6.5 La expansión colonial y sus consecuencias

Entre 1870 y el fin de la Segunda Guerra Mundial (1945) algunos países europeos llevarán a cabo una de las acciones más vergonzosas y violentas de la historia de la humanidad. La colonización de África y buena parte de Asia, se convertirán en un genocidio humano y cultural y en un expolio económico que arrastrará, sobre todo, al continente africano a una pesadilla de pobreza y explotación, que a día de hoy sigue castigando a sus habitantes. Mientras tanto, América Latina vivirá una progresiva dominación de los EE.UU. que se realizaría sin conquista militar formal.

La superioridad militar e industrial de las potencias europeas someterá en pocos años a las culturas africanas y asiáticas, que asistirán con total incapacidad a la conquista y reorganización de sus territorios y a una aculturación sin precedentes. En Europa, la corriente de pensamiento dominante, profundamente racista, hacía pensar a una buena parte de la población que estas acciones eran la única manera de empujar a estos territorios hacia la luz de la razón y los beneficios de la industrialización.

El imperialismo colonial era un proyecto que afectaba al mundo entero, en 1914, cerca del 85% de la superficie de la Tierra estaba en manos europeas, estadounidenses o japonesas.

COLONO EUROPEO EN ÁFRICA

El objetivo no era otro que el impulsar el crecimiento económico de la metrópoli a costa de la explotación de las colonias, que proporcionaban materias primas y consumidores para las manufacturas metropolitanas, así como lugares donde realizar ventajosas inversiones.

B4/5. La expansión colonial de los países industriales: causas, colonización y reparto de Asia, África y otros enclaves coloniales, consecuencias.

 

LOS FACTORES QUE PROPICIARON EL IMPERIALISMO

En la segunda mitad del siglo XIX, algunas potencias europeas, y poco después Japón y Estados Unidos, pasaron a dominar extensos territorios del planeta dando lugar al imperialismo moderno, por el que grandes imperios ultramarinos sustituyeron a los que habían surgido a partir del siglo XV. Las explicaciones sobre las causas de este proceso son diversas, y varían según la óptica de los autores.

 

LAS CAUSAS ECONÓMICAS

Para los autores socialistas, como Rudolf HiIferding, Rosa Luxemburgo o Lenin, las principales motivaciones de la expansión imperialista eran de índole económica. Según esta línea argumental, el imperialismo sería la consecuencia lógica del capitalismo en su voraz búsqueda de materias primas y fuentes de energía, así como de mercados para los excedentes de producción y capital:

  • Búsqueda de materias primas y fuentes de energía. La Segunda Revolución Industrial multiplicó las necesidades de las grandes potencias en tal sentido, por lo que la búsqueda de fuentes de abastecimiento se convirtió en una cuestión crucial para el mantenimiento de la actividad industrial.
TRABAJADORES HINDUES EN UGANDA CONSTRUYENDO UN FERROCARRIL
EL LÍDER COLONIALISTA BRITÁNICO EN UNA CARICATURA DE FINALES DEL SIGLO XIX
  • Búsqueda de mercados. La crisis económica de 1873 provocó un giro hacia el proteccionismo económico. Este hecho coincidió con la aparición de nuevos países competidores, lo que hizo precisa la búsqueda de nuevos mercados en los que distribuir la producción.

La excesiva competencia en el mercado interior dificultaba la obtención de beneficios y, por ello, las colonias fueron vistas como una oportunidad para invertir. La construcción de infraestructuras asociada a la expansión colonial fue una oportunidad idónea para rentabilizar esas inversiones.

 

LAS CAUSAS DEMOGRÁFICAS

A lo largo del siglo XIX el continente europeo había experimentado un sostenido crecimiento de población como consecuencia de los cambios sociales y económicos registrados desde finales del siglo XVIII debido al desarrollo de la sociedad industrial y a una progresiva mejora en las condiciones de vida.

La posibilidad de disponer de territorios hacia los que poder dirigir los excedentes de población resultó clave en la expansión imperialista europea y terminó provocando la emigración de millones de europeos a territorios ultramarinos en busca de oportunidades. En ocasiones, fueron estos colonos los que demandaron apoyo de sus gobiernos para ocupar y colonizar territorios.

Los ejemplos más sangrantes son los de Australia y Nueva Zelanda, que se convirtieron en colonias de poblamiento o dominios, en los que se arrinconó o exterminó a los aborígenes para expropiar sus tierras y entregárselas a los colonos británicos que transformaron estos territorios en réplicas exactas de la metrópoli. En la actualidad existe una gran controversia en estos países sobre el trato dado a los habitantes de esta zona del planeta.

