LA OLEADA REVOLUCIONARIA DE 1820
Solo 5 años después del Congreso de Viena el liberalismo vuelve a abrirse camino en Europa, esta vez será en España con el pronunciamiento de Riego, que dio inicio al Trienio Constitucional (1820-1823). La Constitución de 1812 volvió a estar en vigor. Los Gobiernos liberales retomaron las reformas suspendidas por Fernando VII en 1814, pero el rey conspiró para restaurar el absolutismo en 1823 y lo logró con la ayuda de la Santa Alianza. En el Congreso de Verona de 1822 se decidió reunir un ejército compuesto por 100.000 soldados franceses conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis y enviarlo a España para acabar con el liberalismo e imponer de nuevo el absolutismo.
La revolución se extendió por otras áreas:
- Algunos Estados italianos
- Portugal
- La América española, donde la mayoría de los territorios se independizaron de España.
- El inicio de la independencia de Grecia contra el Imperio otomano, que comenzó en 1821.
- Rusia con el movimiento decembrista en 1825
El proceso revolucionario iniciado en 1820 tuvo características peculiares:
- Las causas profundas fueron: el antiabsolutismo, un incipiente nacionalismo y el objetivo de cambiar la situación política a favor de una monarquía constitucional, de inspiración liberal.
- Las nuevas formas de lucha, mediante sociedades secretas de carácter liberal (masones, carbonarios, comuneros).
- La participación de sectores del ejército descontentos con la vuelta del absolutismo.
El único país en el que triunfó este movimiento revolucionario fue Grecia que, sometida al Imperio turco desde el siglo XVI, había desarrollado un hondo sentimiento nacional durante décadas. Su burguesía apoyada por Rusia, Francia y el Reino Unido financió el movimiento revolucionario, que luchó por la independencia durante casi diez años (1821-1830).
El Tratado de Adrianópolis (1829) supuso la concesión de la independencia. Sin embargo, en 1830 las principales potencias europeas (Francia, Reino Unido y Rusia) firmaron el Protocolo de Londres, en el que rechazaron la instauración de un régimen constitucional en Grecia e impusieron una monarquía autoritaria (Otón I). Su objetivo era someter el país a sus intereses, pero el resultado abrió un período de gran inestabilidad.
LA EMANCIPACIÓN DE HISPANOAMÉRICA
LAS CAUSAS DE LA INDEPENDENCIA
Pese a que el estallido del proceso de independencia de la América española fue el resultado de la crisis vivida durante el reinado de Carlos IV y de la ocupación francesa de la Península, la rapidez con la que España perdió su imperio se explica por una serie de causas:
- Descontento criollo. Pese a ser el grupo social más influyente, habían permanecido marginados del poder y tenían que aceptar que los altos cargos políticos recayeran en peninsulares. El control del comercio por la Corona también fue un foco de malestar constante. Las Cortes de Cádiz de 1812 reconocieron como ciudadanos españoles a los habitantes de América (de hecho, muchos de los diputados procedían de los territorios de ultramar), y la Constitución soñaba con un gran Estado transoceánico; pero resultó un proyecto tardío, ya que la guerra de la Independencia había contribuido a acelerar el proceso de emancipación.
- Difusión del liberalismo. Las ideas ilustradas y liberales enraizaron con más fuerza en América debido a las dificultades para garantizar la censura impuesta en la Península durante el reinado de Carlos IV. El ejemplo de la independencia de Estados Unidos de América y la experiencia de la Revolución francesa resultaron fundamentales para inspirar el proceso.
- Vacío de poder. La pérdida de la flota en Trafalgar había desconectado la Península de los territorios ultramarinos, y la invasión de Napoleón agravó la situación. Al comenzar la guerra, se formaron en América juntas de defensa similares a las creadas en España, que se negaron a reconocer una autoridad distinta a la representada por Fernando VII.
- Maduración interna. Durante los tres siglos de presencia española, los territorios americanos habían construido una sociedad compleja, provista de todas las instituciones y mecanismos necesarios para operar de forma independiente.
