LA MONARQUÍA ABSOLUTA
Desde la creación del estado moderno bajo la monarquía de los Reye Católicos, el poder de los reyes evolucionó muchísimo. Los poderes de un monarca europeo en el año 1500 no eran los mismos que en el 1700. Por esta razón, se ha reservado el concepto de monarquía absoluta para designar a la forma de gobierno inaugurada por Luis XIV en 1661 cuando comienza a hacerse cargo de las tareas de gobierno a la muerte del cardenal Mazarino y la etapa posterior hasta 1789.
En las monarquía absolutas de finales del siglo XVII y siglo XVIII encontramos las siguientes características:
- El rey se hallaría desligado de la obediencia a las leyes
- Las instituciones representativas estamentales dejaron de ser convocadas o veían sus poderes reducidos a cuestiones administrativas.
- El sistema fiscal pasaba a estar bajo el dominio del monarca
- El mercantilismo fue (en los siglos XVII y XVIII) la política económica que correspondió a la monarquía absoluta
- Se desarrollaron ejércitos profesionales permanentes.
- Estos monarcas se identificaron con la defensa de la uniformidad religiosa y persiguieron a disidentes religiosos, considerados como rebeldes políticos.
La etapa final de la monarquía absoluta, en la segunda mitad del siglo XVIII, suele calificarse como un régimen de “despotismo ilustrado”. Pero esto lo veremos en próximo temas.
EL REY Y LA DINASTÍA
En una monarqía absoluta el rey era a la vez una persona física y una institución permanente, de ahí la idea de que el rey no muere nunca. En el mismo momento en que un rey moría su heredero se convertía automáticamente en rey. En el monarca confluían todos los poderes del Estado:
- Era el supremo gobernante, legislador y juez
- Jefe militar
- Y en algunos países, incluso cabeza de la Iglesia
La función del rey se completaba con la de la dinastía. La soberanía dinástica daba unidad al conjunto dispar de territorios gobernados por un monarca, no existía la idea de nación tal y como la entendemos hoy en día. Por ejemplo, en el documento de abdicación de Carlos IV de España en 1808, se habla de “mis reinos y señoríos” en ningún momento de España, que no existía en estricto sentido jurídico. Por este motivo, las cuestiones de matrimonio y sucesión de la familia real alcanzaban gran trascendencia política. La falta de un heredero o la existencia de uno poco indicado podía hacer estallar guerras como la de Sucesión en España o la pérdida de tronos por no seguir la religión oficial.
Por último, es importante remarcar la importancia de la corte, era el ámbito de la vida del rey, el escenario de su grandeza y a la vez el centro de su gobierno. Luis XIV fue el monarca que entendió la importancia social y política de la corte y consiguió controlar a la nobleza francesa en Versalles “la jaula de oro de Luis XIV”. Durante el siglo XVIII todos los monarcas europeos construirán sus propios palacios al estilo francés.
LOS MINISTROS DEL REY
El rey gobernaba sus dominios por medio de un amplio conjunto de servidores. La institución básica de las monarquías europeas en la Edad Moderna era el Consejo del rey, derivado del deber feudal del consilium.
Este consejo se subdividió en varias instituciones:
- Un consejo, lo más reducido posible, tomaba las decisiones políticas, en Inglaterra se llamó Consejo Privado, en España Consejo de Estado, etc.
- Otros consejos se especializaban temáticamente en cuestiones:
- Judiciales-administrativas
- Financieras (consejos o cámaras de hacienda)
- Militares (consejos de guerra)
- Religiosos (como el Consejo de la Santa Inquisición en España, la Alta Comisión en Inglaterra o el Consejo de Conciencia en Francia)
- Económicos (consejos y juntas de comercio, “colegio” de minas en Suecia y Rusia)
En cuanto a los altos funcionarios, existía una diferencia entre los Estados del centro y el este de Europa y las grandes monarquías occidentales. La máxima figura institucional en el Imperio germánico, y por influencia suya en las monarquías escandinavas y eslavas fue el canciller, el ejemplo más conocido será el de Metternich en Austria ya en el siglo XIX, hay que recordar que en Alemania y en Austria, al jefe de gobierno se le sigue denominando canciller; mientras que en las monarquías occidentales el poder político se concentró progresivamente en las manos de los secretarios reales, que terminaron siendo considerados los únicos y verdaderos ministros.
LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL
Las grandes monarquías se subdividían en unidades menores. Con frecuencia las monarquías eran agregados de territorios que en tiempos anteriores habían tenido reyes propios. Estos territorios conservaban una gran autonomía y eran gobernados por virreyes en el caso de España.
Por debajo de los grandes dominios históricos, el territorio se subdividía en distritos más reducidos, como los “condados” en Inglaterra, los “corregimientos” o “merindades” en España, las “senescalías” o “bailías” en Francia…
Además una monarquía podía organizar otras facetas de su actividad como la hacienda o la justicia con divisiones territoriales diferentes a los antiguos reinos. Por ejemplo Francia llamaba “parlamentos” a sus tribunales locales y en Castilla se llamaban “chancillerías” o “reales audiencias” cuya área de jurisdicción era muy distinta a la de los antiguos reinos. Otro tipo de división correspondía a la administración de hacienda donde apareció la figura del intendente, que se hacía cargo de cobrar impustos en una zona determinada.
LA HACIENDA
Existía una hacienda del rey distinta de la del reino: los reyes debían autofinanciarse con impuestos como las regalías, que eran impuestos sobre minas, sal, comunicaciones o transacciones mercantiles. En momentos concretos, estos impuestos podían ampliarse bajo la supervisión y el permiso de los estamentos (nobleza, clero y estado llano). Pero esta división se irá diluyendo a medida que avance la Edad Moderna.
El sistema fiscal del Antiguo Régimen era discriminatorio ya que los no privilegiados pagaban muchos más impuestos, pero también había diferencias entre el campo y la ciudad. Los campesinos eran los que sostenían en mayor grado las haciendas reales.
Era frecuente establecer impuestos sobre productos de primera necesidad como la carne, el aceita, el vinagre, etc. en Castilla se llamaban “millones” y en Francia “aides” o “traites”. Un producto especialemente tasado era la sal, la “gabelle”, se ha convertido en denominación de tributo injusto y oneroso.
Estos impuestos no eran cobrados directamente por el Estado, si no que Éste arrendaba estos impuestos a compañías que intentaban sacar el mayor beneficio posible. La administración directa de los impuestos por parte de los Estados no se difundió hasta el siglo XVIII.
EL EJÉRCITO
Se ha considerado tradicionalmente que una de las características más sobresalientes del Estado moderno era la formación de un ejército permanente. En la Edad Media, el núcleo de las fuerzas armadas estaba constituido por las mesnadas feudales y las milicias urbanas. Durante el Renacimiento, se desarrollaron fuerzas permanentes especializadas como la gendarmerie francesa (caballería pesada) o los “tercios” españoles, que incorporaron armas de fuego. A la misma época correspondió el incremento de la artillería.
Entre 1560 y 1600 se produjo la conocida como “Revolución militar”, que tuvo repercusiones en el orden de las fortificaciones y en la organización militar. La guerra de los Treinta Años en el siglo XVII movilizó grandes ejércitos y ya en el siglo XVIII la Guerra de los Siete Años podría considerarse como un ensayo de las guerras mundiales del siglo XX.
Bajo el reinado de Luis XIV el ejército francés se convirtió en el modélico por su organización y por el uso de un armamento novedoso. En el siglo XVIII, el ejército europeo mejor preparado fue el prusiano.
Los ejércitos de la Edad Moderna se formaban en principio sobre la base del reclutamiento voluntario. Las regiones pobres, por ejemplo, de Suiza, siempre dieron un número elevado de soldados profesionales o mercenarios. Si los voluntarios no bastaban, se pedían soldados forzosos a los municipios. Por lo tanto, el ejército estaba formado por individuos inestables, impulsados por la pobreza o escogidos entre los menos integrados de las poblaciones. Las deserciones eran continuas.