 

LAS CAUSAS POLÍTICAS

La posesión de extensos dominios se identificaba como un motivo de prestigio nacional, por lo que muchos gobiernos se lanzaron a políticas imperialistas. Junto a ello, la rivalidad territorial entre potencias llevó a que se ocupasen tierras para evitar la expansión del rival:

  • Francia. Tras la derrota en la Guerra franco-prusiana (1870-1871), el dominio colonial fue una fórmula para recuperar el prestigio perdido, hecho que explica la intensificación de la expansión imperialista durante la Tercera República.
  • Alemania. El nuevo Estado se convirtió en una gran potencia mundial que consideraba la expansión una consecuencia lógica de su estatus internacional.
IMPERIO COLONIAL ALEMÁN EN 1914
  • Reino Unido. La necesidad de poseer enclaves de apoyo a la marina y el comercio jugó un importante papel en el caso del imperialismo británico.

 

LAS CAUSAS IDEOLÓGICAS

El nacionalismo propio de la época fundamentaba el progreso de un país en su extensión territorial. Asimismo, se justificaba la expansión imperialista por la creencia en la misión civilizadora de la raza blanca, al considerarla superior al resto y con el cometido de llevar la civilización a los pueblos indígenas.

Su justificación procedía de dos fuentes: la teoría del progreso y el darwinismo social, según el cual la civilización occidental estaría en la cúspide del desarrollo evolutivo de la humanidad. Este punto de vista desembocó en un marcado racismo. Fue el caso de algunas narraciones de Rudyard Kipling, que transmiten la idea de que Gran Bretaña tiene el destino de llevar su civilización a los pueblos salvajes.

En relación con ello, el deseo de descubrir y cristianizar nuevos territorios llevó a emprender numerosas expediciones realizadas por exploradores y misioneros. Fue el caso de las de Caillié, Livingstone o Stanley en África, que se adentraron en territorios desconocidos hasta ese momento. En Asia, las teorías sobre la supremacía racial encontraron su reflejo en el imperialismo japonés.

EL PROCESO DE CONQUISTA DE LOS IMPERIOS COLONIALES I (ÁFRICA)

ÁFRICA HASTA EL SIGLO XIX

Al comenzar el siglo XIX, el continente africano era prácticamente desconocido para los europeos, que solo habían instalado algunas factorías en el litoral, sin aventurarse apenas por el interior. Por aquel entonces se distinguían en África tres zonas claramente definidas:

  • Norte del continente. Desde el siglo VII, el islam se había ido extendiendo por el tercio septentrional a través de las rutas comerciales. A comienzos del siglo XIX había en la zona distintos regímenes musulmanes, entre los que destacaban el reino de Marruecos, el Imperio Kanem-Bornu (que abarcaba un amplio territorio desde el golfo de Guinea hasta la cuenca del Nilo) o el Imperio Wadai, en la zona del actual Sudán. Además, la cuenca mediterránea y Egipto estaban en manos del Imperio otomano.
  • Zona central. En el África subsahariana se desarrollaron otros reinos, como el del Congo o el Tutsi. Mención aparte merece el reino de Etiopía, que contaba con 2.000 años de historia y que se había convertido al cristianismo en el siglo IV d. C. Además, diversos grupos tribales dominaban extensas zonas, como los masáis en torno al lago Victoria o los oromos en el golfo de Somalia.
ÁFRICA ANTES DE LA DISPUTA COLONIAL (1800-1880)
  • Zona sur. En la zona meridional de África se habían establecido diversas factorías europeas, que habían entrado en contacto con los pobladores de la zona (esencialmente batsuanas y zulúes). En 1840, los bóeres, colonos de origen holandés, habían establecido la colonia de Natal.

A mediados del siglo, exploradores, misioneros y médicos se adentraron en el territorio en expediciones que despertaron un creciente interés por el continente africano y sus recursos.

El desarrollo de los sistemas de comunicaciones, junto con las innovaciones en medicina (como el descubrimiento de la quinina, para combatir la malaria), hizo posible ese avance hacia el interior del continente.

 

LOS INICIOS DE LA COLONIZACIÓN

El camino de la expansión colonial fue emprendido en la década de 1830 por Francia, que inició la ocupación de Argelia, a la que siguió el control sobre Túnez.

En 1869 se inauguró el canal de Suez, lo que propició la colaboración entre Francia y Reino Unido para hacerse con el control de Egipto, que en el año 1882 quedaría definitivamente bajo administración británica.

El impulso colonizador decisivo lo dio Leopoldo II de Bélgica, que logró el control de buena parte de África central a partir de 1879; su maniobra dio origen a numerosas controversias con otras potencias, especialmente con Francia, que exploraba el este de la cuenca del río Congo.

Las rivalidades se vieron incrementadas debido al creciente interés de Alemania por expandir sus dominios hacia el África central. El nuevo Estado era una gran potencia industrial y militar, y su emperador, Guillermo I exigía un imperio acorde con el poder de Alemania.

 

EL REPARTO DE ÁFRICA

Estas rivalidades provocaron la convocatoria de la Conferencia de Berlín. Se celebró entre 1884 y 1885 y a ella acudieron quince países para repartirse el continente africano.

En ella se acordó la libertad de navegación y comercio por los ríos Níger y Congo, el reconocimiento del Congo como dominio personal del rey belga, el control francés sobre el territorio al norte del río Congo y la aceptación de las reivindicaciones coloniales alemanas.

