B8/2. La irrupción de M. Gorbachov: “Perestroika” y “Glasnost”, la desintegración de la URSS: CEI- Federación Rusa y las nuevas repúblicas exsoviéticas.
B8/3. La caída del muro de Berlín y la evolución de los países de Europa Central y Oriental.
LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN Y LA DESINTEGRACIÓN DE LA URSS
Las reformas emprendidas por Gorbachov en la URSS tuvieron pronto efecto en Europa, la penosa situación económica de las democracias populares y las ansias de libertad de los pueblos que habitaban estos estados empujaron poco a poco a sus gobiernos a realizar reformas que transformaron sus países en pocos meses gracias al empuje de la población.
Dentro de la URSS la situación era similar, muchas de las repúblicas que conformaban la unión vieron como el sentimiento nacionalista florecía de manera espontanea, en las repúblicas bálticas, en el Cáucaso y en la propia Rusia se sucedían acontecimientos que debilitaban a la Unión Soviética y parecían abocar a la gran potencia comunista a profundos cambios en su estructura federal.
Gorbachov consiguió más de 70% de respaldo en el referéndum que convocó para decidir si la URSS debía seguir existiendo baja un nuevo tratado en marzo de 1991. Pero las fuerzas nacionalistas disgregadoras con Rusia y su presidente Boris Yeltsin a la cabeza habían debilitado muchísimo del poder de Gorbachov. Cinco meses después de la convocatoria del referéndum y a la puertas de la aprobación del nuevo tratado de la unión, el 21 de agosto de 1991 fuerzas conservadoras del PCUS daban un golpe de estado que fue sofocado rápidamente gracias al papel del Yeltsin. Se precipitaba así el fin de la URSS. El 25 de diciembre de 1991 Gorbachov renunciaba y la URSS desaparecía.
LA CAÍDA DEL MURO
Durante el sepelio por Chernenko el 12 de marzo de 1985 Gorbachov ya anunció a los líderes de los países del Pacto de Varsovia que a partir de ese momento su destino dependía de ellos mismos. Los recelos y las resistencias por parte de los dirigentes y los aparatos de poder de estos países no dieron muestras de aperturismo claras hasta más cuatro años después. El miedo era palpable tras los sucesos en Hungría, Checoslovaquia o la RDA; aventurarse a realizar cambios en las repúblicas democráticas era un acto de mucho valor. Para incidir en su decisión, Gorbachov viajó a varios de los países miembros del Pacto de Varsovia y se reafirmó en el hecho de que la URSS no intervendría en ningún caso si cualquiera de estos países decidía realizar los cambios que estimara oportuno.
Hungría daría el primer paso, en abril de 1989, se produjo el desmantelamiento de la valla que separaba las fronteras húngara y austriaca. En el verano de ese mismo año (entre agosto y septiembre) cientos de miles de alemanes del Este llegaron a la República Federal Alemana a través de Checoslovaquia y Hungría sin que ninguna autoridad de Europa del Este o soviética se lo impidiera. El Telón de Acero comenzaba a resquebrajarse.
El 18 de octubre de 1989 Erich Honecker renunciaba a su puesto y se hacía con el poder en la RDA Egon Krenz, menos de un mes después y en medio de numerosas manifestaciones y protestas, el 9 de noviembre de 1989, se aprobaba una nueva legislación para permitir la entrada y salida de la RDA a través de los puntos de cruce entre Alemania Oriental y Occidental. Para anunciar los cambios se emitió en directo una rueda de prensa que precipitó los acontecimientos, tras su emisión, miles de alemanes del este se agolparon en las fronteras y cruzaron a Berlín Oeste, las fronteras del Este y el Oeste se abrían, durante los siguientes días las imágenes de alemanes destruyendo el muro se multiplicaron.
El 3 de octubre de 1990, menos de un año después de la caída del Muro de Berlín la RFA y RDA dejaban de existir y aparecía una Alemania reunificada con capital en Berlín.
LA RUEDA DE PRENSA QUE DERRIBÓ EL MURO
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LA DESINTEGRACIÓN DE LA URSS
La caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 tuvo un efecto inmediato en la URSS, aunque varios meses antes ya se habían registrado movimientos en diferentes repúblicas soviéticas, incluida Rusia, en los que la población reclamaba importantes cambios políticos, territoriales o directamente la independencia, estos no habían tenido la trascendencia de lo ocurrido en Alemania por su simbolismo. Alguno de estos sucesos fueron los siguientes:
- El 20 de febrero de 1988 el Soviet de la región azerbaiyana de Nagorno Karabaj declara su intención de unirse a Armenia, lo que desata el primer conflicto territorial entre dos repúblicas soviéticas.
