12.3 Rebrote y final de la Guerra Fría (1964-1991)

Al final del tema 10 vimos como la llegada de Jruschov al poder en la URSS y de Kennedy en los EEUU abría un periodo conocido como la Coexistencia Pacífica, en el que ambas potencias consiguieron acercar posturas, aunque hubo conflictos muy graves como la construcción del Muro de Berlín (1961) o la Crisis de los Misiles cubanos (1962), comenzaba en esa época una tímida distensión.

En 1964, con la llegada de Brezhnev a la URSS y Johnson y Nixon en los EEUU estas políticas de apaciguamiento se ampliarán. Se dejaba atrás la Coexistencia Pacífica y se daba paso a un apaciguamiento real. Aparecieron nuevos factores que contribuyeron a modificar las relaciones internacionales y favorecieron la distensión. Los graves conflictos de los años anteriores habían alertado sobre el peligro de un conflicto nuclear y parecía necesario un acercamiento entre las superpotencias.

Durante los últimos años de la década de los setenta y los primeros ochenta, cambiaron por completo las relaciones internacionales, 1979 la URSS invadió Afganistán e intervino en Angola y Mozambique, estos movimientos alertaron a occidente que recrudeció nuevamente su carrera armamentística. La URSS, incapaz de seguir el paso de occidente e inmersa en una profunda crisis económica y social acabó colapsando tras el intento de reforma de Gorvachov.

RETRATO DE LA PRIMERA MISIÓN COOPERATIVA ENTRE ASTRONAUTAS ESTADOUNIDENSES Y SOVIÉTICOS QUE TENDRÍA LUGAR EN JULIO DE 1975

La Guerra Fría terminó cuando se derrumbó el bloque socialista, en 1989 ya estaba claro que la URSS sería incapaz de seguir manteniendo el pulso, dos años después se desintegraría.

B6/4. Rebrote y final de la Guerra Fría: Reagan y Gorbachov (la parte de Gorvachov y Reagan para el siguiente epígrafe)

LA DISTENSIÓN (1964-1976)

El miedo al apocalipsis nuclear surgido tras los enfrentamientos en Berlín y Cuba y la costosísima carrera armamentística obligaron a los EEUU y a la URSS a intentar contener esta locura, en los años 70 tendrán lugar varias conferencias en las que los contendientes de la Guerra fría acordarán controlar sus arsenales.

La aparición de nuevos actores políticos internacionales (CEE y China) con cada vez más peso y poder contribuirá también a la distensión, el fin de la guerra de Vietnam, de los enfrentamientos árabe-israelís, el acercamiento de Europa occidental a los países del bloque comunista y la Conferencia de Helsinki parecían augurar un futuro pacífico y estable para el planeta.

Occidente estaba debilitado por la crisis del petróleo y el bloque comunista no parecía dispuesto a recrudecer el enfrentamiento, los años 70 parecían aplacar a las dos superpotencias.

FIRMA DE LOS ACUERDOS DE HELSINKI FORD POR LOS EEUU Y BREZHNEV POR LA URSS (AGOSTO DE 1975)

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LAS CONVERSACIONES ENTRE LAS SUPERPOTENCIAS

Desde finales de los años sesenta, el enorme gasto que implicaba el mantenimiento de los costosos sistemas de las armas nucleares comenzaba a pesar sobre las economías de ambas superpotencias, por lo que era necesario frenar la carrera de armamentos. Además, el riesgo nuclear favoreció el surgimiento de corrientes pacifistas entre la población que presionaban a los gobiernos, especialmente en Occidente.

Por estos motivos, se iniciaron conversaciones para disminuir el gasto en armamento y alcanzar una reducción de los arsenales atómicos. El primer paso fue el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares de 1968, que pretendía evitar la difusión de este tipo de armas, aunque no fue firmado por dos países que eran potencias nucleares: China y Francia.

El acercamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética se volvió a manifestar con las negociaciones que dieron lugar durante la década de los setenta a los acuerdos SALT I (1972) y SALT II (1979) sobre limitación de armas estratégicas. Aunque eran un freno a la carrera de armamentos, en realidad se trataba de establecer el principio de la disuasión nuclear, un equilibrio del terror que aseguraba la mutua destrucción en caso de guerra.

ACUERDO SALT 1

Paradójicamente parecía la única manera de llegar a una situación de distensión y cierta seguridad mundial.

 

NUEVOS CENTROS DE PODER MUNDIAL

Otro factor que influyó en las relaciones internacionales fue el fortalecimiento de otros centros de poder mundial, que mantenían posiciones propias en las cuestiones internacionales, rompiendo la unanimidad de los bloques. Destacaron la Comunidad Económica Europea, que comenzaba a despuntar por su potencial económico, y China, que, tras su ruptura con la URSS en 1960 y su incorporación al grupo de potencias con armamento nuclear, adquirió gran influencia entre algunos países del tercer mundo.

 

LA ESTABILIZACIÓN DE LA SITUACIÓN INTERNACIONAL

Desde comienzos de la década de 1970 la situación internacional fue entrando en una fase de relajamiento de la tensión. Algunos de los conflictos más graves llegaron a su final o se comenzaron negociaciones para su resolución.