Asimismo, se declaró la abolición del tráfico de esclavos y se proclamó el principio de que ninguna potencia podría reclamar territorio alguno si no lo había ocupado de manera efectiva. Esto provocó que las diferentes potencias iniciasen una dura carrera de expansión territorial:

  • África occidental. Francia logró el control de una extensa área que comprendía Marruecos, Argelia, Túnez, el desierto del Sahara, Senegal, Costa de Marfil, la cuenca del Níger y parte del África ecuatorial.
  • África oriental. La potencia más beneficiada fue Reino Unido, que controló, en un continuo territorial de norte a sur, Egipto y el valle del Nilo fiesta el lago Victoria. En esta área, Italia y Francia tuvieron que conformarse con pequeños enclaves en la costa del océano Índico.
ÁFRICA EN 1914 TRAS LA OCUPACIÓN DEL CONTINENTE
  • África del sur. La expansión británica se orientó hacia el norte. Siguiendo en buena parte los planteamientos del político y empresario Cecil Rhodes, los británicos trataron de conectar estos dominios con el valle del Nilo para evitar que Alemania y Portugal uniesen las colonias que ambas poseían en las costas atlántica e índica. En este proceso, entre 1899 y 1902 se enfrentaron en una guerra contra los bóeres que dio a Reino Unido el completo dominio de Sudáfrica.

Además, las pretensiones francesas de unir Somalia con sus dominios centroafricanos desencadenaron un incidente en Fashoda en el año 1898 que dio a los británicos el control del valle del Nilo en su totalidad.

Hacia 1900, África estaba prácticamente repartida entre las potencias europeas, y tan solo existían dos Estados independientes: Abisinia (actual Etiopía), que resistió los intentos italianos de invasión, y Liberia, fundada en 1847 por antiguos esclavos negros procedentes de Estados Unidos.

EL PROCESO DE CONQUISTA DE LOS IMPERIOS COLONIALES II (ASIA)

ASIA Y EUROPA ANTES DEL SIGLO XIX

A diferencia de lo ocurrido en el continente africano, Asia había sido zona de expansión para los europeos desde el siglo XVI, de modo que la presencia colonial en el continente era ya intensa.

  • Asia central. Hasta el siglo XVIII, la región del Indostán había estado dominada por el Imperio mogol y la decadencia de este había permitido el establecimiento de un poderoso Estado de religión hindú, conocido como Imperio mahratta, que consiguió someter parte de la zona.

Los europeos se habían establecido desde el siglo XVI en distintos enclaves costeros. Desde su fundación en el año 1600, la Compañía Británica de las Indias Orientales venía desempeñando un papel protagonista gracias al control que ejercía sobre Bombay, Madrás y Bengala.

  • Sudeste asiático. La presencia europea en esta región también tiene su origen en enclaves comerciales fundados en el siglo XVII. La zona de Indonesia había sido explotada inicialmente por Portugal, que pronto dejó paso a la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. A comienzos del siglo XIX la corona holandesa se hizo con el control del territorio. La presencia holandesa chocó con los intereses de Reino Unido, que desde 1824 se había establecido en península de Malaca y en algunas zonas de Birmania.

En Indochina, por su parte, el reino más importante a comienzos del siglo XIX era el de Vietnam, que mantenía relaciones con los emperadores chinos. Otro Estado relevante era Siam, gobernado por la dinastía Chakri y que durante el siglo XIX entabló relaciones comerciales con los europeos.

  • Asia oriental. En el caso del Imperio chino, desde el siglo XVII estaba gobernado por la dinastía Qing, que había mantenido un férreo control sobre el acceso de extranjeros (solo el puerto de Cantón estaba abierto al comercio). Los europeos iniciaron una campaña de penetración comercial que desató enfrentamientos. Por otro lado, China se expandió hacia las regiones de Hunan, Kansu y el Turkestán, lo que provocó levantamientos contra los pueblos que las habitaban.
ESTANDARTE DE LA DINASTIA QING
SELLO DE LA DINASTIA QING

Por su parte, Corea mantenía una situación de aislamiento gobernada por la dinastía Ri y sumida en profundos conflictos internos. Lo mismo ocurría en Japón, donde los europeos apenas habían establecido contacto y donde el emperador estaba en la cúspide de un sistema feudal.

  • Pacífico. La colonización occidental no planteó excesivos problemas. Reino Unido, Francia y España habían sido las únicas potencias presentes hasta que Estados Unidos y Alemania irrumpieron y obligaron a establecer acuerdos para delimitar las zonas de influencia en la región.

 

LA DOMINACIÓN DE ASIA

A lo largo del siglo XIX, los europeos intensificaron su presencia en el continente asiático, así como en las islas del océano Pacífico.