- El 16 de noviembre de 1988 el Soviet Supremo de la república soviética de Estonia adopta una declaración sobre la soberanía nacional en virtud de la cual las leyes estonias tendrán supremacía sobre las vigentes en la URSS.
LA DESINTEGRACIÓN DE LA URSS
- Las elecciones de marzo de 1989 habían despertado en toda la Unión Soviética un estado de efervescencia política nunca antes visto. Por primera vez candidatos no pertenecientes al PCUS podían presentarse a unas elecciones en la URSS.
- El 9 de abril de 1989 mueren 19 personas en una manifestación independentista en Tiflis disuelta violentamente por tropas del Ejército soviético.
- Se lleva a cabo la conocida como Cadena Báltica, un evento que tuvo lugar el 23 de agosto de 1989, cuando más de un millón y medio de personas se cogieron de las manos para formar una cadena humana de más de 600 kilómetros de longitud, cruzando las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), y pasando por sus tres capitales (Tallin, Riga y Vilna, respectivamente) reclamando la independencia de estas tres repúblicas….
Ese mismo mes de agosto cientos de miles de alemanes del Este viajaban al Oeste y comenzaba la crisis que acabaría en noviembre con la caída del muro. Este simbólico hecho acelerarían los acontecimientos dentro y fuera de la URSS. A partir de ese momento tres actores decidirían el futuro de la Unión Soviética y del bloque comunista:
- Mijaíl Gorbachov, que ansiaba crear una nueva unión al estilo de la Unión Europea basada en el respeto de las nacionalidades y los derechos humanos
- Boris Yeltsin, enemistado con Gorbachov y enfrentado con él por el liderazgo en la nueva situación que estaba creándose, consiguió hacerse con el poder en la República más poderosa de la URSS (Rusia), desde ese mismo momento luchó por desbancar a Gorbachov aunque eso supusiera el fin de la URSS y de cualquier otra unión viable.
- Los líderes más conservadores del PCUS, con el jefe del KGB a la cabeza: Vladímir Kryuchkov, que deseaban que la URSS mantuviera su status sin cambios importantes.
Gorbachov que intentaba conseguir un precario equilibrio entre reformistas y conservadores decidió incluir en su gobierno a varios líderes conservadores del PCUS, lo que había provocado fuertes críticas desde sectores reformistas, incluso su amigo, el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Eduard Shevardnadze, dimite después de cinco años en el cargo tras denunciar que “se aproxima una dictadura“.
Por otro lado, los problemas étnicos y nacionalistas demandaban cambios profundos en la estructura territorial de la URSS, la respuesta por parte de Gorbachov fue el Nuevo Tratado de la Unión que convertiría a la Unión Soviética en una federación de repúblicas independientes con un presidente, política exterior y militar común. Seis de las quince repúblicas soviéticas, sin embargo, no participaron en el borrador del tratado:
- RSS de Estonia
- RSS de Letonia
- RSS de Lituania
- RSS de Moldavia
- RSS de Georgia
- RSS de Armenia
En vista de la resistencia al tratado por parte de sectores conservadores y dado que varias repúblicas aspiraban o incluso ya habían declarado su independencia y rechazaban el proyecto, en marzo de 1991 se convocó un referéndum en el que se preguntó al conjunto de los habitantes de la URSS la siguientes cuestión:
PREGUNTA DEL REFERÉNDUM DE LA URSS
Aunque en algunas repúblicas se boicoteó el referéndum, el 77,8% votó a favor. Gorbachov tenía el apoyo popular del conjunto de la URSS, pero al mismo tiempo se realizaron una serie de preguntas en las Repúblicas que conformaban la URSS, en Rusia se preguntó si debía crearse un puesto electivo de Presidente cuyo resultado arrojó el 71.4% de los votos a favor. Las primeras elecciones presidenciales en Rusia se realizaron el 12 de junio de 1991 en la aún República Socialista Federativa Soviética de Rusia para escoger al nuevo jefe de estado electo de la república, el elegido fue Boris Yeltsin.
