B8/1. La URSS y las democracias populares.
LA EVOLUCIÓN DE LAS DEMOCRACIAS POPULARES ENTRE 1964 Y 1989
Después de la desdichada Primavera de Praga de 1968 que terminó con la entrada en Checoslovaquia de los tanques del Pacto de Varsovia, se acabaron todos los intentos de reformas políticas y económicas en el bloque socialista europeo.
A partir de 1970, todos estos países aprovecharon el clima general de distensión para comerciar con los países capitalistas. Importaban tecnología, imprescindible para superar el atraso de su industria, y pensaban utilizarla para desarrollar industrias nacionales potentes, que exportaran cada vez más a Europa occidental, un mercado con mayor capacidad de compra que el oriental. Este camino exigía endeudar sus maltrechas economías y fue adoptado por Polonia con especial entusiasmo y también por Hungría, Yugoslavia y Rumania.
En 1989, mientras la URSS ponía en marcha su perestroika, las viejas estructuras de Europa oriental estallaron. Hubo rebeliones en cadena, pues la radio y la televisión extendían ahora rápidamente las noticias de cada conflicto. En las manifestaciones se pedían con más frecuencia artículos de consumo que libertades políticas.
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LA CRISIS DE LAS ECONOMÍAS COMUNISTAS DEL ESTE DE EUROPA
El modelo de crecimiento de los años cincuenta y sesenta comenzó a entrar en crisis en la década de 1970 por una serie de razones:
- La poca capacidad de adaptación de un sistema encorsetado por la planificación centralizada y la falta de libertad económica.
- La escasa inversión en la innovación tecnológica y en la renovación del equipamiento industrial.
- La necesidad desatendida de diversificar la industria y atender otros sectores tanto de bienes de consumo como de alta tecnología.
- El recurso al endeudamiento exterior.
Entrada la década de 1980, la crisis económica eclosionó en toda su dureza. Sus manifestaciones fueron parecidas en todos los países:
- Disminución del ritmo de crecimiento.
- Escasa productividad en la mayor parte de los sectores económicos.
- Estancamiento agrícola, que generaba un déficit alimentario crónico.
- Aparición de la inflación.
- Elevación de la deuda externa.
Había que añadir además la dependencia con respecto a la Unión Soviética. Esta era la principal y casi única suministradora de materias primas y energía. Poco a poco, la URSS fue adaptando sus precios a los de los mercados internacionales, especialmente el precio del petróleo, por lo que los países del Este acabaron pagando la energía mucho más cara. La principal consecuencia fue el aumento de la inflación.
Así, los dirigentes políticos de los países del Este fueron dándose cuenta de que era necesaria la reforma del sistema económico comunista.
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YUGOSLAVIA
Era el país menos dependiente de la URSS y desde hacía tiempo había recibido créditos e inversiones de los países occidentales. Era la única economía del Este con un alto nivel de consumo, pero mantenía un sistema político intransigente, basado en el Partido Comunista y en el culto a la personalidad de Tito.
La crisis del petróleo frenó su crecimiento económico y aumentó su deuda, ya que no podía devolver los préstamos. A finales de los ochenta, Yugoslavia estaba en plena transición a la economía de mercado y su situación era desastrosa: los precios habían subido un 2.000% y el paro era del 20%. Las autoridades yugoslavas, presionadas por Occidente, hicieron reformas políticas para que no aumentara el descontento ciudadano.
LA EVOLUCIÓN DE YUGOSLAVIA ENTRE 1945 Y 1991
La Liga de los Comunistas (partido comunista yugoslavo) renunció al monopolio del poder y se convocaron elecciones libres. Desde ese momento, el crecimiento del nacionalismo fue imparable y su desenlace, como veremos en el tema 14, fue la guerra.
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CHECOSLOVAQUIA
Era, junto con Alemania, el país más desarrollado de Europa del Este. En enero de 1968, llegó al poder Alexander Dubcek que anunció en abril del 1986 un cambio de dirección hacia un gobierno calificado como “socialismo con rostro humano”, que introdujo los siguientes cambios:
- Libertad de expresión, lo que dio lugar a la aparición de revistas y a debates políticos en la televisión.