El final de la guerra de Vietnam, con los acuerdos de París de 1973, trajo consigo una disminución de la injerencia de las superpotencias en Extremo Oriente.

El conflicto árabe-israelí dio paso a las negociaciones tras 1973. Este conflicto se remontaba al año 1948, fecha de la creación del Estado de Israel, y había provocado cuatro guerras e infinidad de ataques terroristas. El factor que daba gran importancia a este conflicto era su posición geoestratégica, ya que se desarrollaba en el área con mayores reservas de petróleo del planeta, por lo que resultaba vital tanto para Estados Unidos como para la Unión Soviética. En 1973 se desató la guerra del Yom Kippur, cuando Egipto y Siria atacaron Israel. La intervención de las superpotencias paró el conflicto cuando la contraofensiva israelí estaba resultando victoriosa. Tras esa guerra comenzó un proceso de negociaciones entre Israel y Egipto que consiguió establecer una paz duradera entre ambos países.

LA GUERRA FRÍA EN EL CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ

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EL ACERCAMIENTO ENTRE EUROPA OCCIDENTAL Y EUROPA ORIENTAL

El ejemplo más claro de la mejora de las relaciones entre los países de Europa occidental y la Unión Soviética fue el cambio de política que se produjo en la República Federal de Alemania.

La llegada al poder en 1969 de Willy Brandt en la República Federal de Alemania representó el inicio de una política de acercamiento al este (la llamada Ostpolitik). La política de paz y distensión preconizada por Willy Brandt dio como resultado la firma de un tratado de no agresión y reconocimiento de la inviolabilidad de las fronteras europeas, firmado entre la República Federal de Alemania y la Unión Soviética el 12 de agosto de 1970 en Moscú.

En la misma línea se enmarca el Tratado de Varsovia, firmado el 7 de diciembre del mismo año, que normalizaba las relaciones entre la República Federal de Alemania y Polonia.

En 1972 Willy Brandt consiguió el reconocimiento mutuo de los dos Estados alemanes.

EL ACERCAMIENTO ENTRE EUROPA OCCIDENTAL Y ORIENTAL

Solo un año después ambos estados ingresaban en la ONU como miembros con plenos derechos. Esta política contribuyó a la normalización de las relaciones diplomáticas entre los dos bloques.

 

EL «ESPÍRITU DE HELSINKI»

La culminación de la nueva política de entendimiento y distensión internacional fue la Conferencia de Seguridad y Cooperación de Helsinki de agosto de 1975, entre representantes de treinta y cinco Estados pertenecientes al Pacto de Varsovia, a la OTAN y países neutrales. La conferencia concluyó con la elaboración de un documento final en el que los países firmantes reconocían las fronteras surgidas de la Segunda Guerra Mundial, se reforzaba la cooperación económica entre ambos bloques y los países comunistas se comprometían a defender los derechos humanos y las libertades.

La conferencia encarnaba la voluntad de los dos bloques protagonistas de la Guerra Fría de crear un foro de diálogo permanente. Así, se celebraron reuniones en años posteriores (1980, 1983).

LA CONFERENCIA DE HELSINKI Y SUS EFECTOS

LA OFENSIVA SOVIÉTICA

A mediados de los años setenta la posición hegemónica de Estados Unidos se hallaba debilitada. La guerra de Vietnam había significado una derrota que acabó con la idea de su invencibilidad militar. Desde entonces, Estados Unidos restringió su intervencionismo exterior, especialmente bajo el mandato del presidente Jimmy Carter (1977-1981). Además, el país atravesaba una grave situación económica provocada por la espectacular subida del precio del petróleo en 1973 y por el aumento de la deuda externa. La segunda crisis del petróleo de 1979 empeoró aún más la situación.

Por su parte, la Unión Soviética había salido reforzada por la instauración de regímenes comunistas en varios países asiáticos (Vietnam, Laos, Camboya) y la crisis del petróleo había afectado menos a su área de influencia. En este contexto, su posición parecía claramente favorable y Moscú pretendió aprovecharla para aumentar su poder.

SOLDADOS ESTADOUNIDENSES HERIDOS DURANTE LA GUERRA DE VIETNAM

En 1977 la URSS inició el despliegue de misiles nucleares de alcance intermedio por Europa oriental, que amenazaban a todo el continente. El objetivo era intimidar a los países europeos occidentales con la posibilidad de una guerra nuclear limitada en su territorio y obligarlos a alejarse de Estados Unidos.

Por otra parte, la Unión Soviética incrementó su apoyo a todos los movimientos revolucionarios del tercer mundo, reforzados por la crisis económica originada tras la subida del precio del petróleo en 1973. Esta estrategia se materializó en África en la instalación de regímenes de inspiración marxista en AngolaMozambique, Etiopía y Somalia.

LA GUERRA FRÍA EN ANGOLA

LA GUERRA FRÍA EN ETIOPÍA Y SOMALIA

En América Latina, la URSS apoyó la Revolución sandinista de 1979 en Nicaragua y a las guerrillas revolucionarias de El SalvadorGuatemala, Colombia, etc.