Durante ese mismo verano de 1991 se esperaba aprobar el Nuevo Tratado de la Unión, pero los temores de Shevardnadze se harían realidad: el 19 agosto de 1991 el sector más conservador del gobierno de la URSS dio un golpe de estado para evitar la firma del tratado. Gorbachov fue apartado de sus funciones y recluido en su residencia de verano, decenas de tanques se apostaron frente a los edificios públicos de Moscú y el mundo contuvo el aliento durante tres largos días.
En este contexto Boris Yeltsin jugaría un papel fundamental, en un audaz acto, el presidente de la RSFS de Rusia se subió a uno de los tanques que habían sido desplegados por Moscú y se posicionó en contra del golpe, leyendo el siguiente texto:
EL DÍA DESPUÉS DEL GOLPE DE ESTADO EN LA URSS EN EL TELEDIARIO DE RTVE, ANTES DE QUE YELTSIN LEYERA SU COMUNICADO
LOS CIUDADANOS RUSOS ESTÁN EMPEZANDO A SER DUEÑOS DE SU DESTINO
Ante la actitud tomada por buena parte de los moscovitas y la inacción del ejército, que no reprimió a los ciudadanos que salieron a manifestarse, los golpistas depusieron su actitud y Yeltsin sacó a Gorbachov de su residencia de verano donde había sido apresado. Esto presentaba a Yeltsin como el defensor de la democracia y de los cambios en Rusia. A partir de ese momento Yeltsin controlaba de facto en poder en Rusia, mientras que Gorbachov había perdido la posibilidad de reconducir a la URSS hacia una nueva forma de unión.
EL 23 de agosto daría el golpe de gracia a Gorbachov al intentar obligarle a firmar un documento por el que el PCUS quedaba fuera de la ley en Rusia ante el Congreso de los Diputados del Pueblo de la Unión y siendo emitido en directo por la televisión, ante la negativa a firmar de Gorbachov, será el propio Yeltsin el que lo haga dejando al dirigente soviético totalmente aislado.
La crisis de poder abierta por el golpe fue aprovechada también por las distintas repúblicas para asumir la soberanía plena. En septiembre de 1991, Moscú tuvo que reconocer la independencia de Estonia, Letonia y Lituania (las provincias bálticas).
A partir de ese momento se sucedieron el resto de reconocimientos: en diciembre, tuvo lugar el más importante: Ucrania, que producía buena parte de la energía eléctrica de la URSS; además en ella se hallaba el emplazamiento de una importante base nuclear y en la península de Crimea la base naval más importante de la armada soviética en el Mar Negro: Sebastopol.
LA CREACIÓN DE LA CEI
Al cabo de poco tiempo, el resto de las repúblicas fue logrando poco a poco su independencia.
DISCURSO DE DIMISIÓN DE GORBACHOV
Ante esta situación, Yeltsin, a espaldas del Gorbachov, firmaba el 8 de diciembre en Bielorrusia con otras repúblicas un tratado de unión diferente al propuesto por Gorbachov: la CEI (la Comunidad de Estados Independientes) y se prohibía “la aplicación de normas de terceros países, incluida la antigua Unión Soviética, en el territorio de los Estados signatarios, y queda paralizada la actividad de los órganos de la antigua Unión“, definitivamente Gorbachov quedaba como el presidente de un país inexistente. El 21 de diciembre el acuerdo de Belavézhskaya era ratificado en Almá Attá por 11 de las antiguas 15 repúblicas socialistas soviéticas y el 25 de diciembre de 1991 Gorbachov firmaba su renuncia y se certificaba el fin de la URSS.
LOS CAMBIOS EN LA EUROPA COMUNISTA
La caída del Muro de Berlín en 1989 y la desaparición de la URSS, dos años después, supuso para los países europeos del bloque comunista la imposibilidad de salir de la ruina sin el apoyo del bloque capitalista, se quisiera o no, había que recurrir al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial y Occidente no estaba dispuesto a prestar nada si no se le dejaba intervenir en la política y en la economía de la zona. Se exigía el fin de los regímenes comunistas y de la economía planificada, la libertad de partidos y libre entrada al capital occidental. Se pasaba de una dependencia a otra, no sin sacrificios.
En los años noventa del siglo XX, estos países comenzaron un difícil proceso de transición política. Tenían que construir, en un breve período de tiempo, una nueva organización basada en el pluralismo democrático y en la economía de mercado.