Los ejércitos vivían a costa de los campesinos y habitantes de las zonas donde acampaban y normalmente los soldados se dedicaban al pillaje. Solo la progresiva construcción de cuarteles durante la segunda mitad del siglo XVII y XVIII redujo la tensión entre militares y paisanos.
LAS INSTITUCIONES REPRESENTATIVAS
Los sistemas políticos de la Europa Moderna resultaría incompletos si no tuviéramos en cuenta la organización articulada de los estamentos sociales en instituciones representativas de tipo parlamentario. Estas instituciones parlamentarias tienen su origen en el antiguo Reino de León, cuando Alfonso IX convocó por primera vez a todos los estamentos en 1188. Estas instituciones son conocidas con distintos nombres:
- Cortes en España
- Parlamento en Inglaterra y algunos estados italianos
- Estados, que podían ser “provinciales” o “generales” en Francia
- Dieta en países germánicos y eslavos…
Los Parlamentos del Antiguo Régimen no eran, ni pretendían ser, democráticos al estilo del siglo XX y XXI. Partian de la división jerárquica de la sociedad. Podríamos decir que los estamentos representados en estos Parlamentos no representaban al país, sino que ellos eran el país.
Los Parlamentos se organizaban siguiendo dos modelos:
- División de los tres brazos o estamentos en los que cada estamento tenía un voto (3 en total):
- Militar o nobiliario: La nobleza de cada región enviaba unos delegados
- Clero: Sólo los prelados seculares y regulares tenían derecho a acudir
- Tercer estado: reunía a los delegados de las principales ciudades libres, que solían pertenecer a la oligarquía semiennoblecida.
- Otro modelo era el inglés con sus dos cámaras de representantes:
- La Cámara Alta o de los Lores, que reunía a todos los miembros de la nobleza titulada y a los obispos
- La Cámara Baja o de los Comunes, en la que tenían representación las ciudades y los condados
Estos Parlamentos tuvieron más o menos poder durante la Edad Moderna dependiendo del reino, en cualquier caso, para asegurar sus poderes se constituyeron comisiones permanentes que en Aragón se conocieron como Diputaciones del General o Generalidad.
En el siglo XVII el Parlamento inglés fue posiblemente el primero en verse así mismo como representación de todo el país más que como un conjunto de cuerpos estamentales.
A medida que la Edad Moderna fue avanzando estas instituciones fueron tenidas cada vez menos en cuenta por los monarcas absolutos, pero incluso en fechas tan tardías como 1789 en Francia, Luis XVI se vio obligado a convocar los Estados Generales debido a la crisis que asolaba Francia.
LA JUSTIFICACIÓN DEL ESTADO ABSOLUTO
Durante la segunda mitad del siglo XVII y principios del siglo XVIII aparecerán varias teorías políticas que justificarán el poder de los monarcas absolutos. Las más representativas serán las defendidas por el francés Bossuet, que basará sus teorías en el derecho divino de los monarcas y la del inglés Hobbes que no se apoyará en Dios sino en el miedo al caos en ausencia de un poder fuerte:
THOMAS HOBBES (1588-1679)
Defendía el poder absoluto, pero desde una perspectiva distinta de los teóricos del origen divino del poder. Consideraba la política como una ciencia que debía tener conceptos claros y rigurosos.
Según Hobbes, el poder absoluto se justifica por el interés de los individuos gobernados. Para Hobbes el estado natural de la sociedad es el estado de guerra, pero el instinto de supervivencia del ser humano le empuja a constituir una sociedad en la que vivir en paz, nace así el concepto de contrato social. Por lo tanto, el Estado absolutista es la consecuencia del interés de los individuos por convivir y el Estado debe garantizar la seguridad de los individuos y sobre todo debe proteger la propiedad. El absolutismo sería la forma de gobierno más estable, por lo tanto, Hobbes no defiende la división de poderes, por lo tanto sus teorías no se basan en el origen divino del poder sino en el utilitarismo y el individualismo.
Su obra más conocida es el Leviathan publicada en 1651.
