10 LA GUERRA FRÍA (1946-1964)

EN EL PRESENTE TEMA VEREMOS LOS SIGUIENTES EPÍGRAFES:

UN MUNDO BIPOLAR

La Segunda Guerra Mundial acaba con la derrota de Alemania y la destrucción de Europa, que pierde su hegemonía mundial tras siglos de dominación. Como consecuencia del mayor enfrentamiento bélico de la historia de la humanidad emergen dos superpotencias: la URSS y los EE.UU.

Estos dos países lucharon unidos contra las potencias del Eje, pero incluso antes de que finalizara la conflagración mundial comenzaron a mostrar profundas diferencias en su visión de como debería ser el mundo tras la derrota de Hitler y sus alidados. Estas diferencias se fundamentaban en su antagónica organización política y económica.

– La URSS era un estado basado en las ideas marxistas y leninistas, pero en realidad se había convertido en una terrible dictadura personalista en la que Stalin controlaba todos los resortes del poder a través del único partido político permitido el PCUS. Su economía estaba estrictamente planificada y no había libertad de mercado.

UN MUNDO BIPOLAR

– Los EE.UU. eran una democracia, la más antigua del mundo, en la que existía una amplia gama de libertades personales y económicas. La propiedad privada era considerada uno de los valores más importantes y era posible comprar y vender cualquier tipo de producto sin prácticamente ningún control. Aun así, las contradicciones en el seno de los EE.UU. seguían siendo importantes ya que una buena parte de la población seguía siendo discriminada (población afroamericana) o recluida en reservas (población indígena).

Sin embargo, ambos bloques no dudaron en apoyar regímenes opuestos a sus principios ideológicos si con ello conseguían debilitar al contrario.

Ya a partir de 1946, solo unos pocos meses después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, las diferencias entre ambas potencias se tornaron en enfrentamiento abierto, lo que estuvo a punto de provocar un estallido bélico en varias ocasiones. Esta profunda desconfianza provocará una carrera armamentística nuclear que amenazará con la destrucción mutua en cualquier momento.

No será hasta bien entrada la década de 1950 cuando ambas potencias comiencen a buscar una coexistencia pacífica, que aunque débil, evitará una guerra abierta entre ambas superpontencias, que hubiera sido terrible para toda la población mundial.

Las dos superpotencias intentaron mantener su seguridad y ampliar o proteger sus zonas de influencia utilizando todos los medios disponibles con excepción del conflicto bélico directo, ya que este implicaba el uso de armas nucleares y, por tanto, la destrucción mutua. Entre estas formas de enfrentamiento destacaron:

  • Una continua carrera de armamentos, especialmente en lo referente al arsenal nuclear, de forma que cada superpotencia dispuso de suficientes medios para destruir varias veces la vida sobre la Tierra.
  • La propaganda ideológica.
  • La subversión y el espionaje del bloque contrario a través de los servicios secretos (CIA estadounidense y KGB soviético).
  • La delimitación de áreas de influencia en las que no se permitían disidencias.
  • Las presiones políticas y económicas tanto sobre los Estados aliados como contra los del bloque enemigo.
  • La guerra localizada en territorios periféricos por los que ambos bloques intentaban expandir su dominio.

La ONU quedó maniatada por los intereses de las dos grandes potencias. Las políticas de colaboración y acuerdos fueron muy difíciles en este contexto, pues primaba la desconfianza mutua. Sin embargo, la ONU sirvió al menos como foro de debate entre los bloques y permitió que existiese una comunicación continua entre ellos.

EL TERCER HOMBRE (1949) Carol Reed