Los países más fuertes, como la República Democrática Alemana o Checoslovaquia, resistieron la acometida; los más débiles, como Rumania o Polonia, se hundieron y arrojaron oleadas de emigrantes que, en la miseria, aparecían en las ciudades occidentales. Y aún hubo otros con menos fortuna, como Yugoslavia, que se vio abocada a una guerra civil.
A finales del siglo XX, la meta de muchos países de la Europa del Este era clara: la incorporación a la UE. Para los gobernantes poscomunistas, y también para la ciudadanía, que cargaba a sus espaldas el coste de la transición hacia la economía de mercado, el ingreso en la UE era una promesa de inversiones, de fondos de ayuda y de desarrollo económico y estabilidad política. El proceso de integración de diez países candidatos de la Europa oriental comenzó oficialmente en 1998 y se extendió, en medio de intensas negociaciones, durante cinco años. En 2004, la mayoría de los antiguos países comunistas del Este (Rumania y Bulgaria en 2007) pasaron a formar parte de la UE.
Con el inicio del siglo XXI muchos de estos países recién incorporados a la UE comenzaron a ser gobernados por fuerzas políticas profundamente conservadoras y nacionalistas, que han llevado a cabo reformas legales contrarias a los postulados de pluralismo y respeto de los Derechos Humanos de la UE.
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REPÚBLICA DEMOCRÁTICA ALEMANA
GOOD BYE LENIN (2003) Wolfgang Becker
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POLONIA
La reforma de la Constitución en 1989 acabó con el comunismo en Polonia y abrió el camino a la democratización del país. Destacó Lech Walesa, dirigente histórico del sindicato Solidaridad, que se convirtió en el presidente democrático del país entre los años 1990 y 1995. En 2004 consiguió entrar en la UE. A partir de la primera década de los 2000 Polonia optó por fuerzas políticas muy conservadoras y nacionalistas. Los hermanos Kaczynski han dirigido el país durante varios años y han realizado modificaciones legales restrictivas con las libertades individuales que han alarmado a la UE.
HUNGRÍA
El gobierno, acorralado por los grupos opositores, no tuvo más remedio que llegar a una serie de acuerdos en 1989, como el compromiso de realizar elecciones libres multipartidistas, cambios en la presidencia del país, la redacción de una nueva Constitución y reformas políticas democratizadoras (como la aprobación de las leyes de asociación y de reunión, y la disolución del Partido Comunista). En las primeras elecciones democráticas de 1990 triunfó el Foro Democrático Húngaro, y los nuevos gobernantes impulsaron la democratización del país, el desarrollo económico y la colaboración con Occidente. En 2004 ingresó en la Unión Europea.
El primer presidente tras la llegada de la democracia fue el escritor Árpád Góncz, que estuvo en el cargo entre el 2 de mayo de 1990 y el 4 de agosto de 2000. En la jefatura de gobierno la figura más destacada ha sido y sigue siendo la Viktor Orbán que consiguió un primer mandato entre 1998 y 2002. Posteriormente, a partir del año 2010 ha vuelto a conseguir varias victorias electorales que le mantienen en el poder. Su política, profundamente conservadora y nacionalista ha provocado sanciones y constantes apercibimientos por parte de la UE.
CHECOSLOVAQUIA
En Checoslovaquia, las protestas y la movilización popular en 1989 lograron que se suprimiese la hegemonía comunista y se convocaran elecciones democráticas en las que ganó el opositor Foro Cívico, cuyo representante más conocido, el escritor y dramaturgo Václav Havel, fue elegido presidente de la República por el Parlamento.
La democratización de Checoslovaquia terminó en su propia disolución como Estado. En las elecciones legislativas de 1992 venció la derecha liberal en la República Checa, mientras que en Eslovaquia venció la izquierda nacionalista. Los primeros ministros, el eslovaco Vladimir Meciar y el checo Václav Klaus, acordaron la partición del país de manera pacífica en 1993. Se constituyeron dos Estados independientes: la República Checa y Eslovaquia, que entraron en la Unión Europea en 2004.
BULGARIA Y LOS PAÍSES ALEJADOS DE LA URSS
Bulgaria con una sociedad civil muy débil, la transición política fue más larga e incompleta. Es uno de los países más pobres de Europa y ha vivido, durante muchos años, en un estado de crisis política casi permanente. En 2007 consiguió formar parte de la UE, pero su situación económica está lejos de solucionarse y sigue enviando miles de emigrantes a países del oeste de Europa.