  • Asia central. En el año 1857 tuvo lugar la revuelta de los cipayos, que cuestionaba la autoridad de la Compañía Británica de las Indias Orientales en el Indostán. Además, los rusos avanzaban desde Siberia hacia el sur, amenazando así la presencia británica en la región. Por ello, el Gobierno británico asumió el control directo del territorio y en 1877 la reina Victoria fue nombrada emperatriz. Para garantizar la integridad territorial, ocuparon el noroeste de la región (el actual Pakistán) y acordaron con Rusia mantener la independencia de Afganistán como “Estado-tapón” entre ambas potencias.
ASIA EN 1914
  • Asia sudoriental. En 1869, Francia culminó su conquista de Indochina, y el reino de Siam permaneció independiente como zona de separación con el Imperio británico. Por su parte, Holanda consolidó el control de Indonesia tras la cesión británica de las islas de Java, Sumatra y Borneo.

Rusia también se expandió por el extremo oriental del continente. En 1859 controló la orilla izquierda del río Amur y fundó el puerto de Vladivostok; en 1875 se hizo con la isla de Sajalín. Por su parte, Japón derrotó a China en la Guerra chino-japonesa (1894-1895) y, por el Tratado de Shimonoseki, recibió la isla de Taiwán.La resistencia china a la penetración extranjera se manifestó en la revuelta de los bóxeres (1899-1901), que se zanjó con una nueva derrota china.La tensión en la región provocó la Guerra ruso-japonesa (1904-1905), que se libró por el control de Corea y Manchuria y se saldó con la firma del Tratado de Portsmouth, que contemplaba la creación de un protectorado japonés en Corea y la pérdida de algunas posesiones rusas en la región.

RETIRADA DE TROPAS RUSAS TRAS LA DERROTA EN LA BATALLA DE MUKDEN EN 1905

  • Asia oriental. La debilidad de China despertó una dura pugna por el control de su territorio entre Rusia, Japón, Reino Unido, Francia y Estados Unidos. Para controlar el comercio en la región, los británicos libraron las guerras del Opio. La primera (1839-1842) se saldó con la firma, en 1842, del Tratado de Nankín, por el que China cedía a los británicos Hong Kong y abría sus puertos al comercio internacional. La segunda (1856-1860) supuso la apertura de nuevos enclaves y la libertad para los extranjeros para viajar al interior de China.

ORGANIZACIÓN DE LAS COLONIAS Y CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO

LAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN COLONIAL

La presencia de los europeos en los territorios colonizados supuso el control político, social y cultural, y el sometimiento de los pueblos de estos territorios a los intereses económicos de las metrópolis.

La administración local de los territorios coloniales recayó en principio en las compañías privilegiadas de comercio, que recibieron amplios poderes. Sin embargo, pronto el Estado asumió estas funciones. Hubo sistemas de control colonial muy variados:

  • Las colonias eran aquellos territorios en los que la población indígena estaba totalmente sometida a la potencia colonial, que implantó un gobierno y una administración totalmente europeos. El poder de la metrópoli se ejercía por medio de un gobernador. Este sistema predominó en África y en parte de Asia.Un tipo peculiar fueron las colonias de poblamiento, en las que se asentó una numerosa población europea que impuso su lengua, formas de vida e instituciones.
DIFERENTES TIPOS DE COLONIAS AFRICANAS EN 1930
  • Los dominios eran específicos del Imperio británico. Se trataba de colonias de poblamiento a las que se les aplicó un sistema de autogobierno. Los poderes del gobernador estuvieron limitados por un gobierno designado por una asamblea elegida por los colonos. Los dominios gozaron de completa autonomía en la política interior, pero la política exterior se decidía en la metrópoli. Fue el caso de Canadá, Nueva Zelanda, Australia y la Unión Sudafricana.
  • Los protectorados eran territorios coloniales donde ya existía un Estado soberano con su propia estructura política y cultural. La potencia colonial respetaba, en teoría, el gobierno y la administración indígena, pero ejercía el control militar, la dirección de la política exterior y la explotación económica.
  • En las concesiones un Estado cedía, de forma temporal, territorios a una potencia colonial, que los controlaba económicamente pero sin desplazar a ellos ni funcionarios ni militares. El caso más destacado fue China.

 

CONSECUENCIAS

La colonización provocó cambios profundos en la economía, la cultura y los modos de vida de los pueblos indígenas.

 

ECONÓMICAS

PLANTACIÓN BLANCA EN RODESIA (ACTUAL ZIMBABUE) EN TORNO A 1910

Los europeos practicaron la «economía del pillaje», es decir, explotaron con el menor coste posible unos inmensos territorios con abundantes recursos naturales.

Los colonos europeos se apropiaron de las tierras, desplazando por la fuerza a los indígenas. Así, en Argelia, tras la revuelta de 1871, cerca de 500.000 hectáreas de tierras fueron confiscadas y distribuidas entre los colonos, En otros casos se encerró a los indígenas en reservas (África del sur). Las grandes compañías recibieron de sus metrópolis concesiones gratuitas para explotar las tierras por el sistema de plantaciones dedicadas al monocultivo (caucho, café, té, tabaco, cacao, cítricos…).