- Los agricultores tuvieron la posibilidad de formar cooperativas independientes y dirigir su propio trabajo.
Dubcek había intentado tranquilizar a Moscú sobre sus reformas pero, después de una reunión entre la Unión Soviética y otros estados satélites en julio de 1968, le enviaron una carta advirtiéndole que no continuara con las reformas. Cuatro meses después de la introducción de las reformas, en la noche del 20 al 21 de agosto de 1968, Checoslovaquia fue invadida. Tropas procedentes principalmente de la Unión Soviética (pero también de Bulgaria, Hungría, Alemania Oriental y Polonia) se trasladaron a Praga en una gran demostración de poder. Las reformas de Dubcek fueron abandonadas, y fue arrestado y llevado a Moscú.
Después de la Primavera de Praga (1968), eran muchos los que querían cambios democráticos y, a pesar de las prohibiciones y persecuciones, existían numerosas organizaciones cívicas. En los años setenta, al calor de la Carta de Helsinki, creció el movimiento «Carta 77», que reivindicaba el respeto a los derechos humanos dentro del país y que gozaba del apoyo ciudadano e incluso de autoridades.
PRIMAVERA DE PRAGA
LA CARTA 77
En los años ochenta, la oposición estaba aglutinada en el Foro Cívico, un amplio movimiento que luchó por la democratización del país.
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POLONIA
La oposición se mostraba muy activa, era muy nacionalista y, claro está, contraria a la tutela de la URSS. Se trataba además de un país muy católico, en el que la fuerza de la Iglesia aumentó aún más cuando un polaco (Karol Wojtyla “Juan Pablo II”), fue elegido papa y acogió como propia la causa anticomunista polaca.
El endeudamiento de Polonia con los créditos extranjeros empeoró las condiciones de vida de la población y se multiplicaron huelgas y manifestaciones. La oposición polaca no estaba dirigida por intelectuales, sino por los obreros, que se habían organizado desde los años sesenta y entre los que se había desarrollado un sindicato independiente (Solidarnósk-Solidaridad), apoyado por la Iglesia católica. Era el país con más protesta interna de toda Europa del Este.
POLONIA A FINALES DE LOS 70 Y PRINCIPIOS DE LOS 80
En aquellos años, la Liga de los Comunistas controlaba el poder a través del jefe del Estado, el general comunista Jaruzelski.
Las primeras elecciones libres (1989) dieron el triunfo al sindicato Solidaridad, que formó el primer gobierno de mayoría no comunista.
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LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA ALEMANA
El Partido Comunista de este país era por completo fiel a la ortodoxia comunista y rechazaba cualquier intento de reforma. A principios de la década de 1970 la RDA fue durante un corto período la décima potencia industrial del mundo debido a su productividad. Sin embargo los bienes de consumo llegaban a escasear en algunos ámbitos.
A parti de 1976, coincidiendo con el nombramiento de Erick Honecker como Jefe del Estado, se produjeron episodios de expulsión de ciudadanos y disidentes en un intento de controlar la ortodoxia política del régimen. Se desató una grave crisis económica, consecuencia de la deuda externa y la escasez de divisas, lo que provocó el desabastecimiento de productos y el deseo de mayores libertades.
A finales de los años ochenta, los dirigentes de la RDA, no pudieron parar la oposición interna, apoyada por el movimiento reformista de todos los países socialistas.
A uno y otro lado del muro de Berlín, muchos alemanes eran partidarios de la reunificación. En el otoño de 1989, las manifestaciones a favor de la reunificación eran masivas en ambas Alemanias y 130.000 personas emigraron a Alemania Occidental. Para entonces los comunistas de la República Democrática Alemana ya no tenían el apoyo de la URSS (que se encontraba en plena perestroika).
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RUMANÍA, HUNGRÍA, BULGARIA Y ALBANIA
En los países donde no había existido una oposición interna organizada, los propios partidos comunistas dirigieron el cambio:
- Rumanía tenía en los años ochenta una situación desastrosa, pues la deuda externa le había asfixiado tanto que el nivel de vida había caído en un 40% y los rumanos eran entonces los ciudadanos más pobres de los países del Este. Una facción del Partido Comunista rumano, apoyada por el ejército, depuso y ejecutó, tras un simulacro de juicio, a Nicolae Ceaucescu, que hasta entonces había sido el dirigente comunista de ese país. Esos mismos comunistas triunfantes esquivaron cualquier tipo de responsabilidad y apoyados por la URSS, convocaron en 1990 elecciones libres y las ganaron.