EL PROCESO DE INDEPENDENCIA
El proceso arrancó en 1810, cuando las juntas de defensa de Caracas, Buenos Aires, Santiago de Chile o Bogotá divulgaron declaraciones secesionistas que desembocarían en una serie de revueltas urbanas. El retorno de Fernando VII se entendió como el restablecimiento de la legitimidad monárquica, y el movimiento independentista quedó temporalmente desactivado. Sin embargo, la incapacidad del Estado absoluto para restablecer el control provocó que las revueltas se reanudasen de forma definitiva.
La independencia del virreinato de Nueva EspañaEl inicio del proceso tuvo en Nueva España una fuerte carga indigenista y popular, y estuvo encabezado por los clérigos Miguel Hidalgo y José María Morelos, si bien fueron derrotados por las fuerzas realistas.Finalmente, entre 1818 y 1821 culminó la secesión bajo el mando de Agustín Iturbide. Autoproclamado emperador, fue derrocado en 1823 por una sublevación encabezada por Antonio López de Santa Anna y Vicente Guerrero, que declararon la República; poco después, la zona sur del virreinato se independizó como Provincias Unidas de Centroamérica, disgregadas entre 1828 y 1830 en Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica.
PROCESO DE INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS ESPAÑOLAS EN AMÉRICA
La independencia del virreinato del Río de la Plata
En 1810 comenzó la sublevación desde el cabildo de Buenos Aires. En 1816, el Congreso de Tucumán proclamó la independencia. En el proceso desempeñaron un papel fundamental José de San Martín y Manuel Belgrano, que incorporaron la mayoría del territorio a la República de Argentina. Al norte se constituyó la República de Paraguay, mientras que Uruguay se integraba en Brasil hasta su independencia definitiva en 1830.
En la independencia de Chile fue clave la figura de San Martín, que atravesó los Andes para liberar el territorio y crear una república presidida por Bernardo O’Higgins.
La independencia del virreinato de Nueva Granada
La principal figura fue Simón Bolívar, que derrotó a las tropas realistas en la batalla de Boyacá, de 1819. Los territorios liberados se integraron en la República de la Gran Colombia en 1821, si bien las tensiones entre grupos partidarios del federalismo contra los favorables al centralismo desembocaron en la disgregación de dicho Estado en Colombia, Venezuela y Ecuador.
La independencia del virreinato de Perú
Perú se mantuvo leal a España, de modo que su independencia fue resultado del éxito militar de los insurgentes del resto de América. La expedición de San Martín del año 1820 fue decisiva, así como la victoria de Bolívar en la batalla de Junín. Poco después, el general Antonio José de Sucre derrotó a los españoles en Ayacucho, y los expulsó de forma definitiva de la América continental. Las posesiones españolas quedaron reducidas a Cuba y Puerto Rico.
CONSECUENCIAS DE LA EMANCIPACIÓN
El reconocimiento definitivo de la independencia de las colonias se produjo tras la muerte de Fernando VII. España solo conservó de sus antiguas colonias Cuba y Puerto Rico.
Las consecuencias de las independencias fueron de cuatro tipos:
- Políticas. Se mantuvieron como herencia colonial el latifundismo, el caudillismo, el militarismo y la corrupción. El debate entre monarquía o república se resolvió a favor de esta última. A este debate siguió el de liberales contra conservadores y el de federalistas contra centralistas. Entre 1820 y 1850 surgieron los partidos políticos, aunque con escasa diferencia entre los grupos liberales. El dilema entre Estado federal o centralista dio lugar a luchas violentas en varios territorios y el caudillismo militar controló los nuevos Gobiernos (Chile, Paraguay…).
- Sociales. La minoría criolla sustituyó a la casta dirigente colonial española o portuguesa. La esclavitud se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XIX, especialmente en zonas con agricultura de plantación. Por otra parte, al desarrollarse la economía exportadora desde la década de 1870, se desmanteló la propiedad comunal indígena, lo que produjo un gran éxodo hacia las ciudades.
- Económicas. La fuga de capitales tras la independencia obligó a pedir empréstitos internacionales, lo que endeudó a los nuevos Estados. Esta situación provocó un estancamiento económico. En la segunda mitad del siglo XIX se produjo una cierta apertura de los nuevos países al mercado exterior con un aumento de exportaciones de materias primas o alimentos (lana, café, azúcar, ganadería, plata).