También obligaron a los indígenas al trabajo forzoso en condiciones infrahumanas, lo que, en ocasiones, produjo drásticas reducciones de la población. Esta explotación y la ruina de las actividades artesanales indígenas por la competencia industrial europea aumentaron la miseria de la mayoría de la población sometida a la colonización.

La explotación de los recursos (materias primas, fuentes de energía), el control de los mercados coloniales y las preocupaciones estratégicas impulsaron a las metrópolis a equipar a las colonias con ferrocarriles, carreteras, puertos y líneas telegráficas. Pero se trazaban para satisfacer los intereses de la metrópoli, por ejemplo, uniendo los puertos con las minas, mientras que el resto del territorio quedaba incomunicado.

Generalmente, las metrópolis europeas impusieron sus monedas, sus sistemas fiscales y elevaron las tarifas aduaneras sobre las mercancías para limitar los gastos de la administración de los territorios coloniales.

 

DEMOGRÁFICAS

En la fase inicial de la colonización, la población se vio reducida debido a las políticas de persecución de los indígenas; los casos de Australia o Nueva Zelanda, donde los aborígenes fueron prácticamente exterminados es el ejemplo más claro. Pero la introducción de la medicina europea (higiene, vacunas, etc.) en los territorios colonizados permitió reducir la mortalidad, mientras la natalidad se mantuvo elevada. El crecimiento de la población y el rápido proceso de urbanización, producto de la miseria rural, provocaron un hambre crónica y un incremento de las tensiones sociales. Situación que en muchos casos ha llegado hasta nuestros días y se ha visto agudizada en varias ocasiones a lo largo de los últimos 50 años.

EL CAIRO EN 1905

Por otro lado, el traslado de población blanca incrementó de forma notable el número de habitantes en algunas zonas, lo que dificultó el abastecimiento y causó serios problemas de subsistencia para la población indígena.

 

CULTURALES

La acción imperialista impactó profundamente en las mentalidades de las comunidades tribales más primitivas. Las misiones y la extensión de la enseñanza impusieron la preeminencia de la lengua metropolitana y amenazaron la cultura autóctona, tratando de atenuar la propia identidad. Ello dio lugar a un fenómeno de aculturación.

 

POLÍTICAS Y SOCIALES

Se crearon fronteras artificiales que supusieron la unión o división forzada de grupos tribales y étnicos diferentes, lo que ocasionó innumerables conflictos políticos, sociales y étnicos que persisten hoy día.

Por otra parte, en el seno de la administración colonial se forjó una élite indígena en la que se difundieron ideas liberales o socialistas que generaron un creciente nacionalismo, que aspiraba a la independencia.

EL IMPERIALISMO EN 1914

 

MILITARES

Las potencias europeas se enfrentaron en África y Asia y aunque en ningún caso se llegó al enfrentamiento abierto, gracias a la diplomacia, las diferencias entre ellas alimentó una enemistad ya de por sí muy desarrollada en el continente europeo. contribuyendo al desarrollo armamentístico, sobre todo naval, de los ejércitos europeos.

DEFINE LOS SIGUIENTES CONCEPTOS, PERSONAJES O ACONTECIMIENTO HISTÓRICOS EN UN MÁXIMO DE CINCO LÍNEAS:

DARWINISMO SOCIAL

 

LEOPOLDO I DE BÉLGICA

 

CREA DOS MAPAS DE 1914 EN LOS QUE SE OBSERVEN LOS IMPERIOS COLONIALES EUROPEOS. USA MAPCHART PARA HACERLOS.

USA COMO GUÍA LOS MAPAS QUE HAY EN LA TEORÍA, RECUERDA HACER ZOOM PARA CENTRARTE EN ÁFRICA Y ASIA, HAY QUE HACER DOS MAPAS DE CADA UNO DE LOS CONTINENTES, EN EL DE ASIA DEBE APARECER TAMBIÉN OCEANÍA, NO PASA NADA SI NO SE VE SIBERIA COMPLETAMENTE, LO COLORES A UTILIZAR SON LOS SIGUIENTES:

  1. COLONIAS INGLESAS: ROJO
  2. COLONIAS FRANCESAS: AZUL
  3. COLONIAS ALEMANAS: NEGRO
  4. IMPERIO RUSO: LILA CLARO
  5. COLONIAS ITALIANAS: VERDE CLARO
  6. IMPERIO OTOMANO: GRANATE
  7. COLONIAS PORTUGUESAS: VERDE OSCURO
  8. COLONIAS ESPAÑOLAS: AMARILLO
  9. COLONIAS BELGAS: MORADO
  10. COLONIAS NEERLANDESAS: NARANJA
  11. COLONIAS ESTADOUNIDENSES: AZUL
  12. COLONIAS JAPONESAS: MARRÓN
  13. PAÍSES INDEPENDIENTES: GRIS