JACOBO BOSSUET (1627-1704)
La obra de este teórico francés es una encendida defensa de la autoridad, del orden y de la legitimidad del poder absoluto de los monarcas, cuyos fundamentos encontraba en las Sagradas Escrituras. Para Bossuet la monarquía es la mejor forma de gobierno y está fundada en la autoridad real, que es sagrada, paternal, absoluta y racional.
“No existe ninguna forma de gobierno ni institución humana alguna que no presente inconvenientes; de tal suerte que se debe seguir con el mismo tipo de gobierno al que un largo tiempo de vivencia ha acostumbrado al pueblo. (…)Únicamente al príncipe incumbe velar por el bienestar del pueblo; éste es el primer artículo y fundamento sobre el que se basan los demás; (…) no puede existir poder alguno que no de penda de él; ni asamblea alguna que exista si no es contando con su visto bueno.
Así es cómo, a favor del bienestar de un Estado, se deposita en una misma mano todo el poder. El desperdigar dicho poder es dividir al Estado; es dar al traste con la paz pública…”
Bossuet. Política según la Sagrada Escritura.
LAS LIMITACIONES DEL ABSOLUTISMO
Más allá de la imagen de control total del poder por parte de los monarcas absolutos, en realidad, el poder del rey se hallaba limitado por tres hechos sustanciales:
- La resistencia de los poderes locales a las demandas del Gobierno central. La población obedecía a las autoridades locales, más cercanas que el rey, un soberano lejano al que nunca veían. En el campo, los campesinos obedecían a los señores feudales y, en las ciudades, los ayuntamientos eran muy poderosos.
- La falta de un control eficaz de los reyes sobre las tareas de gobierno, sobre todo en los grandes Estados. Los reyes promulgaban, pero eran incapaces de imponerlas, pues no contaban con una Administración suficiente ni con funcionarios cualificados.
- Las actitudes de la aristocracia y de otros cuerpos sociales limitaban la autoridad de los reyes. La promulgación de ciertas leyes y el establecimiento de nuevos impuestos debían contar con la aprobación de los parlamentos estamentales.
Por lo tanto, el término absolutismo, en toda su amplitud solo podría aplicarse a ciertos Estados pequeños (Dinamarca, Portugal o Saboya-Piamonte), las grandes monarquías disponían de un amplio poder, restringido parcialmente por los poderes mencionados.
UN EJEMPLO: EL REINADO DE LUIS XIV
El reinado de Luis XIV (1643-1715), el más largo de la Edad Moderna (72 años), ha dejado una huella profunda en la historia de Francia y de toda Europa. Mientras que Versalles (palacio al que la Corte se trasladó en 1682), es todo un símbolo del poder y la gloria de la monarquía absoluta. Una jaula dorada en la que la nobleza francesa se auto encarceló persiguiendo puestos en la Corte que permitían al monarca controlar a la élite francesa.
El orden, la eficacia y la unidad fueron los objetivos de Luis XIV durante todo su reinado, en realidad no se intentó cambiar el sistema político existente, sino hacerlo funcionar mejor.
El rey sol gobernó desde la Corte a través de diferentes consejos, que se encargaban de diferentes asuntos: política interior, exterior, hacienda, ejército… tal y como hacían el resto de las monarquías europeas Pero los asuntos económicos comenzaron a tener una importancia vital.
Anteriormente hemos visto las limitaciones de las monarquías absolutas, Luis XIV intentó afirmar el poder monárquico a nivel territorial de manera indiscutida, en toda Francia:
- Erosionó el antiguo poder de la la nobleza rural y de los gobernadores militares, que hasta ese momento habían sido cargos hereditarios, se convertían en títulos honoríficos.
- Creó un nuevo cuerpo de funcionarios dependientes de la Corte: los intendentes. Éstos comenzaron a controlar en las provincias el orden público, la justicia y las finanzas (los impuestos), sustituyendo a los gobernadores militares.
- Las continuas guerras a las que tuvo que hacer frente Francia durante el reinado de Luis XIV imposibilitó el saneamiento de las cuentas reales, lo que obligó al monarca a crear nuevos impuestos directos, algunos de los cuales deberían ser pagados por todos los franceses, incluido los privilegiados.