- Territoriales. En las antiguas colonias surgieron numerosos países con fronteras poco definidas; lo que abocó a estas nuevas repúblicas a enfrentamientos constantes entre ellas.
Pronto quedó claro que la libertad y la igualdad contenidas en las proclamas independentistas solo llegaban a los criollos blancos. Mestizos, indios y esclavos apenas mejoraron sus vidas por la nueva situación. Muchas comunidades indias fueron destruidas y sus tierras parceladas. En muchos lugares la esclavitud se abolió, pero seguían existiendo esclavos a millares. Las enormes diferencias sociales alimentaban la inestabilidad.
En el contexto internacional habían jugado a favor de la independencia tanto el interés del comercio inglés por penetrar libremente en la zona, como el principio establecido por los Estados Unidos de no injerencia de las potencias europeas en América. Las secuelas de la guerra y la inestabilidad política dificultaron la producción de riqueza de los nuevos Estados, que fueron presas fáciles del neocolonialismo de Reino Unido y Estados Unidos y, en menor grado, de los capitales franceses y alemanes.
La América española consumó su independencia, pero al mismo tiempo, en 1823 el presidente estadounidense Monroe promulgó una doctrina que revelaba las aspiraciones de los EEUU a ejercer el dominio sobre los países recién independizados. Los nuevos Estados pasaron en poco tiempo de una dependencia a otra.
LAS REVOLUCIONES DE 1830
La segunda oleada revolucionaria se desarrolló en el interior mismo de las potencias europeas, donde se dejaban sentir cada vez más los efectos económicos y sociales del capitalismo industrial. El pueblo, los trabajadores, hicieron acto de presencia como fuerza política; los movimientos de masas que había vivido Francia durante la gran revolución aparecieron de nuevo; por otro lado, irrumpieron con fuerza los movimientos nacionalistas en muchos países europeos.
La segunda oleada revolucionaria afectó a toda Europa occidental, a Rusia y también, aunque de otra forma, a Reino Unido.
LA REVOLUCIÓN EN FRANCIA
El estallido de esta nueva revolución en Francia se debió a tres motivos principales:
- Una situación económica complicada:
- Desde 1827 las malas cosechas produjeron una importante carestía
- El trabajo escaseaba en las ciudades y las protestas se multiplicaban.
- Ceguera política de Carlos X, el sucesor de Luis XVIII. Si este monarca había sabido contemporizar con la situación evitando el absolutismo de antaño, Carlos X, por el contrario, pretendió una auténtica vuelta al absolutismo.
Desde 1827 el pan y el trabajo escaseaban en las ciudades y las protestas se multiplicaban. En 1830 las protestas se convirtieron en revolución, cuando Carlos X quiso suprimir las moderadas libertades heredadas del reinado anterior. Durante los tres días de julio (26-29) el pueblo de París y de otras ciudades salió a la calle, levantó barricadas y se enfrentó al ejército. Carlos abdicó y triunfó la candidatura al trono de Luis Felipe de Orleans, miembro liberal de la familia real.
El sistema político de esta monarquía de julio se inspiraba en el liberalismo doctrinario y era bastante parecido al anterior. El pueblo había estado en las barricadas, pero los que dominaban los hilos de la situación eran experimentados políticos y liberales moderados. La gran burguesía fue la beneficiaría de esta revolución y, en adelante, solo las grandes fortunas tendrían acceso al poder, gracias al mecanismo del sufragio censitario.
Las reacciones que suscitaron los resultados en el panorama político europeo fueron variadas. Para los conservadores, la nueva legitimidad y la bandera tricolor despertaban todos los fantasmas de la revolución. Los republicanos y las clases populares estaban decepcionados porque, a pesar de todos sus esfuerzos, solo habían conseguido un cambio de titular para la corona.