EL GIRO DE 1979: IRÁN Y AFGANISTÁN

El año 1979 fue fundamental para el recrudecimiento de la tensión entre las potencias. La Revolución islamista en Irán y la invasión soviética de Afganistán tuvieron una fuerte repercusión en Estados Unidos. Como consecuencia de estas crisis, la población estadounidense se distanció de las políticas dialogantes del presidente Jimmy Carter y comenzó a reivindicar actuaciones firmes que devolviesen a su país la hegemonía internacional.

 

LA REVOLUCIÓN ISLAMISTA EN IRÁN

Irán, gobernado por el régimen dictatorial del sah Rheza Palevi, era un firme aliado de Estados Unidos en Oriente Medio y uno de los principales productores de petróleo del mundo. Las reformas sociales, de corte occidental, que impuso el corrupto Gobierno del sah crearon un fuerte rechazo entre la población, que fue aprovechado por el clero chiita, liderado por el ayatolá Jomeini.

Las protestas derivaron en 1979 en una revolución que supuso la caída del sah y la instauración de una república fundamentalista islámica, es decir, un régimen sociopolítico basado en el estricto cumplimiento del Corán. Ese mismo año un grupo de radicales islámicos asaltó la embajada de Estados Unidos en Teherán y secuestró a ochenta empleados. Para liberarlos exigían la extradición del sah, que se encontraba en Nueva York.

El secuestro de la embajada se prolongó durante un año y supuso un fuerte desgaste para el presidente Jimmy Carter, que perdería las elecciones en favor del republicano Ronald Reagan. La población de Estados Unidos se mostró favorable a ejercer medidas de fuerza en el exterior para recuperar el prestigio internacional.

JOMEINI EL DÍA DE SU VUELTA A IRÁN EL DE 1 DE FEBRERO DE 1979

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LA GUERRA DE AFGANISTÁN

En los años setenta Afganistán estaba gobernado por un régimen afín a la Unión Soviética. En 1979 el Gobierno afgano, que sufría la oposición de distintas guerrillas armadas, pidió ayuda a la URSS.

La Unión Soviética, que en esos momentos se sentía fuerte, aprovechó para invadir el país. Los objetivos estratégicos de la intervención eran tres:

  • Contener la expansión del fundamentalismo islámico a algunas de las repúblicas soviéticas con mayoría de población musulmana.
  • Mantener en el poder al gobierno afgano prosoviético
  • Tomar posiciones en el entorno del océano Índico y del golfo Pérsico.

LA INVASIÓN SOVIÉTICA DE AFGANISTÁN

  • Dar un aviso a otros países aliados que pudieran tener la intención de alejarse de la órbita soviética.

A pesar de la masiva intervención, con más de 100.000 soldados soviéticos y un enorme despliegue de recursos militares, el gobierno prosoviético solo logró controlar las ciudades, mientras las fuerzas opositoras dominaban las zonas rurales. Estas guerrillas recibían ayuda económica y armamentística de Estados Unidos, Pakistán y Arabia Saudí. También recibían numerosos voluntarios, en su mayoría pertenecientes a grupos fundamentalistas islámicos, de numerosos países del ámbito musulmán. La fuerza de las guerrillas sorprendió al ejército soviético, que esperaba una rápida guerra de ocupación y se vio implicado en una prolongada guerra de desgaste.

MUYAHIDINES EN UN PUESTO FORTIFICADO EN EL VALLE DE SHULTAN (1987)
T-55 SOVIÉTICO EN LA GUERRA DE AFGANISTÁN (1985)
GRUPO ESPECIAL DE OPERACIONES SOVIÉTICO EN AFGANISTÁN (1988)
La imposibilidad de vencer a las guerrillas en el escarpado territorio afgano, en un evidente paralelismo con la guerra de Vietnam y su impenetrable jungla, y la larga duración de la guerra provocaron un enorme problema económico y político en la Unión Soviética. En un país como la URSS, con un férreo control de la prensa, se hizo cada vez más evidente el malestar entre la población y entre el propio ejército por el enorme coste en vidas humanas del conflicto y los errores en la planificación de la guerra. Además, la economía soviética, inmersa en gastos crecientes, sufrió un colapso, incapaz de afrontar todos los recursos que su política exterior y las exigencias militares requerían.

La guerra de Afganistán también tuvo importantes efectos internacionales. Supuso una derrota sin paliativos para la Unión Soviética, lo que debilitó su posición frente a Estados Unidos. Además provocó un profundo rechazo entre muchos de sus aliados y simpatizantes, que la consideraron una agresión imperialista contraria a todos los principios que la URSS decía defender.

UN FINAL INESPERADO

A mediados de la década de 1980 la agresiva política estadounidense patrocinada por el presidente Reagan coincidía con una situación de debilidad en la URSS. Los grandes gastos militares y el estancamiento de la producción habían provocado una fuerte crisis económica en la Unión Soviética, que, además, tenía que hacer frente a la desastrosa guerra de Afganistán.

El rebrote de la tensión y el aumento de la amenaza nuclear provocaron una gran preocupación.