POR ÚLTIMO, TRAS EXPORTAR EL MAPA Y CONVERTIRLO EN JPG O PNG, COLOCA EN SU SITIO LAS SIGUIENTES COLONIAS, PROTECTORADOS O DOMINIOS:

  1. MARRUECOS ESPAÑOL
  2. MARRUECOS
  3. SAHARA ESPAÑOL
  4. ARGELIA
  5. LIBIA
  6. EGIPTO
  7. SUDÁN
  8. ABISINIA
  9. SOMALIA ITALIANA
  10. NIGERIA
  11. CAMERÚN
  12. CONGO BELGA
  13. TANGANICA
  14. MOZAMBIQUE
  15. ANGOLA
  16. SUDÁFRICA
  17. MADAGASCAR
  18. INDIA
  19. SIAM
  20. INDOCHINA
  21. INDIAS ORIENTALES HOLANDESAS
  22. COREA
  23. FILIPINAS
  24. AUSTRALIA
  25. NUEVA ZELANDA

B4/3.2. Localiza en un mapamundi las colonias de las distintas potencias imperialistas.

IDENTIFICA Y EXPLICA EN DOS ESQUEMAS DIFERENTES LAS CAUSAS Y LAS CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO. PUEDES USAR COMO GUÍA LOS EJEMPLOS QUE TIENES MÁS ABAJO:

ESTE ESQUEMA ESTA HECHO CON LUCIDCHART, PERO TAMBIÉN PUDE HACERSE CON DRAW.IO, EN AMBAS WEBS TIENES LA PLANTILLA YA HECHA
EN ESTE CASO EL ESQUEMA ESTA HECHO CON POWERPOINT, USANDO SMARTART. PUEDES ACCEDER A LA PLANTILLA CLICANDO EN LA IMAGEN O AQUÍ

B4/3.1. Identifica y explica razonadamente las causas y las consecuencias de la expansión colonial de la Segunda Mitad del siglo XIX.

PROPUESTA PARA EL TRABAJO INDIVIDUAL RELACIONADO CON LOS DERECHOS HUMANOS

UNA DE LAS CONSECUENCIAS DEL COLONIALISMO DECIMONÓNICO FUE LA PAULATINA SUSTITUCIÓN DE LAS LENGUAS INDÍGENAS POR LAS EUROPEAS. ECHA UN VISTAZO A LA SIGUIENTE NOTICIA DE LA NACIONES UNIDAS Y DESCRÍBENOS CUAL ES LA SITUACIÓN DE ESTAS LENGUAS “OLVIDADAS”

CLICA EN LA IMAGEN PARA ACCEDER A LA NOTICIA

ORDENA EN LA SIGUIENTE TABLA LAS CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA COLONIZACIÓN QUE HAY A CONTINUACIÓN, SOBRAN 5 QUE SON FALSAS:

GUERRA ABIERTA ENTRE LAS POTENCIAS EUROPEAS BÚSQUEDA DE MATERIAS PRIMAS Y ENERGÍA CREACIÓN DE FRONTERAS ARTIFICIALES
MESTIZAJE ENTRE EUROPEOS E INDÍGENAS MISIÓN CIVILIZADORA DE LA RAZA BLANCA PRESTIGIO NACIONAL
CONFISCACIÓN DE TIERRAS EXCEDENTES DE POBLACIÓN CONSTRUCCIÓN DE INFRAESTRUCTURAS PARA LA POBLACIÓN
FORMACIÓN EN EL IDIOMA DE LOS INDÍGENAS BÚSQUEDA DE NUEVOS MERCADOS TRABAJO FORZOSO EN MALAS CONDICIONES
EXTERMINIO DE ALGUNOS PUEBLOS PETICIONES POR PARTE DE LOS INDÍGENAS DE PRESENCIA EUROPEA ACULTURACIÓN

 

CAUSAS CONSECUENCIAS
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EL CONGO BELGA

LEE EL SIGUIENTE ARTÍCULO SACADO DE EL PAÍS Y RESPONDE A LA SIGUIENTES PREGUNTAS SOBRE UNO DE LOS EPISODIOS MÁS OSCUROS Y SANGRIENTOS DE LA COLONIZACIÓN AFRICANA: EL CONGO BELGA

Congo: horror silenciado

27 ABR 2016
Autor invitado: Omer Freixa

Hoy es la capital mundial de la violación, donde una mujer es violada cada 60 segundos. La República Democrática del Congo, asolada por un conflicto que pronto cumplirá 20 años, es víctima paradójicamente de su virtud, ser una mina de recursos naturales, en donde sobresale el tan preciado coltán, necesario y tan requerido para la fabricación de teléfonos móviles en el mundo. Se trata de un conflicto silenciado que se ha cobrado con seguridad más de 3 millones de víctimas en los últimos 15 años.

Un monarca excéntrico

En cualquier caso, fue a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando otro horror todavía más sangriento, tuvo lugar en este territorio tan castigado. Desde los primeros contactos con los europeos, la trata esclavista se fue asentando como un negocio lucrativo y los congoleños fueron una de tantas víctimas. En el siglo XVII, 15.000 esclavos eran embarcados hacia América al año desde el Reino del Kongo.