LA CAÍDA DE CEAUCESCU
- En Hungría el Partido Comunista siempre tuvo un ala partidaria del acercamiento a Occidente, lo que hizo posible que el cambio en Hungría comenzara desde arriba y con gran apoyo social. En 1988, el propio Partido Comunista estuvo de acuerdo con que se legalizaran otros partidos, comenzó a implantar el liberalismo económico y poco después se disolvió.
- También en Bulgaria y Albania los comunistas dirigieron el cambio. En ambos países fueron los triunfadores en las elecciones libres celebradas en 1990.
CHINA: DE LA REVOLUCIÓN CULTURAL AL APERTURISMO COMERCIAL
La revolución trajo a China incontables sufrimientos debidos a la guerra civil, las hambrunas provocadas por planificaciones económicas erróneas y persecuciones ideológicas sin cuartel, pero también importantes mejoras sociales:
- Se erradicó el analfabetismo.
- Se extendió la sanidad.
- Se reconocieron los derechos de las mujeres, que obtuvieron la igualdad plena.
- La esperanza de vida media pasó de los 35 a los 68 años.
- En una sola generación, un país casi feudal se había transformado en una sociedad moderna, a pesar de que China era todavía un país más agrícola que industrial.
La herencia de la revolución fue también la dictadura de un solo partido que todavía hoy detenta el poder en exclusiva, pero China nunca había conocido un régimen liberal de tipo occidental, por lo que el sistema totalitario no encontró una resistencia fuerte.
La revolución china significó el triunfo del socialismo en un país que era y es el más poblado del mundo. El modelo de comunismo chino, y su vertiente teórica, el maoísmo, ganó mucho prestigio en los países subdesarrollados y entre determinados círculos intelectuales occidentales durante los años sesenta y setenta, que desconocían la realidad interna del país. Se configuró como una vía peculiar al socialismo, se pensaba que era un modelo más apropiado que el soviético para los países agrícolas y atrasados que pretendían implantar el socialismo. De hecho, el modelo maoísta se exportó a otros países vecinos, dando lugar a algunos de los regímenes políticos más despiadados de Asia, como el de los jemeres rojos en Camboya o la dictadura de Corea del Norte. Durante años China fue el líder en el Movimiento de los Países No Alineados y un modelo para los países agrícolas que querían hacer una revolución socialista.
En el año 1971 China fue admitida en la ONU, como miembro de su Consejo de Seguridad. En 1972 visitaba el país el presidente de EEUU, Richard Nixon.
LA REVOLUCIÓN CULTURAL
Tras la ruptura definitiva con la URSS en 1963 y la hambruna provocada por el Gran Salto Adelante (segundo plan quinquenal) en la que se calcula que llegaron a morir unos 30 millones de personas, la posición de Mao se debilitó y aparecieron en el Partido Comunista Chino dos tendencias que se enfrentaron entre sí: radicales y moderados. Esta división supondrá la reacción de Mao y la puesta en marcha de una persecución política contra la disidencia dentro y fuera del Partido que será conocida como la “Revolución Cultural”.
El movimiento se inició en mayo de 1966, después de que Mao alegara que elementos burgueses se habían infiltrado en el gobierno y en la sociedad en general, con el objetivo de restaurar el capitalismo. Para eliminar a sus rivales dentro del Partido Comunista de China (PCCh), Mao insistió en que los revisionistas fueran eliminados mediante la lucha de clases violenta. Los jóvenes chinos respondieron al llamamiento de Mao formando grupos de la Guardia Roja en todo el país. El movimiento se transformó en luchas entre facciones generalizadas en todos los ámbitos de la vida.
Durante el mismo período, el culto a la personalidad de Mao creció a proporciones inmensas.