PROTESTA CONTRA LAS ARMAS NUCLEARES EN ÁMSTERDAM EN 1981
REAGAN PRESIDENTE REPUBLICANO EN 1981

En los países occidentales, especialmente en Europa, resurgieron con fuerza renovada movimientos de carácter pacifista y antinuclear que se mostraron muy activos con frecuentes actos de protesta.

En el bloque comunista estos movimientos no pudieron tener una expresión pública, aunque sí fomentaron un fuerte sentimiento de rechazo hacia el comunismo. A partir de 1985, tal y como hemos visto en el punto anterior las protestas estallaron cuando el sistema dio las primeras muestras de debilidad. Lo que provocó la caída del Muro de Berlín, que simboliza el principio del fin del bloque comunista y de la Guerra Fría.

 

LA REACCIÓN DE LOS EE.UU.

En 1981 el republicano Ronald Reagan alcanzó la presidencia de Estados Unidos, con un programa claramente antisoviético y la propuesta de restaurar el liderazgo estadounidense en el mundo. Reagan dio un cambio radical a la política exterior estadounidense. Se abandonó la actitud contemporizadora de Carter y se optó por la dureza y la agresividad.

Frente al despliegue de misiles soviéticos en Europa, la Administración Reagan planteó la siguiente alternativa: o la URSS aceptaba la «opción cero», que consistía en la retirada de todos los misiles de ambas potencias de Europa, o Estados Unidos realizaría un despliegue masivo de misiles en Europa occidental. En 1983 la URSS rompió las negociaciones y Estados Unidos comenzó la instalación de más de 572 misiles de alcance intermedio, los llamados euromisiles.

El nuevo Gobierno estadounidense aumentó extraordinariamente los gastos militares y la investigación de nuevas armas. El proyecto más destacado fue la Iniciativa de Defensa Estratégica, también conocido como «guerra de las galaxias», que pretendía el desarrollo de un escudo espacial para destruir los misiles soviéticos en caso de ataque nuclear antes de que estos pudiesen caer sobre Estados Unidos.

También se potenció la intervención en distintas zonas del mundo para evitar que se acercasen a la Unión Soviética. El lugar más destacado fue Latinoamérica. Reagan ordenó la invasión de la isla de Granada en 1983, apoyó diversas dictaduras militares y armó a la guerrilla nicaragüense, «la Contra», que pretendía derrocar al gobierno sandinista, muy cercano a la Cuba castrista. También intervino en otras zonas del mundo, como Afganistán, donde ayudó a la guerrilla antisoviética.

LA GUERRA DE LAS GALAXIAS (1980-1988)

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LA LLEGADA DE GORVBACHOV Y BUSH

La llegada, en 1985, de Mijail Gorbachov al poder en la URSS cambió radicalmente la política internacional soviética. El nuevo gobierno inició una política de diálogo con Estados Unidos con el objetivo de detener la carrera armamentista y rebajar el enorme gasto militar, que estaba repercutiendo muy desfavorablemente sobre la economía soviética.

La primera manifestación del cambio de las relaciones fue la firma del Tratado de Washington (1987) para el desmantelamiento de los misiles de alcance medio. En 1989 la URSS retiró sus tropas de Afganistán. Poco después, el proceso de distensión se confirmó con la retirada de las tropas soviéticas de los países de la Europa del Este y la puesta en marcha de una apertura política y económica en la Unión Soviética.

Ese mismo año, en enero de 1989 juraba el cargo de presidente de los EE.UU. George Bush, quedaba atrás la beligerancia de Reagan y se abría una nueva posibilidad para la paz.

GORBACHOV Y BUSH FIRMANDO UN ACUERDO DE LIMITACIÓN DE ARMAMENTO

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EL FIN DE LA GUERRA FRÍA

En 1989, poco después de la caída del muro de Berlín, el nuevo presidente estadounidense George Bush (padre) y Mijaíl Gorbachov se reunieron en la Cumbre de Malta y proclamaron el inicio de una nueva era en las relaciones internacionales y el fin de las tensiones entre las superpotencias. Se puede considerar este momento como el final oficial de la Guerra Fría.

LA CONFERENCIA DE MALTA

CONFERENCIA DE PRENSA POSTERIOR A LA CUMBRE DE MALTA (3 DE DICIEMBRE DE 1989)

“El mundo está saliendo de una época para entrar en otra. Estamos en el principio de un largo camino hacia una era pacífica y duradera. La amenaza con la fuerza y la desconfianza, la lucha ideológica y psicológica deben quedar como cosas del pasado”.“Le aseguré al presidente de los Estados Unidos que nunca iniciaría una guerra caliente contra los Estados Unidos”.

Mijaíl Gorbachov

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“Podemos tener en cuenta que una paz duradera y el transformar las relaciones Este-Oeste nos lleve a una de cooperación de larga duración. Ese es el futuro para el mundo que el presidente Gorbachov y yo queremos iniciar aquí en Malta”.

George Bush (padre)

En 1991 se produjeron dos hechos definitivos para la finalización de esta etapa: la disolución del Pacto de Varsovia y la desintegración de la Unión Soviética, que se dividió en varios Estados.

