitectura, propondrá un fuerte hieratismo, junto a una profunda rigidez y ausencia de movimiento. A su vez, el fuerte contenido religioso propio del arte románico explica su gradación jerárquica y sus temas e iconografía. Del mismo modo este contexto social y artístico primará un fuerte expresionismo y marcado antinaturalismo. Por lo tanto, podemos decir que la estatuaria románica es un arte intelectual, un arte que transmite contenidos ideográficos, un arte místico que pretende trascender a la mundana realidad. De ahí la deformación intencionada de sus figuras y utilización de un ingente bestiario.

3 ANÁLISIS

Contenido

El relieve de Emaús representa un episodio del Nuevo Testamento, el encuentro entre dos hermanos procedentes de la localidad Emaús y Jesucristo resucitado. Los conocidos como Discípulos de Emaús son dos personajes bíblicos, uno de ellos llamado Cleofás y el otro Santiago el Menor (no confundir con el otro apóstol Santiago de Compostela). La representación de los Discípulos de Emaús ha sido una temática frecuente en la Historia del Arte, sobre todo en pintura.

Materiales y técnicas

La escultura está realizada en piedra caliza y la técnica utilizada es el desbaste y el esculpido, posteriormente parece que ha sufrido algún tipo de pulimentado, aunque da la impresión de que al tacto seguiría siendo bastante rugosa.

Volumen

Debido a su papel ornamental y didáctico, la escultura románica no cuenta con una volumetría total, ya que la obra apenas sobre sale del muro del claustro y por lo tanto este relieve solo cuenta con un punto de vista hacia es espectador: la frontalidad.

Movimiento

Al igual que la inmensa mayoría de las obras románicas este relieve carece de movimiento, estamos por lo tanto ante una obra estática, pero aun así el escultor procuró realizar ciertos ajustes que explicaran el pasaje de la Biblia que muestra la obra, los discípulos de Emaús se encontraron a Cristo caminando y ese hecho puede intuirse en la posición antinatural del pie izquierdo de Jesucristo (el derecho desde nuestro punto de vista) y sobre todo la torsión de cuello que Jesús de Nazaret realiza para observar a los discípulos.

El resto de factores que podrían ayudarnos a intuir movimiento, como los ropajes o el cabello, no son explotados por el artista, lo que acaba trasmitiendo una idea de hieratismo y misticismo que el autor busca desde el principio.

Composición

La obra se enmarca en una especie de contorno arquitectónico formado por un par de columnas muy estrechas con capiteles corintios y un arco de medio punto sobre las mismas, pero curiosamente la escena sobrepasa este marco en algunos puntos, algo poco común en el románico, que se caracteriza por el sometimiento de la figura a la estructura donde se enmarca. La cabeza de Jesucristo y su aureola salen del arco al igual que el personaje de la izquierda.

En el interior de este marco arquitectónico observamos tres figuras humanas siguiendo una orientación de izquierda a derecha y donde las dos primera figuras, que representan a los discípulos parecen seguir a la figura principal de la derecha que representa a Jesús, el cual parece girarse para atender el requerimiento o la llamada de atención de los discípulos de Emaús.

Proporcionalidad

Como en toda buena escultura o relieve románico que se precie, así como en la pintura, la proporcionalidad brilla por su ausencia, en un acto totalmente voluntario, los artistas románicos ejecutan una perspectiva jerárquica en la que la deidad ocupa un espacio mucho mayor a la de los simples mortales. En la obra que nos ocupa, puede verse perfectamente como Jesús tiene un tamaño mucho mayor que los discípulos y además, su aureola está rematada con una cruz que la diferencia de la de los otros dos personajes

Masa

También podemos decir de la obra que cuenta con una masa que nos invita a pensar en pesadez, aunque al mismo tiempo las figuras y el marco tengan aspectos o partes que aligeran la masa del conjunto, en general, el acabo del relieve, el material utilizado, la ausencia de movimiento y la tosquedad de algunos elementos dan esa sensación de rotundidad.