Durante la Revolución Cultural tuvieron lugar decenas de millones de persecuciones y se estima que cientos de miles y 20 millones de personas perdieron la vida. En las violentas luchas que siguieron en todo el país, millones de personas fueron perseguidas y sufrieron todo tipo de abusos, incluyendo humillación pública, encarcelamiento arbitrario, tortura, trabajos forzados, hostigamiento sostenido, confiscación de bienes y, a veces, ejecución. Un gran segmento de la población fue desplazado por la fuerza al campo. Se destruyeron reliquias y artefactos históricos, y se saquearon sitios culturales y religiosos.
Nadie fue capaz de plantar cara a Mao y el movimiento paralizó políticamente a China y afectó negativamente tanto a la economía como a la sociedad del país en un grado significativo.
CHINA. DE LA REVOLUCIÓN CULTURAL A LA MUERTE DE MAO
A partir de 1971 Mao cedió buena parte de su poder al líder militar Lin Biao, que fue rápidamente depuesto en 1972 por la Banda de los Cuatro (altos dirigentes comunistas que lideraron China entre 1972 y 1976); ambos liderazgos continuaron con La Revolución Cultural hasta la muerte de Mao y el posterior arresto de la Banda de los Cuatro en 1976.
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LA NUEVA CHINA
En 1982, el XII Congreso del partido puso fin oficialmente al maoísmo, estableció las nuevas orientaciones políticas y económicas del régimen y aprobó la elaboración de una nueva Constitución. Se permitió y estimuló la propiedad privada, el libre mercado y la apertura al comercio exterior, produciéndose un ritmo de crecimiento económico realmente extraordinario. El modelo «un país, dos sistemas», concebido por Deng Xiaoping, suponía que junto a la ampliación del mercado, se mantenía la planificación estatal, que continuaría siendo el eje de la economía. La transición económica avanzaba deprisa, creando tensiones sociales, mientras se vivían ciertos aires de permisividad política.
Sin embargo, al no permitirse un paralelo proceso democrático, surgieron contradicciones y protestas. Las tensiones sociales, con el telón de fondo de la Perestroika, estallaron en 1989, cuando una concentración de cientos de estudiantes en la plaza de Tiananmen (Pekín) que reclamaban libertades y democracia, fue ferozmente reprimida por blindados del ejército (masacre de Tiananmen), a lo que siguió una implacable persecución de la disidencia. El rechazo exterior y el estupor interior fueron enormes. Los sucesos siguen siendo un tema tabú en el país.
El espectacular crecimiento económico posterior y la disolución del propio movimiento estudiantil contribuyeron a que el gobierno recuperara buena parte del prestigio perdido.
LA MASACRE DE TIANANMEN (15 DE ANRIL – 5 DE JUNIO DE 1989)
Jiang Zemin, sucesor de Deng Xiaoping, siguió la línea emprendida por aquél; manteniendo la legitimidad del Partido Comunista y profundizando en las reformas económicas:
- Expansión de la empresa privada
- Privatización de bienes del Estado
- Desmantelamiento o reestructuración de las empresas estatales
- Creación de zonas económicas especiales donde la inversión extranjera pudo crear empresas plenamente capitalistas (Peugeot,Volkswagen, McDonnell,y otras), incentivadas además por el Estado.
- Obtención de créditos exteriores… evidencian la profundidad de la transición.
EL COMUNISMO EN ASIA Y ÁFRICA
La vecindad de la URSS y China con el resto de países asiáticos propició la expansión del comunismo por Asia, que consiguió asentarse fuertemente en varios países con experiencias terribles en algunos de ellos y que siguen vigentes hoy en día.
Por otro lado, la descolonización africana puso a muchos de estos nuevos países en una difícil situación debido a la división en bloques del planeta: o seguían los postulados capitalistas y por lo tanto continuaban la senda de las antiguas metrópolis de las que se acababan de independizar o abrazaban el comunismo y se acercaban a la URSS en un movimiento que les alejara lo máximo posible de las antiguas potencias colonizadoras.
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LA EXPANSIÓN DEL COMUNISMO POR ASIA
La península de Corea había quedado dividida tras la Segunda Guerra Mundial en dos Estados. El del norte estuvo controlado por la URSS hasta 1948, en que se proclamó una república independiente, Corea del Norte, gobernada por un régimen comunista presidido por Kim Il Sung. Se implantó una dictadura de tipo estalinista que se convirtió en hereditaria cuando, en 1994, le sucedió su hijo en el poder.