Rumania, presidida por el excomunista Ion lliescu entre 1990 y 1996, y de nuevo entre 2000 y 2004, mantuvo una parte del aparato estatal que había gobernado en la época del dictador Ceausescu. Su situación económica, es precaria, lo que ha provocado que millones de rumanos se hayan visto obligados a emigrar durante los 90 y la primera década del nuevo milenio. En 2007 consiguió entrar en la UE y en los últimos años parece que su economía está empezando a mejorar.
Albania tardo años en adaptar su sistema económico y político y todavía no ha conseguido entrar en la UE por este motivo, su economía es de las más débiles del continente y cientos de miles de albaneses han tenido que salir de su país en dirección a Italia.
MANIFESTACIONES ANTICORRUPCIÓN EN RUMANIA (2017)
El caso más sangrante es de Yugoslavia, en 1991 se desencadenó una guerra que acabó con la disolución del país y la muerte de miles de personas. Las diferencias étnicas y raciales que estallaron con el conflicto siguen latentes en territorios como Kosovo y Bosnia-Herzegovina. Veremos la evolución de Yugoslavia y de los países que aparecieron tras su desaparición en el tema 14.
LA CEI, LA FEDERACIÓN RUSA Y LAS EXREPÚBLICAS SOVIÉTICAS
El Estado más importante resultante de la ruptura de la URSS fue Rusia, que heredó su enorme potencial militar y gran parte de sus problemas económicos y sociales. Rusia se convirtió en una democracia liberal. Se estructuró en una federación de repúblicas, dirigida por un Gobierno central a cuya cabeza se situaba el presidente. En cada república había Gobiernos locales autónomos para ciertos asuntos propios.
El primer presidente ruso fue Boris Yeltsin, cuyo Gobierno se vio desde el comienzo enfrentado a una serie de graves problemas derivados de la adaptación de la economía al modelo capitalista y del descontrol tras el derrumbe del férreo dominio político que ejercía el PCUS.
El resto de repúblicas tuvo una evolución dispar, los países bálticos adaptaron rápidamente su economía y política y consiguieron entrar en la UE y la OTAN. Bielorrusia, Ucrania y Moldavia permanecieron bajo el paraguas de Rusia, en el caso de Ucrania cambios recientes la han hecho enfrentarse militarmente con el gigante ruso. Los países del Cáucaso han tenido problemas étnicos, territoriales y políticos desde su independencia lo que les ha impedido desarrollarse económicamente u optar a entrar en la UE. Y por último las repúblicas asiáticas se han convertido en su mayoría en dictaduras apoyadas desde Moscú con una evolución económica y social prácticamente nulas.
PRESENTACIÓN DE LA CEI COMO EQUIPO UNIFICADO EN LAS OLIMPIADAS DE BARCELONA 92
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LA CEI
A partir del 21 de diciembre de 1991 la CEI (Comunidad de Estados Independientes) fue vista, en un primer momento, como la organización sucesora de la Unión Soviética. Sin embargo, la CEI nunca fue un estado, podría compararse con la Unión Europea, por su carácter supranacional, pero sus competencias son mínimas: tiene a su cargo la coordinación de comercio, finanzas, leyes y seguridad de los Estados miembros. Pocos de estos poderes se ejercen en un ámbito supranacional real, y es criticada (interior y exteriormente) como una organización simbólica.
Los once Estados originales fueron Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán. Desde entonces ha habido varias entradas y salidas de la organización por diferentes motivos:
- En diciembre de 1993, finalmente, Georgia se une a la CEI tras una guerra civil en la que tropas rusas intervinieron a favor del gobierno de Eduard Shevardnadze, cercano a Moscú.
- El 26 de agosto de 2005 Turkmenistán abandonó el organismo para convertirse en miembro asociado.
- En agosto de 2008, Georgia anuncia su retirada total de la CEI tras la Guerra de Osetia del Sur, y deja de ser miembro formal del órgano en agosto de 2009.
- En marzo de 2014, Ucrania anuncia que deja de participar en la CEI después de la Anexión de Crimea y Sebastopol a Rusia, y sus representantes fueron retirados en mayo de 2018, debido a la Guerra en el Donbáss.
- Mongolia participa en algunas estructuras de la CEI como miembro observador.