LA INDEPENDENCIA DE BÉLGICALos sucesos de Francia animaron la revolución en otros lugares de Europa. Junto con las causas comentadas para Francia, en estos casos habría que sumar el nacionalismo. Los belgas consiguieron formar un frente único, de muy variada composición social, que se planteó como objetivo la liberación nacional frente a Holanda. Bélgica alcanzó la independencia y se organizó como un nuevo Estado bajo la forma de monarquía constitucional; era la primera modificación de la ordenación territorial de Viena y fue aceptada por las potencias de forma pacífica a cambio de una declaración de neutralidad en futuros conflictos internacionales.
LA INDEPENDENCIA DE BÉLGICA
OTROS FOCOS DE INSURRECCIÓN
En el este el pueblo polaco, sometido al zar ruso, vio la oportunidad de conseguir su ansiada libertad; el levantamiento fue aplastado brutalmente.
En Italia (Parma, Módena, Estados Pontificios), los alzamientos promovidos por las sociedades secretas fracasaron una y otra vez; ya no eran sólo rebeliones contra los regímenes absolutistas de los Estados italianos, sino que se preparaba una gran insurrección de toda la península para expulsar a los austríacos y un movimiento de unión de todos los italianos en una sola nación.
La revolución llegó también a algunos Estados alemanes (Hannover, Hesse, Sajonía, Prusia); en Alemania las aspiraciones nacionales se habían manifestado por primera vez en 1815; algunos Estados pequeños implantaron constituciones, pero Metternich había conseguido que las competencias de las asambleas fueran reducidas al máximo.
LA CUESTIÓN POLACA
También Suiza, Portugal y España se vieron sacudidas por el empuje liberal. En España se produjeron cambios aunque sin movimiento insurreccional; el temor a un absolutismo de viejo cuño encarnado por el hermano de Fernando VII (don Carlos) alentó a los liberales a apoyar a su hija Isabel (de tres años) frente a los carlistas (1833); el liberalismo español seguirá un camino tortuoso, pero las élites del país reconocieron la necesidad de una Constitución.
Reino Unido había sido durante todo el siglo uno de los pilares más firmes del sistema liberal, pero muchos que aspiraban a participar en el poder se veían excluidos de él por la vieja aristocracia de la tierra desde la época de la Revolución Gloriosa de 1688. La Ley de Reforma de 1832, conseguida por medio de la presión popular, fue a su manera, una revolución que permitió a la nueva burguesía de negocios creada durante la industrialización compartir el poder con la antigua aristocracia.
EUROPA DESPUÉS DE LA SACUDIDA REVOLUCIONARIA
Cuando la revolución amainó en Europa, dejó tras de sí dos espacios geopolítícos diferenciados: la Europa occidental y la Europa oriental:
- En Occidente progresó el liberalismo y los movimientos nacionales; Francia, Reino Unido, España, Bélgica, establecieron en torno a este año de 1830 regímenes liberales moderados. A partir de entonces el forcejeo político tendrá lugar entre el liberalismo doctrinario o conservador, partidarios del sufragio censitario, que habían seguido el modelo francés de 1791 y los grupos a su izquierda: los «progresistas», los demócratas y los socialistas.
- Por su parte, Europa oriental, con una economía eminentemente agrícola, siguió dominada por las tres monarquías autocráticas. Se renovó el espíritu de colaboración entre Prusia, Rusia y Austria, que siguieron siendo los bastiones de la reacción y que encubrían una situación explosiva por los movimientos liberales y nacionalistas que crecían en sus territorios y que preparaban posteriores insurrecciones.
Bien es cierto que en la parte occidental europea también había problemas y la cuestión social era cada día más aguda. En definitiva, la represión y la censura existían en toda Europa, aunque con intensidades variables. Dentro del “frente progresista” unos aplaudían la revolución social y otros la temían, pero todos estaban unidos por su fe en el progreso y por un ambiguo programa de derechos ciudadanos cuando llegó la “primavera de los pueblos”, la Revolución de 1848.
1848: LA PRIMAVERA DE LOS PUEBLOS
De nuevo un conjunto de revoluciones simultáneas agitaron Europa y, por tercera vez, las iniciaba el pueblo de París. En pocas semanas se extendió la chispa revolucionaria, salvo en el Imperio ruso, el Reino Unido y España.