En Indochina, Ho Chi Minh había creado el Partido Comunista en 1930. En 1945 se fundó la República Democrática del Vietnam, que se convirtió en Estado –Vietnam del Norte– tras los acuerdos de Ginebra de 1954 que dividieron el país en dos. El nuevo país gozó del apoyo de chinos y soviéticos en su lucha contra Vietnam del Sur y Estados Unidos. Finalmente, en 1975 se logró la reunificación del país bajo un régimen comunista: nació la República Socialista de Vietnam (1976).
LOS JEMERES ROJOS
La guerra de Vietnam contribuyó a expandir el comunismo por toda Indochina. En Laos y Camboya se implantaron regímenes comunistas tras sangrientas guerras civiles. El triunfo en Camboya de las guerrillas comunistas –los jemeres rojos– en 1975 dio paso a la feroz dictadura de Pol Pot, líder comunista camboyano que aplicó el modelo maoísta chino a sangre y fuego, causando un genocidio de casi dos millones de personas (sobre una población de unos siete millones). Su Gobierno fue derrocado en 1979 por las tropas vietnamitas, que ocuparon el país hasta 1989. En 2006 se creó un Tribunal Internacional para juzgar a los líderes supervivientes de los Jemeres Rojos.
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LA EXPANSIÓN DEL COMUNISMO POR ÁFRICA
La presencia de las ideas socialistas en África se remonta a la conformación del ideario independentista. Tanto el marxismo-leninismo soviético como el maoísmo influyeron ideológicamente en los procesos descolonizadores. Algunos políticos y teóricos africanos, como Senghor o Kaunda, realizaron un intento de conjugar el socialismo marxista con algunos rasgos propios de la cultura africana (hospitalidad, comunitarismo, solidaridad, etc.), para crear lo que se denominó el socialismo africano.
Las teorías del socialismo africano tuvieron una escasa plasmación en la práctica política de los nuevos Estados. Como mucho se intentaron aplicar políticas económicas basadas en la creación de sociedades mixtas y cooperativas, aprovechando los sistemas de organización común de las tierras y del trabajo propios de la cultura africana. Pero la debilidad de su elaboración teórica y las presiones de las grandes potencias comunistas (URSS, China) no hicieron posible su desarrollo práctico.
Aquellos países que optaron por la aplicación del modelo socialista, siempre en el contexto de la Guerra Fría, lo hicieron copiando los modelos europeos o asiáticos, sin tener en cuenta la idiosincrasia cultural africana. Esta aplicación se hizo, además, en el marco de virulentos conflictos internos y externos. Entre los países africanos que tuvieron experiencias próximas al socialismo podemos citar a Tanzania, Etiopía, Angola, Mozambique, Benin, etc.
El caso que tuvo mayor repercusión en el marco de la Guerra Fría fue el de Angola. Tras la descolonización portuguesa (1975) se produjo en este país un feroz enfrentamiento civil en el que se implicaron las grandes potencias a través de terceros países (Cuba, Zaire y Sudáfrica).
LA EXPANSIÓN DEL COMUNISMO POR EL MUNDO. VAMOS A MODIFICAR UN MAPA DE 1989 CON LA APLICACIÓN HISTORICAL MAPCHART EN EL QUE VAMOS A PINTAR EN COLOR ROJO TODOS AQUELLOS PAÍSES QUE EN UN MOMENTO U OTRO HAYAN TENIDO UN RÉGIMEN COMUNISTA Y EN COLOR ROSA AQUELLOS QUE HAYAN TENIDO UNA IMPORTANTE PROXIMIDAD CON LA URSS.
PROPUESTA PARA EL TRABAJO INDIVIDUAL RELACIONADO CON LOS DERECHOS HUMANOS
LOS ACUERDOS DE HELSINSKI
¿QUÉ FUERON LOS ACUERDOS DE HELSINSKI? BUSCA INFORMACIÓN Y EXPLICA A TUS COMPAÑEROS EN UNOS 5 MINUTOS EN QUE CONSISTIERON ESTOS ACUERDOS Y QUÉ RELACIÓN TUVIERON CON LOS DERECHOS HUMANOS.