IMAGEN DE INDÍGENAS CONGOLEÑOS CON GRILLETES ESCOLTADOS POR COLONOS BELGAS

Pero lo que ocurrió en el siglo XIX en el “corazón de las tinieblas”, como apodara al Congo el famoso escritor de origen polaco Joseph Conrad (Konrad Korzeniowski), solo puede compararse con algunos de los genocidios más terroríficos de las historia de la humanidad. Y un solo hombre, Leopoldo II de Bélgica, fue el principal responsable.

El Congo representa un caso insólito al ser la única colonia adjudicada a una persona, el monarca belga Leopoldo II, y no a una Corona o una nación, el Congo fue una colonia sin metrópoli. Se trató del Estado Independiente del Congo (EIC, 1885-1908), propiedad de una persona reconocida y admirada en toda Europa como un filántropo. Sin embargo, bajo la fachada de un carácter humanista e ilustrado, tuvo lugar una de las mayores barbaridades del siglo XIX: un régimen de explotación que tuvo lugar en un territorio 76 veces más grande que Bélgica, se calcula que entre 1880 y 1920 murieron unas 10 millones de personas, la mitad del total de la población original.

El monarca belga fue quien más se benefició de las riquezas de su feudo, principalmente el marfil, en un primer momento, y más tarde el caucho. Lo paradójico es que el rey nunca vio el terror en directo, jamás puso un pie en su único territorio de ultramar.

Para el soberano belga el Congo era un país fascinante y salvaje, pero en realidad se trató de un área devastada por su desmedida ambición. Aún así, la imagen que exportó desde Bruselas, en 1897, con ocasión de una exposición universal, fue “idílica”, al exhibir 267 congoleños en un zoológico humano.

La arquitectura en Bruselas refleja el fausto de esa época, pero no hay indicio monumental alguno de la barbaridad acaecida en el Congo. Además, Leopoldo II ordenó destruir los archivos del EIC. Lo que ha impedido que Europa conozca en toda su medida el terror que asoló este territorio.

Ambición sin escrúpulos

Leopoldo II heredó el trono en 1865. Desde joven, el futuro monarca comenzó investigar posibles territorios donde ampliar su futuro dominio. Por ejemplo, en Egipto, donde intentó comprar algunos lagos del delta y reclamarlos como colonias. También pensó en la provincia argentina de Entre Ríos y en la isla Martín García en el Río de la Plata, entre otros sitios. Aunque pronto comenzó a ver en África un objetivo interesante.

Para promocionar su imagen de filántropo y a la vez avanzar con las intenciones imperiales sobre África, Leopoldo II organizó en septiembre de 1876 una conferencia de exploradores y geógrafos en Bruselas bajo el auspicio de la recién fundada Sociedad Real Geográfica. En el marco de la conferencia se fundó la Asociación Internacional Africana y resultó electo el monarca anfitrión como su presidente. Leopoldo tuvo en esta estructura de corte filantrópica un amplio margen de maniobra bajo aparentes intenciones “humanistas”. El monarca belga no quería quedarse fuera del “Scramble for Africa”, la lucha por el reparto de África que acababa de comenzar. Continuando su derrotero filantrópico, creó la Asociación Internacional del Congo, que fue ampliamente avalada con ingentes aportes monetarios de terceros.

La anexión del Congo sobre el terreno no hubiera sido posible sin la acción de un brillante explorador británico, Henry Morton Stanley, a quien Leopoldo contrató por un jugosísimo sueldo. Stanley operó cinco años en el Congo, hasta 1884, firmando acuerdos con jefes locales para incorporar sus tierras al dominio del rey.

En la Conferencia de Berlín (1884-85), en la que Bélgica no estaba presente puesto que a su monarca representó a la Asociación Internacional del Congo. Leopoldo II resultó sin dudas el más beneficiado. Ya que consiguió el Congo belga como territorio propio.

Desde que tomó posesión del territorio, el 29 de mayo de 1885 momento en el que se creó el EIC, el poder de Leopoldo II en Congo fue absoluto y mucho mayor que en Bélgica. A los 50 años cumplió el sueño de tener la colonia que siempre había deseado. Leopoldo hizo lo que quiso, declaró toda la tierra vacante propiedad del Estado y concesionó el territorio a compañías privadas para conformar un régimen de explotación feroz. Si bien Leopoldo se jactó de ser un abanderado de la causa anti-esclavista, sin embargo, muchos de los trabajadores congoleños estuvieron atados a una forma laboral casi idéntica a la esclavitud. Se hizo famoso el chicotte, un látigo de piel de hipopótamo que dejaba heridas permanentes y muchos azotes podían provocar la muerte. El trabajo forzado constituyó una institución económica colonial generalizada, que luego copiaron otros regímenes europeos en África con resultados también funestos.