Si en 1789 se había alzado una nación, ahora parecía comenzar “La Primavera de los Pueblos” de todo un continente. Era el estallido más general de los que se habían producido hasta el momento y afectó por igual a la Europa industrializada y a las zonas más atrasadas. En cuestión de semanas cayeron los gobiernos de casi toda Europa.
LA PRIMAVERA DE LOS PUEBLOS
UNA SITUACIÓN EXPLOSIVA
La revolución se extendió por Francia, Italia, la Confederación Germánica y el Imperio austriaco. De nuevo reivindicaciones liberales y nacionalistas luchaban por conseguir sistemas más democráticos y estados-nación en los que implementar esas reformas liberales, pero en 1848 hubo una novedad, además de liberales y nacionalistas, por primera vez, aparecía un grupo que abogaba por los derechos de los más desfavorecidos, el socialismo se habría camino en Europa.
Los principales motivos por los que estalló esta última oleada revolucionaria fueron los siguientes:
- Crisis agrícola tras unos años de malas cosechas en 1847 la situación empeoró mucho. La sequía y el calor hicieron que cultivos como la patata se perdieran, se extendió el hambre y la debilidad antes las enfermedades. Este tipo de crisis de subsistencia eran típicas del Antiguo Régimen y se repetían siempre que la meteorología no era favorable.
- Crisis financiara de 1847 la industrialización estaba ya muy extendida por Europa y la los problemas en la agricultura se extendieron a la industria y las finanzas. La demanda de productos disminuía alarmantemente y algunas empresas quebraban y sus trabajadores acababan despedidos. La desconfianza inundó los mercados y las bolsas se hundían, a su vez, la economía de los estados se resentía al intentar paliar la crisis.
- En este contexto se publica en 1848 el manifiesto comunista, los trabajadores de las fábricas comenzaban a adquirir conciencia de clase y a reclamar derechos como el sufragio universal o políticas sociales que paliaran su penosa situación.
- Y al igual que en las dos oleadas anteriores de 1820 y 1830, el retroceso del estado liberal frente a la monarquía en estados como Francia y la creación de estados-nación para las naciones sin estado: Chequia, Hungria, Alemania… Supusieron dos de los principales motivos que empujaron al pueblo a la calle.
FRANCIA
En Francia el sufragio censitario hizo que la monarquía de Luis de Orleans se alejara de la población y dejara de solucionar sus problemas para centrarse en los problemas de la élite con derecho a voto. Incluso buena parte de la burguesía no podía votar. La población empezó a movilizarse, los más moderados pedían la ampliación del sufragio, los demócratas el sufragio universal y la II República.
La represión de estos movimientos por parte de Luis Felipe de Orleans agudizó el problema, a finales de febrero de 1848 París se llenó de barricadas, la Guardia Nacional se negó a reprimir al pueblo y el rey tuvo que huir al Reino Unido.
Las reformas no se hicieron esperar, parecía que por fin la revolución había llegado para quedarse:
- Se hizo cargo del país un gobierno provisional en el que participaron un socialista Louis Blanc y un obrero, el mecánico Albert
- Se convocó una asamblea constituyente elegida por sufragio universal
- Se instauró la II República
- Se aprobó un gran número de derechos: la libertad de prensa, de reunión y asociación, la libertad religiosa, se abolió la pena de muerte y la esclavitud en las colonias
- Se aprobó el derecho a huelga y la jornada laboral de 10 horas
- Se reconoció el derecho al trabajo y para asegurarlo se crearon los talleres nacionales para dar trabajo a los desempleados
Pero París no era Francia y tras las elecciones, la asamblea contaba con una mayoría moderada que comenzó a desmantelar todas las reformas del gobierno provisional, demócratas y socialistas volvieron a las calles, pero esta vez la Guardia Nacional apoyó al nuevo gobierno y se reprimieron con gran dureza las protestas, el miedo por parte de la burguesía a otra República social era atroz, ya no se luchaba solo por república o monarquía, sino por el orden social. La burguesía podía perder el poder que tanto le había costado conseguir.