Con ello se ponía fin a la política de bloques y Estados Unidos se convirtió en la indiscutida primera potencia del planeta. Aunque la OTAN no se disolvió, abandonó su confrontación con el bloque comunista y adoptó una doctrina basada en hacer frente a amenazas de distinta naturaleza.

DEFINE LOS SIGUIENTES CONCEPTOS, PERSONAJES O ACONTECIMIENTO HISTÓRICOS EN UN MÁXIMO DE CINCO LÍNEAS:

 

ACUERDOS DE HELSINKI

 

GUERRA DE LAS GALAXIAS

BUSCA EN LA TEORÍA LOS ACONTECIMIENTOS Y DECISIONES TOMADAS POR LA URSS Y LOS EE.UU.  QUE PROPICIARON EL RECRUDECIMIENTO DE LA GUERRA FRÍA A FINALES DE LOS 70 Y PRINCIPIOS DE LOS 80. ILUSTRA CADA UNO DE ELLOS CON UNA IMAGEN, PUEDES HACER LA ACTIVIDAD SIGUIENDO EL EJEMPLO QUE TIENES A CONTINUACIÓN:

ANALIZA LAS SIGUIENTES FUENTES HISTÓRICAS RESPONDIENDO A LAS PREGUNTAS:

LOS PRESUPUESTOS MILITARES DE LAS SUPERPOTENCIAS

Los EE.UU. y la Unión Soviética, con un 11 % de la población mundial, gastan más de la mitad del presupuesto militar del mundo, evaluado para 1984 en unos 800.000 millones de dólares.

Para mantener los gastos militares en los índices actuales, cada persona debe sacrificar a la carrera de armamentos de tres a cuatro años de los ingresos de su vida […].

El presupuesto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos es superior al presupuesto total de educación para 1.200 millones de niños en África, Latinoamérica y Asia, exceptuando Japón.

La Unión Soviética gasta en defensa militar más de lo que gastan los gobiernos de todos los países en desarrollo en educación y sanidad para 3.600 millones de personas.

M. Martínez de Sas, El mundo de los bloques, 1989

LA POLÍTICA DE LA DISUASIÓN

Los grandes de la Tierra podrían aniquilar naciones enteras con solo pulsar un botón, pero saben que tendrían todas las posibilidades de contarse ellos mismos entre el número de las víctimas de la tempestad así desencadenada. Y si, por milagro, uno u otro lograra escapar, su victoria solo le permitiría contemplar un reino en ruinas perdiéndose en la distancia y una raza minada en su descendencia por las enfermedades de las radiaciones.

No hay nada que compense este riesgo. Tienen que renunciar a la guerra abierta como medio de hacer prevalecer sus ambiciones e intereses. […]

La Guerra Fría es la mayor guerra de todos los tiempos […], es la primera en la que se ha puesto en juego el dominio del mundo entero e incluso del espacio circundante.

A. Fontaine, Historia de la Guerra Fría, 1970

LA GUERRA FRÍA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA URSS
LA GUERRA FRÍA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LOS EEUU
  1. ¿Cómo eran los presupuestos militares de Estados Unidos y la URSS durante la Guerra Fría? ¿Por qué?
  2. ¿Por qué el hecho de disponer de armas nucleares impidió que se desencadenara una guerra abierta entre las superpotencias durante la Guerra Fría?
  3. ¿Por qué se dice en el texto que «la Guerra Fría es la mayor guerra de todos los tiempos»?
  4. ¿Cómo se refleja en los mapas la idea que cada bloque tenía de que el otro intentaba rodearle y agredirle?
  5. ¿Cuáles fueron los principales conflictos interpretados como expansionismo del contrario? ¿Son los mismos? ¿Por qué?
  6. A partir de todo lo analizado en esta página y de la información de la unidad.
    1. Explica qué fue la carrera de armamentos (causas y consecuencias).
    2. Explica qué fue la disuasión mutua.

PROPUESTA PARA EL TRABAJO INDIVIDUAL RELACIONADO CON LOS DERECHOS HUMANOS

WILLY BRANDT Y LOS DERECHOS HUMANOS

EN LA TAEORÍA HEMOS VISTO QUIEN FUE WILLY BRANDT Y CUAL FUE SU PAPEL EN LA APROXIMACIÓN ENTRE EUROPOA OCCIDENTAL Y ORIENTAL. BUSCA INFORMACIÓN EN INTERNET SOBRE ESTE POLÍTICO Y SU RELACIÓN CON LOS DERECHOS HUMANOS.

POSTERIORMENTE HAZ UN PEQUEÑO SEMBLANTE SORE ESTE POLÍTICO ALEMÁN Y EXPLICA A TUS COMPAÑEROS EN UNOS 5 MINUTOS QUIÉN FUE Y CUAL FUE SU RELACIÓN CON LOS DERECHOS HUMANOS.