Según Vladímir Putin, su propósito fue el permitir un “divorcio civilizado” entre las repúblicas que conformaban la Unión Soviética. Las oficinas centrales de la CEI se encuentran localizadas en Minsk, la capital de Bielorrusia. El cargo de Presidente de la CEI es conocido como Secretario Ejecutivo. Hasta la fecha, la mayoría de sus líderes han sido rusos o bielorrusos. Actualmente la organización está liderada por el antiguo Ministro del Interior ruso, Vladímir Rushailo.
Durante los Juegos Olímpicos de 1992 la CEI participó bajo el nombre del Equipo Unificado, compuesto en su mayoría por deportistas de 12 repúblicas soviéticas, por primera y única vez.
Desde el año 2014 nuevos proyectos de integración económica y política están apareciendo entre algunas de las antiguas repúblicas soviéticas los más importantes son la Unión Económica Euroasiática y la Unión Euroasiática donde Rusia, Bielorrusia, Kazajistán y Armenia están intentando poner en común ciertas políticas, otros estados de la CEI o de la esfera rusa como Siria, están barajando la posibilidad de sumarse a estos proyectos que dejarían obsoleta a la CEI.
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LAS REPÚBLICAS BÁLTICAS
En las repúblicas bálticas, donde el grado de desarrollo económico y la movilización política previas fueron más intensas, la transición política se efectuó con menos problemas y con mayor rapidez, y las reformas democráticas fueron estables y sólidas y el distanciamiento con Moscú inmediato, nunca llegaron a formar parte de la CEI.
Estonia, Letonia y Lituania tenían relaciones más cercanas con Occidente, un nivel de vida más elevado que el resto de la URSS y una historia reciente como países independientes. En poco tiempo consiguieron entrar en la UE (2004) y la OTAN (2004) para desesperación de Rusia, que no veía con buenos ojos tener en su frontera noroeste a la coalición militar liderada por los EEUU.
En los últimos años varias maniobras militares de gran envergadura han puesto a la región en el centro de la confrontación OTAN-Rusia.
LOS EJÉRCITOS DE LOS PAÍSES BÁLTICOS Y LA OTAN SE PREPARAN ANTE LA HOSTILIDAD RUSA EN OTRAS REGIONES
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LA REGIÓN DEL CÁUCASO
Armenia, Azerbayán y Georgia, en la región del Cáucaso, padecen conflictos entre los movimientos nacionalistas y las diferentes minorías étnicas.
La región del Cáucaso es una zona con grandes yacimientos de petróleo y de gas situada en la frontera entre Rusia y el mundo islámico. Después de la caída de la URSS, los enfrentamientos entre las nuevas repúblicas se sumaron a los viejos conflictos étnicos y religiosos. Rusia mantiene con ellas una política agresiva, empeñada en no perder su influencia geoestratégica en la zona.
En 1991 consiguieron su independencia las tres repúblicas del Cáucaso Sur: Armenia, Azerbaiyán y Georgia. Las dos primeras se enfrentaron durante varios años por el control del enclave de Nagorno-Karabaj. En Georgia, la guerra estalló cuando grupos insurgentes armados, apoyados por Rusia, se rebelaron en los territorios de Osetia del Sur y Abjasia.
En el Cáucaso Norte hay siete repúblicas autónomas que pertenecen oficialmente a la Federación Rusa. El conflicto más grave es el de Chechenia. La primera guerra (1994-1996) terminó con la victoria de los rebeldes chechenos. Pero, en 1999, el ejército ruso volvió a invadir el territorio, iniciando una larga y cruenta contienda con destrucciones masivas y sangrientos atentados terroristas reivindicados por grupos de islamistas radicales.
EL RESTO DE LAS ANTIGUAS REPÚBLICAS SOVIÉTICAS
Su evolución fue muy diferente:
- Bielorrusia, junto a la frontera europea, sigue siendo una dictadura décadas después de su independencia.
- Moldavia no tuvo una verdadera transición política y los altos cargos del antiguo régimen retornaron muy pronto al poder. Moldavia sigue siendo un país poco desarrollado y con un conflicto (Transnistria) territorial y político enquistado que impide su desarrollo.
- Ucrania al igual que Moldavia contó con gobiernos heredados de la época comunista hasta el cambio de milenio cuando la «revolución naranja» (2004) intentó acabar con los gobiernos prorrusos herederos de la anterior etapa y modificó su política exterior para acercarse a Occidente, pero los problemas económicos derivados de una industria atrasada y un sector terciario poco desarrollado, junto a la dependencia energética de Rusia frenaron este objetivo.