Luz

La obra se encuentra en su localización original, en una de las esquinas del claustro del Monasterio de Silos, la imagen con la que contamos no parece demasiado luminosa y tampoco da la sensación de que el autor busque juegos de luces para aportar movimiento, más bien lo contrario, la ausencia de luz podría aportar más solemnidad al conjunto, además, la piedra caliza tampoco se caracteriza por aportar unos contrastes lumínicos muy marcados.

Color

Por último, desconocemos si la obra fue policromada originalmente, en la actualidad se encuentra sin ningún tipo de color, algo poco común en el románico ya que sabemos que era común pintar las esculturas tal y como se ha comprobado en Toro o Santiago de Compostela. Esta policromía ayudaba al observador a entender mejor el mensaje didáctico que la obra lanzaba.

4 CONCLUSIÓN

En definitivo, nos encontramos ante una obra marcadamente románica, que junto al edificio en el que se encuentra y el resto de relieves que le acompañan conforman uno de los ejemplos más sublimes del románico castellano.

Para encontrar sus antecedentes podemos retrotraernos hasta la Tardoantigüedad y sobre todo a los relieves que acompañaban los sepulcros de los últimos años del Imperio romano de occidente, la escultura románica irá evolucionando a lo largo de los siglos XII y XIII y ganará en volumetría y movimiento, del mismo modo la expresión de sus figuras se hará más humana y acabará evolucionando hacia la escultura gótica. Posteriormente será olvidada y denostada por el Renacimiento y el Barroco, para finalmente en el siglo XX ser rescatada por las Vanguardias al igual que hicieron con otras corrientes artísticas olvidadas como las pinturas rupestres paleolíticas y neolíticas, convirtiéndose en fuente de inspiración para los artísticas del siglo XX.

DAVID (1501-1504)

Miguel Ángel

DAVID. MIGUEL ÁNGEL. Galería de la Academia. Florencia (1501-1504)

1 INTRODUCCIÓN

Autor, nombre de la obra, fecha, el lugar en el que se encuentra en la actualidad y el estilo.
Exenta o relieve
Forma: parte del cuerpo, posición, tamaño, escultura individual o grupo
Fidelidad a la realidad: abstracta o figurativa

2 CONTEXTO

Contexto histórico

Contexto artístico

3 ANÁLISIS

Contenido

Materiales y técnicas

Volumen

Movimiento

Composición

Proporcionalidad

Masa

Luz

Color

4 CONCLUSIÓN

Síntesis de la obra

Antecedentes

Influencia posterior

CRISTO YACENTE (1605-1615)

Gregorio Fernández

CRISTO YACENTE. GREGORIO FERNÁNDEZ. Convento de los Padres Capuchinos. Madrid (1605-1615)

1 INTRODUCCIÓN

Autor, nombre de la obra, fecha, el lugar en el que se encuentra en la actualidad y el estilo.
Exenta o relieve
Forma: parte del cuerpo, posición, tamaño, escultura individual o grupo
Fidelidad a la realidad: abstracta o figurativa

2 CONTEXTO

Contexto histórico

Contexto artístico

3 ANÁLISIS

Contenido

Materiales y técnicas

Volumen

Movimiento

Composición

Proporcionalidad

Masa

Luz

Color

4 CONCLUSIÓN

Síntesis de la obra

Antecedentes

Influencia posterior

FIGURA RECLINADA (1938)

Henry Moore

1 INTRODUCCIÓN

Autor, nombre de la obra, fecha, el lugar en el que se encuentra en la actualidad y el estilo.
Exenta o relieve
Forma: parte del cuerpo, posición, tamaño, escultura individual o grupo
Fidelidad a la realidad: abstracta o figurativa

2 CONTEXTO

Contexto histórico

Contexto artístico

3 ANÁLISIS

Contenido

Materiales y técnicas

Volumen

Movimiento

Composición

Proporcionalidad

Masa

Luz

Color

4 CONCLUSIÓN

Síntesis de la obra

Antecedentes

Influencia posterior