OBSERVA LA SIGUIENTE INFORMACIÓN SOBRE LA GUERRA FRÍA Y RESPONDE A LAS PREGUNTAS:

Una de las características fundamentales de la Guerra Fría fue una continua tensión militar entre las dos grandes potencias que dio lugar a una desaforada carrera armamentística. Los ejércitos soviético y estadounidense experimentaron un continuo crecimiento, al igual que el arsenal nuclear de ambos países. El despliegue militar se concentró especialmente en algunas zonas del planeta.

GASTO MILITAR EN 1980
EVOLUCIÓN DE LAS CABEZAS NUCLEARES ESTRATÉGICAS
EFECTIVOS DE LAS FUERZAS ARMADAS
ARMAMENTO OFENSIVO DESPLEGADO POR AMBAS POTENCIAS EN TORNO A 1980
AMENZA NUCLEAR SOVIÉTICA SOBRE LOS EEUU
AMENZA NUCLEAR ESTADOUNIDENSE SOBRE LA URSS
  1. ¿Para qué superpotencia supuso un mayor esfuerzo económico? ¿Por qué?
  2. ¿Cómo evolucionó la fabricación de cabezas nucleares?
  3. ¿Por qué necesitaban ejércitos tan numerosos estos países?

LOS VIDEOJUEGOS Y LA GUERRA FRÍA

Artículo de la web el orden mundial, puedes visitar el original clicando AQUÍ

CAPTURA DEL VIDEOJUEGO CONTRA DEL AÑO 1987

El hecho de que los videojuegos se desarrollaran en plena Guerra Fría ha marcado su Historia y ha hecho que reflejen las preocupaciones y necesidades de cada momento. Como en los juegos de tablero tradicionales, parece haberse asentado una máxima: el rojo es el color del enemigo.

Resulta prácticamente imposible enumerar todas las dimensiones en las que se plasmó el enfrentamiento entre bloques durante la Guerra Fría. Antes que un conflicto casi bélico, se trataba sobre todo de un duelo por imponer unos valores y un modelo político, económico y social. Es por ello por lo que el enfrentamiento abarca desde la carrera tecnológica —armamentística y energética— entre potencias hasta la batalla comercial y cultural contra gigantes del capitalismo como McDonald’s o Coca-Cola —incluido el antagonismo de la última con su principal rival, Pepsi—.

Como reflejo y representación de las distintas visiones del mundo, los objetos de la cultura masiva aportan una determinada definición de la realidad, destacan aquello que consideran valioso o necesario y apuntan tanto sus fallos como su estado ideal. No sorprende, por tanto, que la Guerra Fría se extendiera a manifestaciones culturales tan diversas como novelas, cómics, películas, producciones animadas de todo tipo, la música o incluso la danza; el arte en todas sus formas, desde la literatura y el teatro hasta la arquitectura, el diseño, la pintura y la fotografía, permite diseminar y consolidar ideas con enorme facilidad y, por tanto, constituye una herramienta privilegiada para la propaganda.

 

DEL TABLERO A LA PANTALLA

En los inicios de la URSS, Estados Unidos vivía una época dorada que pronto se vio truncada por la gran crisis económica de 1929. Los juegos de mesa de aquellas décadas —años 20 a 40— plasman ese optimismo inicial y la necesidad posterior de evadirse con juegos esencialmente lúdicos, como los populares Scrabble o Monopoly —un primer intento claramente fallido de denunciar la desigualdad inherente al sistema capitalista—. Sin embargo, la Unión Soviética supo aprovechar desde el primer momento el potencial propagandístico de estos objetos de ocio y creó juegos alineados con las doctrinas marxistas que glorificaban el trabajo físico, el belicismo patriótico y el realismo frente a la fantasía.

Después de finalizada la II Guerra Mundial, la tensión creciente entre los bloques comunista y occidental —la Guerra Fría— comenzaría a permear casi todos los aspectos de la vida. En estos años de posconflicto —décadas de 1940 a 1970— puede localizarse el origen de las versiones definitivas de juegos de guerra occidentales como Stratego, Risk y Tactics, además de los primeros videojuegos japoneses y estadounidenses, muy simples y muchos de ellos enmarcados en la carrera espacial.

SPACE INVADERS ES UNO DE LOS ARCADES MÁS RECORDADOS POR HABER POPULARIZADO EL GÉNERO DE LOS MATAMARCIANOS. FUE TAN EXITOSO QUE CIRCULA LA LEYENDA DE QUE EL GOBIERNO JAPONÉS LLEGÓ A CUADRIPLICAR LA PRODUCCIÓN DE MONEDAS

En la lógica de enfrentamiento diplomático entre potencias a través del deporte, el ajedrez se convertiría en los años 70 en el pasatiempo estrella de la URSS y buque insignia de su poderío estratégico. El ajedrez contenía tres de las ideas fundamentales de la guerra: confrontación, estrategia y control de un territorio. Pero el líder soviético Nikita Jrushchov era consciente de la necesidad de producir otros bienes de consumo y, hasta el fin de sus días, las fábricas militares soviéticas construyeron diversos modelos de máquinas recreativas —o arcades— basándose en las japonesas.