MOLDAVIA Y TRANSNISTRIA. UN EJEMPLO DE LA INJERENCIA RUSA
A finales de 2013 se produjo una insurrección popular que derrocó al Gobierno prorruso y desencadenó una guerra civil, que enfrentó al Gobierno de Kiev y las regiones del oeste, de mayoría ucraniana, con los grupos rebeldes de las regiones del sur y del este, de influencia rusófona.
- Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, repúblicas asiáticas, establecieron regímenes autoritarios, algunos encabezados por los propios dirigentes comunistas locales, que se convirtieron en presidentes de los nuevos Estados. Sus economías están poco desarrolladas, son muy dependientes de Rusia, no han desarrollado un sector terciario fuerte y su sector secundario es muy débil.
LA FEDERACIÓN RUSA
A pesar de la pérdida de los territorios de las antiguas repúblicas, la Federación Rusa seguía siendo un país inmenso, con 145,8 millones de habitantes en 2019 y un gran potencial económico y militar.
El mandato de Boris Yeltsin
En la década de los noventa, el Estado estuvo dominado por la figura de Borís Yeltsin, un antiguo burócrata del Estado comunista que se convirtió en el líder del reformismo político ruso y alcanzó el poder en las elecciones celebradas en 1991. Yeltsin impulsó la privatización de la economía con reformas de carácter ultraliberal y acumuló un poder presidenclalista que le enfrentó al Parlamento.
La rápida liquidación de los bienes del Estado enriqueció en muy poco tiempo a un reducido número de hombres, una oligarquía de multimillonarios corruptos que se aprovecharon de la privatización del petróleo, el gas, los minerales, de las demás materias primas y de los oleoductos. Las reformas empeoraron el nivel de vida de la gran mayoría de la población, perjudicada por la eleva da inflación, el aumento de las diferencias sociales y el empeoramiento del sistema sanitario y de las pensiones. Numerosas personas no anhelaban en Rusia una vuelta al sistema comunista, pero sí la seguridad material y los precios baratos de la alimentación y de la vivienda que hasta entonces habían tenido.
A estos problemas sociales hay que sumar la actividad de las mafias, la corrupción institucional y las altas tasas de criminalidad. Y un conflicto violento interno, el de la guerra de Chechenia (1994-1996), un pequeño territorio, situado al norte del Cáucaso y cerca del mar Caspio, que se declaró independiente.
Los gobiernos de Putin y Medvédev
En 1999, Yeltsin dimitió por problemas de salud y dejó como primer ministro a Vladímir Putin, un político nacionalista que había trabajado durante muchos años en los servicios secretos soviéticos (KGB). Putin venció en las elecciones presidenciales de 2000 y de 2004.
En 2008, Putin no podía aspirar a un tercer mandato y apoyó la candidatura de Dmitri Medvédev, quien le nombró presidente de Gobierno de Rusia.
En 2012, después de una reforma constitucional, y con denuncias de irregularidades en los comicios, Putin volvió a ser elegido jefe de Estado, esta vez para un mandato de seis años. Durante más de una década, ha dominado la política rusa con una actitud cada vez más autoritaria. Su popularidad se basa, por una parte, en una ideología nacionalista de exaltación patriótica, que reclama para Rusia la condición de gran potencia internacional y, por otra, en el importante desarrollo económico, que duró hasta 2013.
Pero el crecimiento del producto interior bruto depende, en exceso, de la exportación de los recursos energéticos.
Y existen graves problemas sociales, como la baja esperanza de vida al nacer, la precariedad de los servicios públicos o el déficit democrático del sistema político. En las primeras décadas del siglo XXI se han recortado de manera considerable el derecho de expresión, la libertad de prensa y las oportunidades de protesta pública de los movimientos de oposición. Y revalidó su cargo en las elecciones presidenciales de 2018 con una mayoría absoluta superior al 75% de los votos, en medio amplias denuncias de restricciones a la oposición para defender su programa y sus candidatos.
Política exterior
La política exterior rusa se basa en el deseo de recuperar su papel como superpotencia mundial perdido desde la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Esta recuperación se constata con la intervención diplomática y militar en los conflictos de Oriente Medio, sobre todo en el apoyo al régimen sirio en la guerra civil que padece, además de otras intervenciones en países de esa región.