Cuando se celebraron elecciones para la Presidencia de la República por sufragio universal, fue elegido por mayoría abrumadora Luis Napoleón Bonaparte (sobrino del emperador). Este segundo Napoleón ejerció los amplios poderes que la Constitución otorgaba al presidente. Se atrajo a conservadores y radicales con la idea del mantenimiento del orden, utilizó amenazas y sobornos y fue colocando en la administración, el ejército y la policía a sus seguidores. En dos años consiguió controlar todo el poder, nuevamente la revolución era domesticada.
El proceso culminó en el golpe de Estado de diciembre de 1851, que eliminaba la Asamblea legislativa. Un año más tarde se proclamó emperador con el nombre de Napoleón III; comenzaba el Segundo Imperio (hasta 1870) que se beneficiaría del auge de la economía y abordaría un gran proyecto de expansión en el exterior hacía Indochina, África del Norte, Italia en incluso Hispanoamérica. Por primera vez desde 1815 Francia dejó de tener vida parlamentaria.
CONFEDERACIÓN GERMÁNICA Y PRUSIA
En el centro de Europa liberalismo, el nacionalismo y las reivindicaciones campesinas impulsaron las revoluciones en los diferentes Estados (Hannover, Wurttemberg, Baviera, Sajonia, Prusia Oriental y Occidental). En Francfort un Parlamento paralelo a la Dieta proyectó la elaboración de una Constitución para todos los germanos. Mientras tanto, en el Imperio ruso los polacos clamaban de nuevo por su Independencia.
El parlamento de Francfort no contaba con los medios para acometer la revolución liberal y la unificación de los alemanes (sin tropas ni dinero, sus delegados no tenían poder para dictar órdenes), lo que le llevó a ponerse en manos de Prusia; pero su rey no quiso aceptar una corona sustentada en la soberanía popular y rechazó, de momento, el liderazgo de la unificación; esperaría una ocasión más propicia para sus propios proyectos. La Asamblea se disolvió mientras el ejército prusiano sofocaba los levantamientos de última hora. De este modo fracasaba el proyecto liberal y constitucional de unificación y con el tiempo sería sustituido por otro nacionalismo más conservador.
En el verano del 1849 nada quedaba de la revolución en Alemanía; sin embargo, en la propia Prusia, el hábil Guillermo I se propuso apaciguar a todos promulgando una Constitución dictada por él mismo. Aquella Constitución se mantuvo vigente desde 1850 hasta 1918.
ESTADOS ITALIANOS DEL SUR
- En el sur de la península Italiana los liberales se habían levantado contra los borbones absolutistas.
- El centro, ocupado por los Estados Pontificios, vivió sorprendentes acontecimientos. El nuevo papa, Pío IX, simpatizaba con muchas de las ideas liberales y comenzó a realizar reformas, a las que se opusieron los reaccionarios, que querían una Iglesia católica conservadora. Los liberales, ante las reformas concedidas, se vieron fuertes para radicalizar sus exigencias y organizaron un alzamiento que impulso un gobierno claramente liberal. El pontífice huyó de Roma para refugiarse en Nápoles y los liberales proclamaron la República Romana, presidida por el nacionalista Mazzini. Garibaldi, una figura destinada a ser un mito revolucionario, defenderá esta República frente al ejército francés. Pero finalmente serán derrotados y la situación volverá a staus quo anterior.
En medio de esta rebelión generalizada, iba surgiendo el proyecto de un Estado italiano.
IMPERIO AUSTRIACO
Seguía férreamente controlado por Metternich, era un imperio multinacional en el que los germanos constituían el pueblo dirigente; contra esa dominación se alzaron otros pueblos. Aunque la Revolución industrial apenas se había extendido, en las grandes ciudades había amplios círculos liberales que aprovechaban la escasa libertad de prensa y los lugares de sociabilidad para intercambiar ideas. Los campesinos vivían aún bajo la servidumbre feudal y deseaban liberarse y acceder a la propiedad de las tierras que trabajaban.
Los sucesos de París desataron desórdenes en muchas ciudades. Y el emperador se vio obligado a hacer algunas concesiones:
- En Budapest los húngaros constituyeron un gobierno autónomo con parlamento propio. El emperador Fernando I aceptó gobiernos liberales independientes para Hungría y para Austria. Nacía así el Imperio Austro-Húngaro.