Debido a la escasez de materiales y los costes de producción y distribución, los arcades soviéticos eran escasos, pesaban más de 150 kg y eran elaborados con tecnología militar, por lo que sus diseños constituían material clasificado y solían inspirarse en el entrenamiento militar. Los juegos no tenían tablas de clasificación y eran en su mayoría simuladores de conducción, deportivos y bélicos, pero raramente de peleas y nunca de matar; obedecían así a los objetivos de fomentar la comunidad y desarrollar las capacidades de posibles futuros soldados, ya que, al necesitar la aprobación del Gobierno, debían promover los valores marxistas, como ya hicieran sus antecesores de mesa.

PENTOMINÓS ORNAMENTALES EN UN EDIFICIO SOVIÉTICO CONSTRUIDO CON MATERIAL PREFABRICADO
CAPTURA DEL TETRIS SOVIÉTICO ORIGINAL AÑO 1984

La producción de estos arcades cesó con el desmembramiento soviético y el triunfo del capitalismo manufacturero tecnológico de Estados Unidos y Japón. Debido a la necesidad de materias primas, muchas de las máquinas serían desmontadas para aprovechar sus materiales, pero un juego escaparía del olvido: el archiconocido Tetris. A pesar del sovietismo aparente de la dinámica de este juego de construcción, que recuerda a la austera arquitectura jruchovka, se trata de una adaptación del rompecabezas conocido como pentominó, muy popular durante la década de los 60. Sus primeras versiones comerciales en Occidente no pasaron por alto este hecho y explotaron hasta la saciedad este exotismo en la estética de su versión más conocida, de la empresa japonesa Nintendo. El primer juego soviético exportado a Occidente se convertía así en el lenguaje comercial sensacionalista en “el juego que logró escapar de la URSS”.

 

PÁNICO ROJO TRAS LOS MANDOS

En los años 60 y 70, Europa vivía una explosión de juegos de mesa inspirados en el frente oriental: Stalingrad, PanzerBlitz, Europa… Mientras tanto, el Ejército estadounidense se implicó en el desarrollo de videojuegos pioneros como Tennis for two —predecesor del Pong— y Spacewar!; los primeros juegos de disparo en primera persona —Maze War, Spasim y Battlezone—, y los primeros arcades bélicos —Tank, Air-Sea Battle y Missile Command—, reflejo del temor misilístico y, más tarde, nuclear que despertaba la contienda encubierta.

Estos juegos primigenios marcarían una tónica común en videojuegos posteriores sobre la II Guerra Mundial: una perspectiva exclusivamente occidental —casi siempre estadounidense—, maniquea y simplista que dulcifica los mayores horrores del conflicto a la vez que se centra en la violencia en lugar de los hechos.

En los 80 la industria estadounidense de los videojuegos se resentiría, pero resurgiría vigorosamente gracias a una serie de películas patrióticas de acción en la línea del anticomunismo reaganiano: Rambo, Rocky IV, Comando… Así, a los géneros ya conocidos de guerra —Harpoon—, estrategia —Crisis in the Kremlin— y simulación —F-19 Stealth Fighter— se sumarían los novedosos juegos de palizas y de peleas. Uno de los videojuegos de peleas más famosos de todos los tiempos fue Street Fighter, que permitía encarnar a dos luchadores de Japón y Estados Unidos contra enemigos de estos mismos países, así como de China, Reino Unido y, finalmente, Tailandia. Su segunda entrega se consolidaría como juego canónico y aparecerían nuevos personajes, incluido el soviético Zangief.

CAPTURA DE STREET FIGHTER II
Originalmente llamado Vodka Gobalsky, su nombre bebía de la fama soviética de consumir grandes cantidades de alcohol para soportar el frío; ya en un videojuego de peleas anterior, Super Punch-Out!!, podíamos encontrar otro personaje soviético llamado Vodka Drunkenski, cuyo nombre fue posteriormente cambiado por un más amable —y cercano a la cultura estadounidense— Soda Popinski. Ambos constituyen personajes completamente basados en estereotipos occidentales sobre los soviéticos; en el caso de Zangief, se lo asocia con los programas estalinistas de atletismo financiados por el Estado en los que se utilizaban drogas de musculación para facilitar la victoria. De naturaleza salvaje y siempre bajo las órdenes de Gorbachov, destaca de su biografía una referencia a su aversión por las “mujeres jóvenes y guapas”, quizá en un intento de minusvalorar la hombría soviética convirtiendo a su representante en homosexual.

Tras la disolución de la URSS a finales de 1991, empezarán a aparecer los primeros personajes rusos, algo menos estereotípicos, como Aleksey Zalazof en Slam Masters —convertido en el ucraniano Biff Slamkovich en la versión estadounidense del juego y probablemente inspiración para el estadounidense Alex en Street Fighter III—. La exitosa saga Tekken también introduce personajes rusos: el Dr. Bosconovitch, un androide basado en su hija Alisa y el agente de élite Sergei Dragunov, además de los ya clásicos androides Jack y Prototype Jack —el interés por los robots iniciaba su auge—. Por su parte, Zangief y Soda Popinski obtendrían la nacionalidad rusa en juegos de 2008 y 2009, respectivamente.