En 1999, el mismo año del ascenso de Putin al poder se reanudó la guerra en Chechenia. Los sangrientos atentados terroristas cometidos por grupos de islamistas radicales indignaron a la opinión pública rusa; que aceptó la dura represión ordenada por Putin. El conflicto bélico se prolongó durante varios años, hasta que las tropas rusas lograron ocupar todo el territorio checheno imponiendo una administración controlad desde Moscú.
El expansionismo ruso dio un salto importante en 2014 con la anexión de la península de Crimea y la desestabilización de la frontera este de Ucrania, apoyando a los grupos rebeldes prorrusos que combaten contra el Gobierno de Kiev. En diciembre de 2018, la crisis por el acceso de barcos ucranianos al mar de Azov ha reactualizado la posibilidad de un conflicto directo entre Rusia y Ucrania. El conflicto armado de Ucrania sigue siendo la mayor amenaza a la estabilidad de las relaciones internacionales: existentes desde 1991 en el este de Europa y en todo el continente, pero la dependencia europea, sobre todo alemana, de los recursos energéticos rusos ha impedido que la UE plante cara al gigante ruso.
Economía
Después de la disolución de la URSS, Rusia tuvo que afrontar, a lo largo de la década de 1990, un lento y costoso proceso de reconstrucción económica. La crisis financiera de 1998 fue un momento de inflexión.
En la primera década del siglo XXI, coincidiendo con la llegada de Putin al poder, Rusia basó su crecimiento económico en un valor seguro: la extracción y exportación de hidrocarburos. Fue el principal productor de gas natural del mundo (23%) y el tercer productor de petróleo bruto (9%). Y se benefició en gran medida del aumento en los precios internacionales de los productos energéticos.
La bonanza de la economía rusa se mantuvo hasta el año 2013. A partir de ese momento, el país entró en una situación económica muy preocupante. Las principales causas son las siguientes:
- Las sanciones financieras de Occidente contra Moscú (por su intervención en el conflicto de Ucrania)
- El desplome de los precios del petróleo
- La devaluación del rublo
- La retirada de inversiones extranjeras
- La fuga de capitales privados.
1 USANDO HISTORICAL MAPCHART VAMOS A CREAR UN MAPA EN EL QUE SE OBSERVEN TODOS LOS NUEVOS PAISES QUE APARECIERON TRAS LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN Y EL COLAPSO DE LA URSS. PODEMOS SEGUIR ESTE PATRÓN:
- PINTAR RUSIA EN COLOR ROJO
- EN COLOR ROJO CLARO AQUELLOS PAÍSES QUE SE INDEPENDIZARON DE LA URSS
- MÁS CLARO AQUELLOS QUE NO SE UNIERON A LA CEI
- EN UN ROJO MÁS OSCURO AQUELLOS QUE SI FORMARON PARTE DE LA CEI
- ELIJE OTROS COLORES PARA LAS EXREPÚBLICAS DEMOCRÁTICAS Y PARA LA ALEMANIA REUNIFICADA
TRAS COLOREARLO Y EXPORTARLO DEBEREMOS PONER EL NOMBRE DE CADA PAÍS CON UN EDITOR DE IMÁGENES (PAINT 3D, PAINT, DIBUJOS DE GOOGLE…)
B8/1.1 Localiza en un mapa las repúblicas exsoviéticas y los diferentes países formados tras la caída del muro de Berlín.
2 VAMOS A CREAR UN CUADRO SINÓPTICO SIMILAR AL DEL EJEMPLO EN EL QUE SE MUESTREN LAS CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS Y ECONÓMICAS DE ESTOS NUEVOS PAÍSES, SIGUE LOS EJEMPLOS PARA HACER EL RESTO, NO OLVIDES COMENTAR SI SON DEMOCRACIAS O DICTADURAS, SI PERTENECEN O NO A LA CEI O A LA UE O LA OTAN, SI HAN SUFRIDO O PROTAGONIZADO ALGÚN CONFLICTO Y SUS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS ECONÓMICAS:
B8/3.1. Elabora un cuadro sinóptico sobre la situación política y económica de las repúblicas exsoviéticas y la CEI- Federación Rusa.
PROPUESTA PARA EL TRABAJO INDIVIDUAL RELACIONADO CON LOS DERECHOS HUMANOS
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B8/4.1. Analiza imágenes que reflejen la caída del muro de Berlín.