- Los checos en Bohemia (insurrección en Praga) y otros pueblos en el Imperio, también pedían constituciones y parlamentos propios.
- En Viena, la capital, un levantamiento liberal desplazó a Metternich del poder político después de treinta años.
- Se abolió la servidumbre y se facilitó la adquisición de tierras.
En Italia el alzamiento provocó una guerra internacional que enfrentó a los austriacos con los sardo-piamonteses que habían acudido en ayuda de los nacionalistas insurrectos del reino lombardo-véneto.
Al igual que en Francia los avances y logros de la revolución se revirtieron rápidamente, solamente se logro abolir la servidumbre y un cambio de emperador Fernando I abdicó y subió al trono Francisco José que permanecería en el trono hasta 1916 (68 años de reinado). La represión no se hizo esperar, el ejército austriaco con la ayuda de Rusia aplastó todos los levantamientos y Francisco José I seguiría los pasos de Napoleón III, había que hacer olvidar al pueblo sus sueños de libertad y a cambio se le daría progreso económico, una buena administración y grandes dosis de nacionalismo.
LÍDERES EUROPEOS TRAS LAS REVOLUCIONES DE 1848
REALIZA UN EJE CRONOLÓGICO QUE VAYA DESDE EL AÑO 1800 HASTA 1833 CON LOS SIGUIENTES HITOS DE LA EMANCIPACIÓN HISPANOAMERICANA, PUEDES USAR EXCEL, HOJAS DE CÁLCULO DE GOOGLE O LUCIDCHART:
- REINADO DE FERNANDO VII: SEXENIO ABSOLUTISTA
- REINADO DE CARLOS IV
- INICIO DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA EN ESPAÑA
- BATALLA DE AYACUCHO
- BATALLA DE BAILÉN
- GRITO DE DOLORES DEL CLÉRIGO HIDALGO EN MÉXICO
- CREACIÓN DE LAS JUNTAS DE DEFENSA
- REINADO DE JOSÉ I BONAPARTE
- INDEPENDENCIA DE URUGUAY
- DERROTA FRANCO ESPAÑOLA EN TRAFALGAR
- INDEPENDENCIA DE PARAGUAY
- INDEPENDENCIA DE CHILE
- INDEPENDENCIA DE BOLIVIA
- VICTORIA DE BOLÍVAR EN BOYACÁ
- CREACIÓN DE LA GRAN COLOMBIA
- ENTRADA DEL EJÉRCITO TRIGARANTE DE ITURBIDE EN CIUDAD DE MÉXICO
- DESINTEGRACIÓN DE LA GRAN COLOMBIA
- VICTORIA DE BOLÍVAR EN JUNÍN
- SAN MARTÍN CRUZA LOS ANDES
- REINADO DE FERNANDO VII: TRIENIO LIBERAL
- PROCLAMACIÓN DE INDEPENDENCIA DE ARGENTINA EN TUCUMÁN
- REINADO DE FERNANDO VII: DÉCADA OMINOSA
B3/9.1. Realiza un friso cronológico explicativo de la Independencia de las colonias hispanoamericanas al comienzo del siglo XIX
RELLENA UNA TABLA SIMILAR A LA PROPUESTA EN LA QUE SE COMPAREN LAS CAUSAS Y EL DESARROLLO DE LAS REVOLUCIONES DE 1820, 1830 Y 1848:
B3/6.1. Compara las causas y el desarrollo de las revoluciones de 1820, 1830 y 1848.
PROPUESTA PARA EL TRABAJO INDIVIDUAL RELACIONADO CON LOS DERECHOS HUMANOS
COMPARA ALGUNAS DE LAS PRIMERAS CONSTITUCIONES DE LA HISTORIA:
- CONSTITUCIÓN DE LOS EEUU (1787)
- CONSTITUCIÓN FRANCESA DE 1793
- CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1812
CON LAS CONSTITUCIONES QUE SE APROBARON DESPUÉS DE 1848 EN PRUSIA, FRANCIA O ESPAÑA Y HAZ UN PEQUEÑO INFORME CON SUS DIFERENCIAS, SEGURO QUE EL RESULTADO ES MUY LLAMATIVO
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