 

NUEVOS USOS Y MIEDOS RENOVADOS

Con la URSS desaparecida, los juegos de mesa occidentales llegan a los países exsoviéticos y la Guerra Fría deja de ser el tema central de los videojuegos domésticos —ordenador y consola—, los cuales terminan de sustituir a los anticuados arcades. Da comienzo una etapa de relajación de los valores occidentales en sus productos culturales, pero aún era necesario consolidar el relato histórico occidental con juegos como Command & Conquer: Red Alert, que presenta una Historia alternativa en la que el III Reich no existió y la URSS aspira a conquistar el mundo; de esa manera, la II Guerra Mundial queda justificada no solo como una intervención contra el nazismo, sino en prevención del afán expansionista de la URSS. Este miedo a un tercer conflicto a gran escala puede apreciarse en videojuegos posteriores que especulan con qué sucedería en caso de una eventual invasión comunista: Empire Earth, Battlefield, Freedom Fighters, World in Conflict, Homefront…

A finales de siglo, con el estreno de la película Salvar al soldado Ryan y de la primera entrega de la saga de videojuegos Medal of Honor, se impondrá asimismo un relato de los aliados tendente a borrar por completo la participación soviética en la derrota del régimen nazi. Salvo la trascendental batalla de Stalingrado —presente en videojuegos como Great Battles of WW2: Stalingrad, Medal of Honor: European Assault o Red Orchestra—, el frente oriental se halla desaparecido en combate y solo reaparece para alertar de los peligros del comunismo, ya sea planteando la posibilidad de una Rusia posapocalíptica tras Chernóbil —Fallout, S.T.A.L.K.E.R., Metro— o mostrando los aspectos más absurdos de los regímenes comunistas, desde la corrupción interna del KGB en el videojuego homónimo y el control aduanero entre las depauperadas Arstotzka y Kolechia en Papers, Please hasta la manipulación de la opinión pública de Republia desde un periódico estatal en The Republia Times o mantenerse en el poder en una república bananera en Tropico.

Si bien el pánico rojo se ha visto cada vez más sustituido por la “guerra contra el terror” en Oriente Próximo, títulos contemporáneos como Singularity o la serie Call of Duty abundan en la visión occidental de una Rusia heredera de la URSS. No deja de llamar la atención que en muchos de estos videojuegos solo es posible jugar como Estados Unidos —caso de ArmA: Cold War Assault, entre otros títulos ya citados— o se centran en misiones o comandos especiales —Metal Gear Solid 3, Cold War, Hitman 2— en vez de abordar el conflicto en toda su magnitud, con la honrosa excepción de sagas del nivel de Hearts of Iron —prohibida en China por “perjudicar su soberanía e integridad territorial”—.

BIG BOSS, ANTAGONISTA PRINCIPAL DE LAS DOS PRIMERAS ENTREGAS DE METAL GEAR Y PROTAGONISTA DE LA PRECUELA, PRESENTA EN ALGUNAS VERSIONES UN PARECIDO CONSIDERABLE CON EL CHE GUEVARA.
Ante la imagen estereotipada de juegos como Rise of Nations: Thrones and Patriots o Soldiers: Heroes of WWII, el Gobierno ruso ha asumido la tarea de crear sus propios “juegos patrióticos” y boicotear aquellos que presenten al país negativamente —China ya prohíbe entregas de las sagas Command & Conquer, Battlefield e I.G.I. por este motivo—. Curiosamente, uno de los videojuegos que ha inspirado este regreso a los juegos sancionados por el Gobierno es Company of Heroes 2, considerado antioccidental por otros por permitir controlar a los soviéticos contra los nazis hasta la victoria, en una línea similar a Guerrilla War, Death to Spies y Men of War. De hecho, algunas de las sagas más importantes de videojuegos han sido tachadas de “antioccidentales”: Metal Gear se alinea con la visión japonesa, crítica con Estados Unidos y con los conflictos bélicos; la siempre polémica serie Grand Theft Auto ha insistido en presentar la sociedad estadounidense como esencialmente violenta, clasista y decadente, y para algunos BioShock “enaltece la actuación del Gobierno en la vida cotidiana”.

En los últimos años, el Ejército estadounidense ha comenzado a utilizar los videojuegos no solo para entrenar a sus soldados, sino para tratar sus secuelas psicológicas —Tetris parece ser particularmente eficaz— y reclutarlos entre la población. Después del sonoro fracaso de Full Spectrum Warrior en 2004, más de medio siglo de inversión militar en la industria de los videojuegos dio sus frutos con America’s Army, un juego táctico de libre descarga que se popularizó a partir de 2007 y al que han contestado China con Glorious Mission —que simula una invasión de las disputadas islas Senkaku— y Líbano con Special Force. Al igual que Rusia, estos Gobiernos son plenamente conscientes de que, gracias a su capacidad de inmersión, los videojuegos son una poderosa herramienta de enseñanza, pero también de propaganda al proponer un relato parcial y necesariamente simplificado. Aunque a menudo se exagera con el efecto de los videojuegos en nuestras mentes, convertir la guerra en un juego no solo entraña el riesgo de la banalización del relato, sino del conflicto en sí mismo.