Al finalizar la década de 1890 el caucho se convirtió en la materia prima más rentable del Congo. Para conseguirlo, hombres, mujeres y niños fueron secuestrados; una práctica no reconocida como política oficial, y obligados a trabajar arduamente. Si un hombre no obedecía la orden de recolectar caucho, los explotadores podían asesinar a su esposa entre otras muchas atrocidades.

En definitiva, al cambiar el siglo la posesión del rey belga se había convertido en el territorio más rentable de África y el costo humano comenzaba a ser obsceno.

Voces críticas

Si algo tuvo la era victoriana es que fue prolífica en cuanto a producción de cartas y diarios. En este material fue donde comenzaron a aparecer las denuncias del horror consumado en el Congo, pero prácticamente sin presencia de voces africanas. Varios personajes denunciaron a lo largo del tiempo las atrocidades cometidas en el Congo, algunos con más y otros con menor éxito. Un caso relevante fue el del afroamericano George Washington Williams, autor del primer documento en contra de la política en el Congo, la Carta Abierta, que anticipó las denuncias que luego serían una proclama de la cruzada internacional contra Leopoldo II. Su autor señaló que el monarca era culpable de “crímenes contra la humanidad” pero el monarca contraatacó con propaganda. Esto último explica, entre otros motivos por qué fue posible ocultar un horror equiparable a un Holocausto, si bien el móvil fue meramente económico.

Los que adquirieron renombre y mejor contribuyeron para dar a conocer el régimen de terror de Leopoldo II fueron Edmund Morel y Roger Casement, ambos agentes de la compañía transportista Elder Dempster que operaba en el Congo.

  1. El primero lideró la cruzada contra el rey y generó más de 20.000 cartas sobre el tema. Para Morel, Leopoldo era la encarnación del demonio en la Tierra. La cólera abanderó su causa y su eficacia lo condujo a ser propuesto al Premio Nobel de la Paz.
  2. Casement se desempeñó como cónsul británico en el Congo y desde esa posición reforzó su parecer sobre el trato cruel dispensado a los lugareños, de lo cual informó al Servicio Diplomático y a agentes del EIC. En 1903 volvió a Inglaterra para redactar un reporte publicado al año siguiente. Gracias a la energía de este irlandés, Morel fundó la Asociación para la Reforma del Congo. El reporte de Casement, con el aval de Morel, alcanzó conocimiento público en el mundo gracias a la difusión de la prensa internacional. Desde aquella publicación los ataques se incrementaron, pero Leopoldo también respondió desde medios periodísticos aliados… o sobornados.

La aparición de varias investigaciones más propició la formación de una nueva Comisión de Investigación que recopiló 370 testimonios y cuyo resultado acorraló más al rey. Un reporte de 150 páginas volvió a repetir la crítica formulada por Morel y Casement, pero con mucha más difusión, al punto que en las postrimerías de 1905 se adoptó de manera multilateral una resolución condenatoria del Estado Libre, entendiéndolo como la reaparición de la trata esclavista africana. Leopoldo II estaba furioso pero, consciente de los problemas derivados de la denuncia a nivel internacional, consideró que era momento de ceder su colonia, a Bélgica.

Por diversos motivos, la transferencia no se dio hasta marzo de 1908, momento en que Bélgica asumió el control del Congo, pero no sin antes hacerse cargo de 110 millones de francos en concepto de deudas de época leopoldina y, lo más irónico, el rey recibió 50 millones más en señal de “gratitud por sus grandes sacrificios realizados en el Congo”. Al año siguiente Leopoldo falleció y a esa altura, gracias a Morel y su séquito, la Bélgica de Leopoldo fue conocida, no por sus imponentes monumentos, sino por la colección de manos cortadas. Pero lo que más golpeó la popularidad del rey fue que los ingresos provenientes de la salvaje explotación del Congo no financió las necesidades de su nación, sino que se destinó a los gastos del amor de su vida, Carolina, y a financiar grandes proyectos arquitectónicos reales, así como a tener inversiones fuera del reino.

Adaptación de (*) Omer Freixa: historiador africanista argentino. Investigador, docente y escritor. Profesor y licenciado en historia por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Máster en Diversidad Cultural con especialización en estudios afroamericanos por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF).

 

RESPONDE:

  1. ¿A QUIÉN PERTENECIÓ EL CONGO BELGA ENTRE 1885 Y 1908?
  2. ¿CUÁNTAS PERSONAS SE CREE QUE MURIERON DURANTE LA COLONIZACIÓN BELGA DE ESTE TERRITORIO?
  3. ¿QUÉ MATERIAS PRIMAS SE EXTRAÍAN PRINCIPALMENTE?
  4. ¿EN QUÉ CONDICIONES SE EXTRAÍAN ESTAS MATERIAS PRIMAS?
  5. ¿QUIÉN DENUNCIÓ EN PRIMER LUGAR LA SITUACIÓN DEL CONGO? ¿CÓMO RESPONDIÓ A ESTAS ACUSACIONES EL MONARCA BELGA?