- El ejército también se reorganizó, se dieron pasos hacia el servicio militar obligatorio y modernizó su ingeniería y artillería. Al mismo tiempo se desarrolló una poderosa marina de guerra, separada de la marina mercante, que llegó a emular a las marinas inglés y holandesa.
- Por último, es destacable la política religiosa, persiguió a todas las minorías cristianas como el jansenismo y sobre todo los hugonotes, que fueron expulsados de Francia en 168, más de 200.000 protestantes franceses tuvieron que huir a Inglaterra. Consiguió unificar religiosamente a Francia, pero se granjeó una fama de tirano en la Europa protestante.
DEFINE LOS SIGUIENTES CONCEPTOS, PERSONAJES O ACONTECIMIENTO HISTÓRICOS EN UN MÁXIMO DE CINCO LÍNEAS:
- ABSOLUTISMO
- LUIS XIV
Para hacer correctamente una definición en la asignatura de historia, es necesario tener presente que siempre debemos situar el concepto a definir en un lugar y en un momento concreto: tenemos que decir donde tuvo lugar y cuando.
Además, es importante comenzar la definición de una forma correcta, para ello intentaremos, con un par de palabras o tres como mucho, explicar que es lo que vamos a definir:
- EJEMPLO DE CONCEPTO:
LIBERALISMO: Ideología política nacida en Europa a finales del siglo XVIII (Nunca empieces diciendo: Es cuando…)
- EJEMPLO DE PERSONAJE:
NAPOLEÓN: Militar y dirigente francés que lideró Francia entre 1799 y 1815 (Nunca empieces diciendo: Napoleón fue…)
- EJEMPLO DE ACONTECIMIENTO:
BATALLA DE TRAFALGAR: Enfrentamiento bélico que tuvo lugar frente a las costas de Cádiz en 1805 (Nunca empieces diciendo: Batalla en la que…)
Después de explicar en dos o tres palabras lo que vamos a definir, sin repetir palabras que ya vengan en el conecto, el nombre del personaje o el acontecimiento, mencionaremos el lugar en el que se desarrolló el acontecimiento, vivió el personaje o apareció el concepto y después la fecha o fechas pertinentes. Por último, añadiremos información hasta completar las cinco líneas, siempre en relación al tema que estemos viendo.
CREA UN ESQUEMA EN EL QUE SE OBSERVE EL FUNCIONAMIENTO DE UNA MONARQUÍA ABSOLUTA ATENDIENDO A LA INFORMACIÓN QUE HAY EN EL SUBAPARTADO “LA MONARQUÍA ABSOLUTA”, COLOCANDO AL MONARCA EN EL CENTRO Y EL RESTO DE LAS INSTITUCIONES A SU ALREDEDOR EXPLICANDO ESQUEMÁTICAMENTE CUÁL ERA SU FUNCIÓN Y EL NOMBRE DE SUS FUNCIONARIOS O IMPUESTOS:
B1/7.1. Elabora mapas conceptuales que explican los rasgos característicos del Antiguo Régimen.
PROPUESTA PARA EL TRABAJO INDIVIDUAL RELACIONADO CON LOS DERECHOS HUMANOS
LAS MONARQUÍAS ABSOLUTAS BASABAN SU PODER EN EL HECHO DE QUE EL PODER DIVINO PROCLAMABA SU DERECHO A GOBERNAR Y POSEER CIERTOS TERRITORIOS Y A SUS HABITANTES. COMO PUEDES IMAGINAR ESTO VA EN CONTRA DE CUALQUIER DERECHO HUMANO MODERNO.
En la actualidad, aunque parezca extraño, siguen existiendo monarquías absolutas, busca un ejemplo y describe cuál es su relación con la declaración universal de los derechos humanos y con los derechos humanos en general.
RELACIONA A CONTINUACIÓN LOS SEIS RASGOS MÁS IMPORTANTES DE LAS MONARQUÍAS ABSOLUTAS Y DESCRÍBELOS EN DOS LÍNEAS:
1. EL REY Y LA DINASTÍA |
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2. |
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3. |
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4. |
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5. |
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6. |
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